lunes, 21 de diciembre de 2009

Asociarse o morir

Hace algunos días, Thomas Friedman, autor del libro El mundo es plano, en su editorial semanal daba cuenta de los cambios que se están generando en el negocio de la comunicación, mientras compartía la historia de su hijo, el cual tiene un negocio de mercadotecnia y publicidad en EE UU.
En su artículo da cuenta de cómo, hoy, se producen comerciales a muy bajo costo, utilizando programas de software abierto que existen en internet; imágenes de stock a buen precio; al igual que jingles, y hasta locutores que se pueden contratar a través de la web.
Parte de la historia es que, además de producirlo con todos estos nuevos recursos tecnológicos abiertos, ellos mismos hicieron su edición y le mandaron muestras al cliente manteniendo todo el proceso de autorización en línea. ¡Cómo ha cambiado este negocio! Y cada día cambia de manera más rápida.
El comentario final de Friedman sobre el tema se enfoca en que, por otro lado, las alicaídas economías mundiales no se están dando cuenta de que esto genera que las nuevas empresas trabajen con menos recursos humanos y, si tomamos en cuenta que las instituciones financieras no captan estos cambios, tenemos hoy un nuevo sector de negocios que no tiene créditos empresariales para impulsar su innovador crecimiento. Esto genera un desbalance y no contribuye a crear más empleos, ni nuevas empresas y, por ende, no ayuda a mover la economía de los EE UU.
Si esto pasa en el país más avanzado financieramente y con todas las ventajas tecnológicas, ¿en efecto, podemos imaginar qué pasa en México? Nuestra industria de la comunicación avanza de igual manera; al fin, la tecnología no tiene barreras. Pero, desafortunadamente, ni las empresas ni la industria y menos las autoridades se percatan de dicho fenómeno.

Este tema debería de ser tratado también en forma prioritaria por las asociaciones de la industria de la comunicación. Desafortunadamente, en México, tales instituciones orientan su visión sólo a crear premios y eventos de relacionamiento y no a buscar y optimizar el ambiente de negocios. Esto también es provocado porque los empresarios, en nuestro país, no creen en el poder de estar juntos en una asociación para enfrentar los problemas y las oportunidades comunes de una industria.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Detonador de fin de año

“El año que vivimos en peligro; lo bueno es que ya terminó”, fueron las expresiones que usó el presidente Calderón al referirse a 2009. Manlio Fabio Beltrones, afirmó, “en efecto ya se acabó, pero al 2010, le faltan tres años”. En medio, los ciudadanos, que lo único que alcanzábamos a esbozar es “ya casi termina”, el como “ya no importa”. El 2009 fue para México como una montaña rusa, aflojamos cuerpo porque sentimos que ya comenzaba a transcurrir su parte final, con la celebración del día 12 y el inicio del tradicional puente Guadalupe-Reyes, pero no, era demasiada belleza.

El presidente Calderón lanza su iniciativa de reforma política y, como en parque de diversiones sin gente, el operador nos regala gratis otra vuelta en la montaña rusa.

No se puede negar que la iniciativa es buena. Todo lo que apoye al fortalecimiento de la democracia y a generar un balance entre el poder político y el ciudadano, siempre será bueno. Opino que en México no podemos seguir pensando que por una situación histórica generada en 1910, repetida por decreto en toda la comunicación del Estado, ese famoso y lacónico “sufragio efectivo, no reelección”, no podamos transitar en la búsqueda de un Estado más moderno y democrático. Ya que la iniciativa sea pública, deberemos de hacer el análisis de sus alcances y encontrar sus ventajas o imperfecciones.

En general, se celebra su propuesta, lo que no puedo entender son los tiempos. Por más que busco una razón, no la encuentro. Solamente que obedezca a una negociación con alguna de las fuerzas políticas y, sobre todo, la razón por la cual la manda antes de reformas de corte económico. Por la celeridad de la propuesta, los tiempos políticos y la temporada, es muy pronto para conocer los alcances de la iniciativa. Lo único que queda es tratar de poner en contexto de dónde sale y las reacciones inmediatas para, con esto crear” frente a 2010, como un “pasiflorine, un posible escenario.

Por una parte, la iniciativa sine qua non recoge el sentir que la sociedad, la opinión pública, investigadores y algunos políticos han expresado. Para los ciudadanos la alternancia en el poder (o sea, la democracia) solamente ha complicado la vida política en los últimos años y, como se puede ver en una encuesta publicada hace poco, la mayoría de la población ya no cree en la democracia porque es ineficaz; y en este año en México, además, quedó muy claro que la partidocracia sólo busca su beneficio personal. Este sistema ha generado disputas en el poder y, como consecuencia, ha generado mayor pobreza, menos empleo e inestabilidad económica.

Por la otra, el Estado está paralizado por falta de acuerdos y trabajo político, consecuencia también de la alternancia y la democracia. Enfrentamiento, cotos de poder y monopolios públicos y privados conglomeran poder en una clase empresarial y política que hace del país lo que se les da la gana en un gran contubernio público.

Bajo estos hechos, la iniciativa impacta en el centro de esta intriga, tratando de ofrecer esperanza y aire a la queja y molestia ciudadana. Además, muestra al que la propone con voluntad política para reformar, pero, al mismo tiempo, con el peligro de cargar los costos políticos. ¿O es un tiro de carambola de varias bandas, que pretende ser cuña para empujar otras reformas que estaban propuestas por ahí y que desnuda, ante la opinión pública, las verdaderas intenciones de algunos pre candidatos para 2012, poniendo contra la pared a partidos políticos que se dicen democráticos y que han pedido a gritos una reforma política, pero cuando alguien más la propone, ya no les acomoda? Pudiera ser, eso es lo único que podría justificar el boleto gratis para seguir en la montaña rusa.

Obviamente, las reacciones fueron inmediatas. La iniciativa privada está de acuerdo y la apoya. Las autoridades del IFE, alineadas al Senado, ponen a la disposición toda la información necesaria para apoyar su discusión. En contra se proyecta el PRI de Peña Nieto, que lanza un decálogo de preguntas mostrando su inconformidad y tratando de desprestigiar la iniciativa; el mismo Peña Nieto, desde Roma (en visita Papal, ¿para algún permiso especial, será?), arroja, como antiguo revolucionario, una negativa rotunda ante la reelección. Por su parte, el PRD tilda la iniciativa de insuficiente y, hasta la hora de cerrar esta colaboración, sólo silencio de AMLO, Manuel Camacho y del mismo Marcelo Ebrard, más preocupado por aparecer como un gran ecologista ante las huestes de Copenhague, lanzando incongruentes amenazas de aumento de impuestos a los habitantes del DF, cuando se quejó amargamente del aumento del paquete fiscal.

No sabemos a ciencia cierta qué pueda pasar en 2010 con esta reforma. Lo que sí es seguro es que enfrentará a los dos grupos políticos dentro del PRI, ya lo palpamos en estas primeras reacciones.

Lo único malo es que esta iniciativa se convierte en uno de los principales detonadores para complicar las cosas en 2010. Se ha hablado de que el próximo año hay peligro de quejas sociales y hasta levantamientos con motivo del bicentenario. Para estos efectos, éste es uno de los casos en que el posible remedio puede terminar convirtiéndose en el gran detonador de todo, irremediablemente. Cualquier grupo político que quiera que algo cambie o le favorezca en 2012, para acabarla de amolar deberá de empezar a ponerlo en marcha 2010, por lo que ese año estará cargado de actividad.

Por otra parte, termina la triste historia de Juanito, crucificado por sus propios impulsores; demostró no ser muy diferente de cualquier otro político mexicano, sus únicos problemas eran el ser pobre e impulsivo.

Por este año sólo resta agradecer a los lectores su atención y desearles que esta temporada esté colmada de felicidad y bendiciones y, para el año próximo, mis mejores deseos de éxito y salud. Felicidades a todos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Liderazgo en RP

Cuando en la profesión de las Relaciones Públicas nos referimos al liderazgo, hablamos de una de sus características más importantes y que pocas veces se define con exactitud, tanto en su significado, como en sus alcances reales. Tradicionalmente, el liderazgo se entendió como la capacidad de establecer dirección e influencia y, con esto, alinear a otros hacia una meta en común.
En nuestra profesión, sirve para ser eficientes y efectivos en el desempeño de nuestras acciones; ayuda ante la necesidad de trabajar al más alto nivel en las organizaciones; genera credibilidad; desarrolla la capacidad de influenciar responsablemente, y, sobre todo, ayuda a entender y encauzar la ética de nuestra profesión, basada en la honestidad, integridad, lealtad y pericia.

Ahora bien, con los grandes cambios que se generan por la globalización de los negocios y la socialización de las comunicaciones, el liderazgo en las relaciones públicas entra en una nueva fase. En ella, se debe entender como una obligación totalmente orientada hacia la sociedad, y no porque no la tuviera antes, pero ahora la nueva presencia del "consumidor/ciudadano" en las redes sociales nos trae al campo de las relaciones públicas la responsabilidad de entender el concepto de liderazgo de una manera más social.
Una descripción de liderazgo social que vale la pena explorar, es la que define el Centro de Liderazgo Social en Washington y que dice: "Significa que las personas dediquen su talento a mej orar la vida de la sociedad, independientemente de su posición social, riqueza o privilegio." En un mundo en donde la responsabilidad social impera en los negocios, esta definición se ajusta más con la nueva forma de trabajo y responsabilidad ante un mundo en crisis.

En su descripción, este Centro amplia la definición al señalar: "Los líderes sociales sirven y apoyan a otros. Ellos crean belleza en el mundo, trabajan para levantar la visión de la humanidad, ampliar nuestras posibilidades y profundizar en nuestra experiencia de vida. Los líderes sociales protegen la libertad, preservan la paz y garantizan la prosperidad de tantas personas como sea posible."

Y terminan con la afirmación: "Los líderes sociales son gente normal, hombres y mujeres con virtudes, sabiduría, diplomacia y coraje que inspiran grandeza y mueven la causa de la libertad." Todo este concepto se basa en la frase de uno de los fundadores de los Estados Unidos, John Quincy Adams, que dice: "Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, a aprender más, a hacer más y a ser mejores: tú eres un líder."

Para algunos puede sonar muy romántico el ver de esta manera el liderazgo para nuestra profesión, cuando tradicionalmente se habla de liderazgo de negocios, que es más dirigido al logro de objetivos y metas. Pero hoy, los comunicadores nos enfrentamos con lo que se dice y opinan los ciudadanos de todo el mundo en las redes sociales, Twitter y toda la Web, las cuales están llenas de opiniones de personas comunes y corrientes del mundo, que su único fin es exigir a las compañías, gobiernos e instituciones, que incrementen sus esfuerzos para mejorar el mundo que hoy vivimos y que es el que dejaremos a nuestros hijos.

De todas las disciplinas de la comunicación, las relaciones públicas son las que mayor responsabilidad tienen ante la sociedad. Para eso sirve el liderazgo en esta profesión.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Los cambios y su comunicación

Ayer se dan a conocer los cambios en el gabinete. El de Agustín Carstens era natural y ya muy anunciado, Banco de México es su cuna y casa; sus credenciales, indudables. Habrá que ver cómo el desgaste ocasionado por su paso por Hacienda y por la crisis le afecta en su gestión y el mayor riesgo, y al mismo tiempo reto, que enfrentará es mantener una cercana lejanía para lograr la autonomía de la Institución.

En el caso de la Secretaría de Hacienda, llega Ernesto Cordera, amigo cercano del Presidente y con la experiencia de haber sido Subsecretario de Egresos de la misma Secretaria. No se sabe más, de su paso por la Sedesol, se ignora casi todo y no es de conocimiento público su reputación ante los centros financieros internacionales ni su manejo o relaciones a nivel internacional o su trabajo político con el empresariado nacional. Ya lo sabremos.

En el caso de la Sedesol, surge un funcionario que estaba escondido en la Secretaría de Economía como Subsecretario de la Pequeña y Mediana Industria, Heriberto Félix. Su experiencia básica es como empresario y en el gobierno estatal de Sinaloa, como Secretario de Desarrollo Económico, donde siempre aspiró a ser gobernador. No sabemos si sabe de políticas públicas, de pobreza y/o de desarrollo social. Se asume que tiene un mayor desempeño y habilidades políticas y esperemos que así sea, ya que esa Secretaría es de puro trabajo político. Ya aparecen las bromas crueles por ahí que dicen que ojalá y les de facilidades de trabajo a los pobres, en lugar de regalar dinero. Veremos cómo se desempeña.

La misión principal de Banco de México es la de proveer a la economía del país de moneda nacional y procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda y promover el desarrollo del sistema financiero, lo que implica en su conjunto el control de la inflación. La misión de la Secretaria de Hacienda es proponer, dirigir y controlar la política económica del país, para consolidar el crecimiento económico para fortalecer el bienestar de los mexicanos. Y, finalmente, la misión de la Sedesol es la de formular y coordinar la política social, así como lograr la superación de la pobreza y alcanzar niveles suficientes de bienestar con Desarrollo Humano.

La comunicación es una parte fundamental para poder gobernar y, el anuncio de un cambio en el gabinete es de extrema importancia para que estos ajustes en el gabinete permeen en los grupos políticos y sociales. Junto con estos anuncios siempre hay que mandar el mensaje político correspondiente, tarea que debe realizarse con sumo cuidado porque éstos, al ser públicos, pueden causar inquietud o incertidumbre. En ello radica la gran importancia de la comunicación gubernamental y política.

El día de ayer al mediodía, cuando los ciudadanos pudieron enterarse de la noticia, esto fue lo primero que permeó hacia los medios de comunicación y, en el caso de la información, lo primero que se recibe es lo que permanece en la mente del ciudadano:

El nuevo Director de Banco de México ofreció crecimiento acelerado, multiplicar empleos y abatir la pobreza. Técnicamente, no es directamente su función.

El nuevo secretario de la Sedesol ofrece austeridad, eficiencia, honestidad, transparencia y frenar el crecimiento de la pobreza. Está en rumbo, pero cuando se habla de hacerlo con esas características, la pregunta queda en el aire ¿qué antes no se hacía de esa manera?

Y, por su parte, el nuevo Secretario de Hacienda dice que se va a esforzar en reactivar la economía, finanzas públicas prudentes y crecimiento; va a consolidar el crecimiento económico del país y la racionalidad del gasto. Está bien, la declaración va en rumbo correcto, pero si la comparamos con lo que dice Cartstens, la pregunta es ¿quién no está entendiendo su nuevo trabajo? O la fuerza de la costumbre hizo que patinaran en la declaración, o ¿es un anticipo de que puede haber posibles enfrentamientos?

La fuerza de las palabras es muy importante y más en el mensaje político porque es lo que determina la intensión que existe detrás. Veremos cómo se comportan estos cambios y hacia dónde dirigen el rumbo. Lo único malo es que esto nos hace acordarnos, y ya se comenta en toda la opinión pública, aquella frase del anecdotario nacional guardada en el ropero de la historia, que pronunció el presidente Echeverría cuando despidió a su Secretario de Hacienda, Hugo B. Margain, en 1973: “La economía se maneja desde los Pinos”.

Esto a colación porque ya se ha hablado insistentemente de que la relación del Presidente con Guillermo Ortiz no era buena y ahora puede estar en riesgo la autonomía de Banco de México que, sumada a un descontrol en Hacienda y un mal trabajo en la parte política de Sedesol, cuando el país enfrenta una severa crisis económica, una complicación con la relación entre el Congreso y los empresarios y dos años netamente electorales, todo adicionado con una oposición de viejos políticos profesionales, podemos concluir que el reto es muy grande.

Ojalá brille la combinación de cordura técnica con un gran manejo político y se deseche la tentación de regresar las riendas económicas a los Pinos. Y ojalá no se desperdicie una mente tan brillante como la de Guillermo Ortiz.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Seguimiento Online

Cuando se difunde una noticia a través de los medios de comunicación, una de las acciones acostumbradas es dar seguimiento a la información enviada. Esto implica buscar a los reporteros o editores para saber si necesitan más información al respecto.

Ahora, con el cambio generado por Internet y las redes sociales, es necesario una nueva acción, igual de permanente e importante: monitorear lo que la gente piensa del tema y de nuestra información, to do esto con el fin de estimar riesgos y oportunidades para las marcas.
Hoy, algunos columnistas de los periódicos en línea reciben más respuestas online que vía e-mail; y éstas empiezan a ser igual de públicas que las mismas columnas. Esto genera, por una parte, que se estén creando sinergias inmediatas a lo que se publica; y, por la otra, esta interactividad obliga a los publirrelacionistas a estar más pendientes de lo que responde la sociedad. Muchas de estas opiniones se forman al momento de leer las notas por parte de los usuarios de los portales, mucho antes que en las mismas redes sociales. Esto conlleva a que hay que monitorear y dar seguimiento a lo que se responde en los portales.
Así, las relaciones públicas tienen nuevas responsabilidades, de mayor interactividad con el consumidor y la sociedad. En el pasado, las relaciones públicas realmente teníamos poco contacto con el consumidor y éste se mantenía solamente a través de algunos grupos selectos. Y, así, al ser consumidores afines con las marcas, sus respuestas eran mucho más favorables. Ahora, con la interactividad de la sociedad en los medios y las redes sociales, es mucho más directo y rápido conocer las opiniones y la forma de pensar de segmentos más representativos del mercado.
Esto, al mismo tiempo, genera la necesidad de responder, en forma instantánea tanto a las oportunidades que esta comunicación genera como a los riesgos que representa. Por eso, se debe estar más preparado en los ambientes de riesgo de las empresas, así como de los escenarios sociopolíticos alrededor de las compañías y sus productos.
Internet, como herramienta, ha generado mayor comunicación y, como se dice por ahí: antes, las decisiones eran de alguna manera solamente de los poderosos; ahora, las decisiones ocurren con la participación de toda la comunidad. Por esta misma dinámica, las decisiones pueden revertirse por el simple hecho de no ser aceptada en unos días por la comunidad de Internet, y porque todo se desenvuelve a la vista de todos, todo se puede saber.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Los próximos tres años

Los tres primeros años del presidente Calderón han sido más difíciles de lo que parecían. Todo iba más o menos bien hasta el sensible fallecimiento de Juan Camilo Mouriño; a partir de este suceso los amarres políticos que se tenían empezaron a perderse y el panorama cambió radicalmente. Para complicar el asunto, la crisis financiera mundial golpeó inmisericordemente a México.

A partir de ese momento, cada facción de oposición vio la oportunidad de tomar ventaja de la situación y empezó la guerra a tres fuegos en contra de la presidencia, los del centro, los de la extrema derecha y los de izquierda; todos ellos representados por sus grupos alineados en los diferentes partidos. Técnicamente podemos decir que estamos viviendo una guerra de poder que, para mal de México, nos está desbaratando: no hay acuerdos ni quién llame a ellos, todos están contra todos, repartiéndose el botín del presupuesto y, en medio de esto, una presidencia totalmente desbaratada. El juego a la teoría de caos está causando grandes estragos.

Bajo este escenario, ¿qué sigue? ¿un periodo presidencial de un año y medio más y ya? Recordemos que 2010, año del Bicentenario (para acabarla de amolar), en México se llevan a cabo 13 procesos electorales, de los cuales diez son elecciones para gobernador. Si en estos procesos el PRI se lleva la mayoría, y así lo parece, el desgaste del partido en el poder y del presidente va a ser enorme.

Para cuando tomen posesión los gobernadores elegidos estaremos ya en un año pre electoral, 2011. La presión que van a generar al gobierno federal, tanto los gobernadores entrantes como los salientes —al querer ser presidentes de su partido o candidatos a presidentes de la República— va a ser terrible. Además, la guerra política en el Congreso por los dineros del presupuesto para 2012, a fin de enfrentar la elección presidencial, va a ser como nunca.

Ese año, 2011, se lleva a cabo la elección estatal más importante del país. A mediados de año tendrá lugar la elección a gobernador del Estado de México que, tradicionalmente para el PRI, ha sido el laboratorio electoral más grande del país. Además, deja la gubernatura Peña Nieto para quedar listo a enfrentar su posible candidatura presidencial, si es que aguanta el desgaste hasta esa fecha.

Desafortunadamente, en toda esta guerra política, con un Congreso sin mayoría por parte del presidente y la mayoría del Senado diluida por pleitos internos de su propio partido, no veo que haya forma de sacar las reformas que se necesitan. Los únicos que pueden sacar reformas son los del PRI y seguramente con el fin de arreglar la casa para cuando ellos lleguen a ella.

Los pactos para los años venideros le van a costar mucho a Calderón, al gobierno y a su partido político.

¿Qué le queda a este gobierno? ¿tratar de impulsar reformas que nadie se atrevería a lanzar como estas últimas anunciadas o, en su defecto, asumir las reformas que impulsen la mayoría de la oposición?

¿Qué van a hacer los empresarios con estos últimos pleitos y diferencias con la presidencia? Ya habían empezado a alinearse con las bancadas del PRI, ¿van a buscar por ahí los consensos para empujar las reformas necesarias?

Asuntos Paralelos

En estos acomodos políticos, desafortunadamente estamos viendo cómo los políticos se están destruyendo entre ellos. El caso Juanito es uno de los más patéticos que existe en nuestra historia: político creado, manipulado, encumbrado y destruido por sus propias huestes.

Un hombre que creyó los decires de sus líderes que, disfrazados de izquierda y dándose baños de pureza y democracia, engatusan a la población haciéndoles creer que pueden abrazar el poder con sus manos, y se convenció que él lo podía hacer por el simple y sencillo hecho de haber sido golpeador y leal servidor durante la campaña.

Este circo de Juanito y Clara esta “encuerando” literalmente a toda una izquierda que desde hace años perdió ideología y dignidad de lucha, al entregarse al poder, al populismo y a la danza de los millones, cuando sus partidarios empezaron a vivir del presupuesto y hasta acariciaron la idea de llegar a la grande. A esto habrá que sumarle la renuncia de algunos distinguidos miembros de la izquierda que abandonan sus filas por ver extraviados sus ideales en este mar de componendas.

Ojalá toda esta destrucción que estaremos viendo en los días venideros realmente haga renacer a una izquierda nueva, con una visión diferente, para poder tener el balance de poder que, en México, hace mucha falta.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Perfil del publirrelacionista del futuro

Cuando pregunto a los principiantes de nuestra profesión el porqué de su aspiración por trabajar en relaciones públicas, su respuesta es la más escuchada en mi vida profesional y una de las que más me molesta: Porque me gusta la gente. Cada ocasión en que la oigo me vienen a la mente muchos consejos, como el que se dediquen a ser médicos, sacerdotes, cajeros de banco, azafatas o, ahora, ya pueden trabajar en un call center, incluso internacional, y tratar todo el día y a toda hora con muchas personas, o en su defecto, ser edecanes de eventos y ahí tener, a manos llenas, el trato que buscan. ¡NO!, la profesión de relaciones públicas no es un asunto solo y exclusivo de tratar con gente. La mayor parte de mi tiempo analizo situaciones de las empresas para las cuales trabajo o información en medios de comunicación, mercados y competencia; paso mucho tiempo, también, en definir diferentes escenarios. Toda esta investigación me sirve para precisar las herramientas de comunicación que se habrán de utilizar para después diseñar la comunicación estratégica. Ya en la parte de implementación, tengo que organizar cómo convertir todos los planes en acciones reales para al final, ya realizado el trabajo completo, llevar a cabo la evaluación y, con los resultados en la mano, empezar de nuevo en un escenario totalmente distinto.

En el Institute for Public Relations, se ha diseñado una investigación mundial sobre las habilidades, expertisse y competencias que requerirán los publirrelacionistas del futuro. Tom Watson, de la escuela de Medios de la Universidad de Bournemouth, en Inglaterra, está liderando el estudio que estará listo para mediados del 2010.

Algunos de sus hallazgos iniciales muestran los retos para los comunicadores del futuro:

* Adaptarse a las nuevas herramientas tecnológicas.
* Cambiar la mentalidad de la antigua maquinaria de difusión a la de la participación social.
* Darle mayor importancia a la ética, la responsabilidad y la sostenibilidad.
* Enfrentar mayores y más complejas demandas de comunicación de los públicos internos.
* Necesidad de una comunicación más sensible en un mundo muy cambiante.
* Mayor capacidad para operar en los más altos niveles ejecutivos.
* Ofrecer mayores pruebas y mediciones sobre las contribuciones de las RP y la comunicación en las estrategias, desarrollo y realización de las corporaciones.

Como se puede ver, las relaciones públicas van más allá del simple trato con la gente, lo que implica una mayor preparación y una visión global de los negocios, del entorno y de la política mundial.

jueves, 26 de noviembre de 2009

México no está roto

Hay un dicho que dice que “si no está roto, no lo compongas”.

Hay muchos grupos extremos dentro de los partidos políticos que están haciendo creer que México está totalmente roto y, por este motivo, hoy vivimos una fiebre de decálogos para componer el país. Estas recetas parecen fórmulas mágicas que, como en cualquier revista romántica, amenazan con arreglarnos la vida y llevarnos al mundo ideal, el cual está a la vuelta de la esquina. El título en la portada de dichas revistas sería algo parecido a “Cómo ser democráticos en cinco lecciones”.

A nuestros políticos se les olvida que cuando en política se está tratando de averiguar cuál es un problema de cualquier tipo y, sobre todo, a la hora de definir políticas públicas, normalmente este análisis, visto a través del color de su partido, se convierte en sólo quejas, amenazas, preocupaciones y problemas y, que aunado al ánimo electorero natural en ellos, nunca sabemos cuando los problemas son preocupaciones o están hablando de soluciones, o solamente era parte de la receta mágica o de cocina.

En realidad, la definición de un problema no es el planteamiento de una solución implícita, sino una descripción de una situación real la cual deja abierta la búsqueda de las posibles o de las mejores soluciones.

Hoy, México se enfrenta a soluciones distintas, mismas que cada actor de cada grupo, fracción, partido, cámara o de cada gobierno, estado o municipio propone. Cada solución cuenta con varias versiones diferentes que surgen según la óptica que cada proponente tiene del problema.

Pero señores, México sólo hay uno y no está roto, así que no quieran arreglarlo como si lo estuviera. Es cierto que hay muchas cosas que están mal y es necesario cambiarlas, cierto, pero no queramos ni soluciones mágicas, ni mejorar el coche quedándonos con la carrocería y cambiando el resto de las piezas.

Cuando la gente habla de refundación, en su planteamiento original, está aceptando la formula del “está roto” y parten entonces de un diagnóstico erróneo que se basa en una visión cerrada. Bajo el principio de que todos los de enfrente están mal, todas las refundaciones siempre sonarán a “váyanse los que no estén de acuerdo porque aquí van a cambiar las cosas”. En un país no se puede hacer eso.

Tenemos que aprender de nuestro pasado y entender qué cosas es necesario adecuarlas y de qué manera podemos generar los consensos necesarios para lograrlo. Una de ellas, y el gobierno en el poder en estos últimos nueve años no ha podido lograr, es la definición de las políticas públicas adecuadas para guiar al país. Esto se debe a tres razones: la primera, es porque en el camino están aprendiendo a gobernar; siempre al PAN, al ser oposición, le fue más fácil decir que estaba mal hecho, pero no sabe cómo hacerlo.

Dos, era obvio que el PRI no los iba a dejar gobernar y al aún tener todos los hilos del poder, ha hecho hasta lo humanamente imposible por no permitir tener éxito en su labor de gobierno. La tercera es el hecho de que muchas cosas que había que guiar y direccionar las dejaron a que se arreglaran solas y hoy el país va a la deriva.

El PRI, durante muchos años de gobierno y en base a la disciplina partidaria ganada en 70 años de rectoría del estado, mal o bien logró definir un camino; el PAN, desafortunadamente para el país y los mexicanos, no pudo en estos 9 años ni aprender a gobernar, ni tomar la rienda del país y menos definir un rumbo claro de políticas públicas.

Esto se refleja en que haya muchos grupos que hoy, instalados en determinadas carteras del gobierno, están definiendo sus propios rumbos, lo que hace que dentro del mismo gobierno no haya unificación de criterios, una idea general de gobierno y, menos, lo que se llama visión de estado.

Hoy, el Presidente Calderón es rehén de esta situación creada por el desgaste de nuestro sistema y por la lucha encarnizada de unos por regresar al poder, de otros por llegar por primera vez y de unos más --al estar imposibilitados de llegar-- simple y sencillamente por tratar de poner sus condiciones al que alcance a llegar.

No hay fórmulas mágicas ni decálogo que funcione. Se necesita visión de estado, voluntad de pactar con la oposición, ganas de llevar a México al futuro que se merece y mucho tiempo. La lección de Brasil, el gran ejemplo de la región que salió de la nada, es que se pusieron todos los sectores de acuerdo y durante los últimos quince años tomaron las decisiones correctas. El camino no fue fácil, pero ya están llegando al destino que han forjado juntos, pero el principio básico no fue el que tuviera roto, solamente se pusieron de acuerdo.

Aquí en México, desde que tengo uso de razón, estamos buscando las reformas estructurales necesarias. El egoísmo, así como la poca visión de las cúpulas, nos ha hecho solamente tener las reformas posibles.

viernes, 20 de noviembre de 2009

PR made in USA

La semana pasada señalé las diferencias existentes entre los mercados de México y EE UU en el mundo de la comunicación. En mi experiencia, uno de los errores más comunes que cometen las compañías americanas es contratar empresas basadas en la unión americana, y especializadas en el mercado "hispano", para diseñar e implementar campañas en México. Éstas, normalmente, son de migrantes de segunda o tercera generación que realizan comunicación especializada para los hispanos en Estados Unidos; que poseen un conocimiento especial en cuanto a la mezcla de las dos culturas, pero en el ambiente estadounidense.

En el caso contrario, las experiencias son mejores: hace algunos años, una compañía americana solicitó que ejecutivos mexicanos fueran a elaborar una estrategia para mexicanos que viven en Estados Unidos y, como resultado, realizaron campañas que fueron bastante exitosas. Esto es factible por una sencilla razón: los latinoamericanos, entre otros grupos nacionales o étnicos, podemos ser bi-culturales, lo que implica entender muy bien el sistema estadounidense ya sea por haber estudiado en allá o porque la transculturización que han logrado los norteamericanos a través de sus películas, programas de televisión y educación hace que los conozcamos muy bien. El caso contrario no se da porque ellos sólo toman lo que les gusta de las demás culturas, pero siempre mantienen la suya como la guía para todo el mundo. Por esta sencilla razón hoy, como ejemplos de esta bi-culturización, está demostrado que muchos de los call centers de empresas estadounidenses están ubicados en México, Argentina o Uruguay y un gran número de sistemas de contabilidad e interpretación médica, con atención telefónica, están ubicados en la India, como lo relata Thomas L. Friedman en su libro, El mundo es plano.
En el ámbito de la comunicación pasa exactamente lo mismo, de alguna u otra manera la teoría es desarrollada por ellos, pero la práctica y la puesta en marcha de una propia corriente, es creada en cada uno de los países latinoamericanos y, en algunos casos, termina siendo superada por los profesionales de cada país. Por eso, en muchas compañías americanas, los ejecutivos de países como los nuestros son muy bien vistos y logran alcanzar muy altas posiciones.
Esto hace que, en algunos casos, las compañías americanas encuentren en el expertise local, altos niveles de experiencia profesional y, valga la redundancia, un muy alto profesionalismo en las empresas de comunicación y relaciones públicas en México.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Poderes enfrentados

Como resultado de tres años de gobierno, las últimas elecciones y, finalmente, la negociación del presupuesto para 2010, los empresarios terminaron enfrentados con el presidente de la República, lo que ha generado que Calderón, en sus últimos discursos, ataque inclementemente a la clase empresarial. La pregunta es: ¿su diatriba va dirigida a alguien en especial? A ciencia cierta, aún no se sabe.

Lo que sí es un hecho es que hoy, más que nunca, la iniciativa privada está tomando bandos políticos. Unos están más cerca del PRI, otros cerca del PAN, pero sin duda hay algunos que están muy lejos del PAN y sobre todo del presidente.

Tampoco es muy claro si esta partidización ya generó divisiones entre ellos mismos. Si así fuere, este asunto complica mucho la vida del país, ya que bastante tenemos con la guerra de poderes entre los políticos como para, además, tener enfrentados a los empresarios.

La historia de México marca que los enfrentamientos entre empresarios y el presidente han sido muy peligrosos para la economía nacional, ya que este mal entendimiento siempre ha generado gran desconfianza y, en consecuencia, grandes devaluaciones del peso.

Sucedió con Luis Echeverría, después del enfrentamiento con la cúpula de Monterrey; se repitió con López Portillo, cuando el desencuentro con la iniciativa privada generó la nacionalización de la banca.

En el caso de Miguel de la Madrid, el rompimiento impulsa el crack bursátil del 87 y la subsecuente devaluación en noviembre del mismo año.

Por su parte, en el periodo de Salinas las micro devaluaciones diarias y la apertura al TLCAN, más los factores políticos de dos importantes asesinatos políticos, ponen en alerta a la clase empresarial; el colofón de todo ello culmina con una devaluación a finales del 94, crisis con la que inicia Zedillo su mandato.

Con el gran trabajo de recuperación económica por parte del presidente Zedillo, Fox encuentra un país sólido que se mantiene hasta la llegada de Calderón.

Supuestamente con la alternancia hay una “santa paz” con los empresarios más cercanos al poder, por lo que se logra una estabilidad económica que ha perdurado durante el gobierno del PAN.

Pero tres factores incidieron en la problemática nacional para llegar a un nuevo desencuentro:
1) La crisis económica internacional, los efectos de la influenza, las cargas postergadas por años de los sistemas de pensiones, los monopolios privados y públicos que no permiten la modernización ni la competitividad, y un deficiente sistema recaudatorio, así como la dependencia de nuestro ya casi terminado petróleo, implican la necesidad de reformas de fondo que no son bien aceptadas.
2) El choque entre los extremos de la sociedad por la lucha de dogmas y libertades sociales es lo que está generando los grandes conflictos de poder y los desacuerdos políticos que estamos viendo.
3) Un presidencialismo muerto.

El problema es -como ha sucedido en otras ocasiones históricas- que se están juntando muchos factores que exponen la debilidad de nuestro modelo económico y el desgaste de nuestro sistema político, que, entre otras cosas importantes, ya no aguanta más las simples presiones de la competitividad regional ante los grandes inversionistas del mundo.

Para agravar el asunto, y lo que nunca pensamos que pudiera suceder, nuestro vecino, EU, el siempre salvador de situaciones graves, pudiera decirse que está peor que nosotros, y en esta ocasión sus problemas económicos nos están dando la puntilla.

Una consecuencia de esta situación es que queda al descubierto el tradicional contubernio de los monopolios públicos y privados, el cual da pie a los poderes fácticos de nuestra economía y que está llevando hoy al país, sólo por inercia, a tener que reconocer faltantes importantes en los ingresos, y la imposibilidad para manejar la baja del gasto gubernamental, lo que aunado al tradicional no pago de impuestos generalizado entre la sociedad mexicana pueden llevar al país a una quiebra inminente.

El desgaste del modelo económico y político es real, y nada tiene que ver con el debate si es de derecha o de izquierda; la generación de una combinación explosiva tiene que ver más con la forma de ser de nosotros los mexicanos, combinada con las ambiciones políticas y frente un año electoral definitorio en la elección de 2012, más la pobreza extrema y la desigualdad generada y un desencuentro con empresarios.

Todo esto pudo haber causado que el presidente, como en otras ocasiones históricas, quisiera empujar un cambio en las estrategias fiscales y de política económica, las que obviamente no le acomodaron a nadie en este país: los políticos no quieren perder sus prebendas; los empresarios no quieren perder sus monopolios, ni sus ganancias, ni sus exenciones de impuestos, y la población no quiere, por ningún motivo, pagar más impuestos. El país esta atorado y vamos en picada.

Lo malo es que nadie está haciendo propuestas inteligentes en ninguno de los bandos. En el gobierno no se hacen propuestas de un gasto más racional y una inversión más orientada a generar empleo; los empresarios no hacen propuestas de políticas públicas que desarrollen la competitividad y la inversión en infraestructura, ni se están proponiendo para los ciudadanos un sistema más cómodo y eficiente para el pago de impuestos. En México todos juegan a no mover el barco y mantener el estatus quo.

Esta complicidad invisible que genera nuestro sistema entre empresarios y autoridades, sumado al silencio de los ciudadanos, hace que el país vaya a la deriva. Mientras, las inversiones extranjeras que viven en medio de este infierno de incertidumbre, inseguridad y corrupción, prefieren irse del país antes de morir envueltas en los contubernios de los monopolios públicos y privados. Las que ven de lejos esta situación, prefieren ir a Brasil.

La percepción es realidad: los empresarios son malos gobernantes y los políticos malos empresarios. ¿Cuándo ambas partes van a entender esta realidad y cada uno tomar su papel en su respectivo campo de acción? ¿Quién va a ser la mano conciliadora, por el bien de México?

viernes, 13 de noviembre de 2009

RP México - USA

México, D.F.- El pasado fin de semana en la reunión anual de la Public Relations Society of América (PRSA) en la Ciudad de San Diego, Estados Unidos. Fui invitado a ofrecer una conferencia sobre México- USA, Realidades, Dificultades y Oportunidades de las Relaciones Públicas, tuve la fortuna de compartir el panel con una mexicana, Magalí Muriá, candidata para Doctora en Comunicación de la Universidad de San Diego, y que hizo un brillante análisis sobre la relación que han tenido ambos países.

En mi caso, es la primera vez que asisto a este evento, y me impresionó la magnitud del mismo. En la sesión de apertura habíamos tres mil practicantes de relaciones públicas; para tener una dimensión de la profesión en ambos países, basta decir que, en México, el último estudio de la Asociación Mexicana de Profesionales en Relaciones Públicas (PRORP) con datos del año 2008, se reportan un total de 3 mil 630 profesionales que laboran en 132 agencias de relaciones públicas y una facturación de 2 mil 270 millones de dólares.

Por su parte en USA, de acuerdo con el reporte O´Dwyer´s Public Relations Ranking 2008, una revista especializada, en su estudio anual de agencias, reporta 169 agencias, un total de 10 mil 402 empleados y una facturación de más de 22 mil 332 millones de pesos.

Esta dimensión se entiende realmente cuando comparamos que nuestra población es de 110 millones de personas contra 300 millones de estadounidenses. Es importante para ello analizar el simple dato del número de estaciones de radio (en USA el total de AM y FM es de 13 mil 705 estaciones contra las mil 576 de México); en el caso de la televisión, mientras ellos tienen 2 mil 218 estaciones, nosotros apenas tenemos 730, concentradas mayormente en dos cadenas y, finalmente en el caso de Internet, ellos cuentan con 231 millones de internautas contra nuestros 27 millones.

A pesar de estas diferencias, la profesión tiene las mismas bases y prácticas profesionales. Con mucho orgullo, después de ver en el congreso diferentes ejemplos de la disciplina en el mercado estadounidense y conociendo otros casos en diferentes países, mediante los estudios de investigación del Comité Mundial de Investigación del IPR (Institute for Public Relations) al cual pertenezco, puedo decir, con mucho orgullo, que en México las principales compañías mundiales contratan, exigen, y finalmente obtienen servicios de Relaciones Públicas de primer mundo por parte de los profesionales mexicanos. La industria se debe sentir orgullosa, pero a pesar de esto, debemos de seguir trabajando para mejorar nuestra profesión, sobre todo creando comunidades de aprendizaje, que aumenten el entendimiento en el mercado mexicano.

jueves, 12 de noviembre de 2009

México- USA

El fin de semana pasado tuve la oportunidad de viajar a los Estados Unidos, para participar en la reunión anual de la PRSA (Public Relations Society of America), en donde me invitaron a participar en la conferencia sobre las Realidades, fallas y oportunidades de la Comunicación en México. Desde Los Ángeles, manejando, llegué a la Ciudad de San Diego donde sería el congreso.

Mi conferencia estaba orientada a dar a conocer a los asistentes, porque así me lo habían solicitado, un panorama sobre la industria de la comunicación y de las relaciones públicas en México. Al encontrarme con los organizadores, me comentaron que había mucha expectación de los participantes por el tema de México, sobre todo por las noticias que se estaban escuchando en los medios; en ese momento empecé a intuir que la mayoría de las preguntas de los asistentes irían en esa misma dirección.

Antes de la conferencia estaba programada una entrevista con una estación de radio especializada en temas de comunicación. Ahí empezaron las preguntas sobre la situación que se reporta en los medios.

¿Es cierto lo que se dice en los medios de México?, ¿Qué pasa con los asesinatos?, ¿Cómo ha afectado la inseguridad al clima de los negocios?, ¿Por qué están matando periodistas?, ¿Sigue existiendo la corrupción con los medios de comunicación? Y ésa fue la primera ronda de preguntas. En el panel, el escenario y las preguntas fueron muy parecidos, desde ¿Es cierto lo que se lee en los blogs y en el ciberespacio?, hasta qué influencia tienen los twitteros, como se está desarrollando la brecha generacional en el uso de Internet y sus herramientas, pasando por la opinión de los que odian a México y si los mexicanos allá siguen siendo o no mexicanos.

En todo este maremágnum de preguntas sobre los problemas de México y tomando en cuenta que en las zonas fronterizas de EU, en especial, son de alta sensibilidad, me di cuenta que a pesar de que la situación por la que hoy pasamos los mexicanos es muy difícil, es bastante mejor que hace 20 años. En 1988 trabajé en un banco mexicano que tenía oficinas en Los Ángeles y en diferentes viajes pude constatar lo difícil que era, en aquellos tiempos, la vida para nuestros connacionales.

Hoy, el panorama es distinto, sin dejar de ser complejo y difícil. Hoy usted puede viajar a California sin necesidad de hablar inglés; al escuchar la radio, pude constatar, después de repasar varias veces las frecuencias de la FM, que casi un treinta ó hasta un cuarenta por ciento de las estaciones son en español, con locutores, anuncios y música para nuestros paisanos.

Fue curioso ver también, a lo largo de la carretera de San Diego a Los Ángeles, algunos sembradíos en donde trabajadores mexicanos hacían la recolección del campo, al aire libre y en sana convivencia con los alrededores, sin persecución, ni presiones visibles.

Esto no implica que no existan los problemas, los cuales de todos son sabidos. A lo que me refiero es que hoy la situación en algunas partes, como en esta zona que recorrí, la convivencia se nota más natural. Es más, me fue muy curioso oír algunos de los anuncios dirigidos a la población mexicana en la radio, en donde se habla de descuentos en adeudos bancarios por la referencia y recomendación de paisanos, así como de renegociaciones de créditos ante la presente crisis económica en EU.

Inaudito… y más para mí que en el 88´, me tocó elaborar una de las primeras campañas publicitarias para los mexicanos en Los Ángeles, para ofrecer el servicio de envío de remesas, luchando contra los grandes monopolios México-americanos en la zona. Veintiún años después, las remesas ya son un commodity y las campañas son para reestructurar las deudas, no cabe duda que sí ha cambiado la frontera.

Además de las preocupaciones en la relación bilateral, que en mi parecer se modifica pero no va a cambiar en esencia, como mexicano me sigue preocupando una cosa fundamental: con tanto problema interno que tenemos, no nos estamos dando cuenta que la imagen de México en el extranjero se está viendo dañada de manera profunda.

México, de ser el milagro latinoamericano, en poco tiempo nos convertimos en la nueva sede del narcotráfico, así como uno de los países más inseguros. Después, nos pega la Influenza y somos el centro de la insalubridad mundial. Después, un foco rojo en cuestión económica con un boquete fiscal de 300 mil millones de pesos. Y para acabarla de amolar, además de que se nos acababa el petróleo, nos aparecen ideas de crear nuestros propios escuadrones de la muerte, fuera de la ley , para combatir la inseguridad. A pesar de eso hay un gran cariño y preocupación por México y su situación.

Habrá que reflexionar que México no está generando buenas noticias por dos razones: Primero, porque estamos tan imbuidos en criticarnos y despedazarnos entre todos que generamos corrientes negativas de acción y pensamiento; y, en segundo lugar, desgraciadamente las buenas noticias no les representan más audiencia a la mayoría de los medios.

Es urgente que México haga una buena campaña de imagen en el extranjero para mejorar la reputación del país, porque entre nuestras realidades y las percepciones podemos seguir creando más incertidumbre que no nos está ayudando en nada.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Comunicación Gubernamental

Hoy, en México vivimos una importante crisis debido a la falta de acuerdos políticos y a la situación financiera, que tiene hundida a la población en una incertidumbre terrible. Si a esto sumamos la crisis en la comunicación gubernamental que existe, lo único que hacemos es incrementar el nivel de inseguridad de los ciudadanos respecto al liderazgo del gobierno.

La comunicación gubernamental, en estos casos, demuestra su gran importancia en la identificación de los problemas; en la orientación a la sociedad, y en su apoyo para conseguir consensos sociales. Desafortunadamente, aún perdura la antigua visión, en la mayoría de las Direcciones de Comunicación Social, de informar a los medios de comunicación y de permanecer en una actitud reactiva, cuando hoy lo que se necesita es que tengan una pro-actividad absoluta para informar las acciones que se realizan.

Por otra parte, la insensibilidad y el mal tino de las declaraciones de los políticos y funcionarios del gobierno, no ayudan en el mar de problemas. De hecho, lo único que logran es incrementar la tensión social en la población, al llevar a la arena pública las contrariedades políticas de los grupos y partidos.

Es imprescindible que en México, los políticos entiendan la importancia de la comunicación, y de lo que ésta puede hacer en pro de sus proyectos gubernamentales. En muchos casos, debido a una mala planeación y la falta de estrategias para la difusión de las acciones de gobierno, se crean grandes problemas públicos y discrepancias sociales, que hacen que acciones bien definidas sean mal entendidas, por el simple hecho de comunicarlas mal.

Y si a esto le sumamos el enrarecido entorno de disputa y desacuerdos, la comunicación, en lugar de ayudar, incrementa la incertidumbre social, ya que al no hacerlo adecuadamente, o se crea desinformación o simplemente se deja a la deriva de la imaginación pública la búsqueda de las razones y el por qué de las acciones del gobierno.

Es de vital importancia que los comunicadores gubernamentales, tomen cartas en el asunto, ya que la incertidumbre social y la mala imagen del país, está encontrando campo fértil en esta deficiencia de la comunicación gubernamental.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Que la nación se los demande

El resultado de la negociación del primer paquete de leyes, al inicio de la segunda Legislatura de la presidencia de Felipe Calderón, dejó muy mal estacionados a todos los grupos en México. Nadie se salvará de pagar los respectivos costos políticos, a pesar de que todos jugaron a no cargarlos; en general, sus apreciaciones definitivamente les fallaron y todos perdieron.

Por la arrogancia política, que caracteriza a esta generación de políticos, perdimos todos y perdió México. Sabemos que no había plan B, por la simple y sencilla razón de que, al no tener el ingreso petrolero, a México no le queda otro camino que cobrar más impuestos. Si supuestamente ya todos lo saben, ¿Por qué entrar al juego perverso de una negociación que de antemano iba a ser fallida? El saldo es desastroso, finalmente a nadie le convino este enfrentamiento.

A la presidencia le quedó claro que la disciplina en su partido no está funcionando y que hay grupos antagónicos con los que no va a contar a partir de ahora. Pero el caso más grave radica en el enfrentamiento con los empresarios que, en franca desconfianza con el Ejecutivo, fueron directamente a negociar con el Senado, lo que desató la molestia presidencial. Ha quedado una gran brecha abierta entre el ejecutivo y la iniciativa privada; desafortunadamente, no se ve ningún operador político dentro del gabinete que tenga la altura y la voluntad para llevar a cabo una negociación que pueda resarcir este asunto. Además, parte de ello va a ser dirimido dentro del partido del poder.

Para el PRI, los daños son igual de graves: el enfrentamiento de los Gobernadores y sus diputados contra los senadores fue un choque de trenes. Técnicamente, como resultado de este encontronazo, parece haber varios cadáveres políticos, los cuales no habían ni siquiera podido estrenarse y ya aparecen como fantasmas del recinto legislativo. Parecía que la gran fuerza del PRI estaba en la unión, sobre todo después de ver una aplanadora electoral; pero ha quedado demostrado que hoy, después de los acomodos de la Cámara de Diputados, la alianza es lo que menos existe. También quedó muy claro que la lucha interna por el 2012 apenas empieza, y que será a muerte, sin importar siquiera que se lleven al país de por medio.

De los demás partidos, es evidente que unos serán comparsa, cuidando sus intereses específicos, y que los otros quedaron perdidos en la negociación, sin capacidad de propuesta y rebasados por la situación. Eso sí, solamente son buenos para aprovechar el momento para hacer campañas políticas y gastar el dinero del erario que no se tiene, para hacer spots y culpar a todos los demás partidos.

Nadie en México midió las consecuencias de esta terrible negociación y todos los políticos, los partidos y hasta los empresarios van a terminar pagando muy altos costos por no ponerse de acuerdo para sacar al país delante.

Y será la Nación en su conjunto, como lo dice el juramento que hicieron al tomar su puesto, la que les cobre su gran arrogancia.

México está débil, la situación económica es compleja, ya no se tiene petróleo, no se ha llevado a cabo una adecuada reconversión industrial que sustituya el ingreso petrolero, se tienen monopolios privados y públicos que no permiten el desarrollo, y la competitividad en sectores estratégicos cierran puertas a la inversión extranjera, y, para acabarla de complicar, sin acuerdos internos entre grupos de poder y grupos de presión. Si no se llega a un pacto nacional, el panorama puede complicase, se sigue jugando a la teoría del caos.

Desde el punto de vista social, los políticos están olvidándose que venimos de una elección compleja y que la elección fue ganada por un voto de castigo; entre la población hay un gran hartazgo y esta negociación fallida entre los grupos políticos dañó directamente a la ciudadanía. Somos los paganos directos de una mala negociación.

La democracia en México está generando nuevos costos en el balance del poder, los diputados son los grandes perdedores y, por donde se le vea, tarde o temprano ellos pagarán primero las consecuencias. Ya empiezan las presiones para la desaparición de los diputados plurinominales, y si a esto le sumamos que están atrapados entre el pleito de los gobernadores y los senadores, ésta Cámara definitivamente será la primera a la que deberán de sacrificar.

Urgen operadores para negociar nuevos acuerdos sociales. El daño y la división entre grupos no son sanos para el sistema político ni para la nación. Hay que negociar entre grupos y, sobre todo, negociar con la sociedad para generar armonía y transitar de una manera pacífica por un difícil año electoral.

De los costos políticos, señores, ya no se preocupen: tarde o temprano que la Nación se los demande.

viernes, 30 de octubre de 2009

El trabajo invisible

Hace poco se publicó un libro que pretende, de alguna manera, desacreditar el trabajo que hacen las relaciones públicas. El autor es un orador y consultor en mercadotecnia que trata de establecer un símil con la obra que escribiera Al Rise y su Hija, hace siete años. Lo que más me preocupa, es que "genios" que no conocen la profesión hagan declaraciones que dañen la reputación de ésta importante disciplina de la comunicación y los negocios.

Considero importante mencionar que es inútil tratar de comparar las relaciones públicas con la publicidad, ya que ambas son disciplinas de la comunicación, las dos ayudan a las empresas a lograr sus objetivos, pero de diferentes formas. Además de que cada una es complementaria de la otra, de ahí viene el concepto de comunicación integral.

Las RP se mueven más dentro del terreno de la estrategia y la consultoría para el manejo de la reputación y la credibilidad; nacen de la estrategia de negocios, del consejo directivo o de la dirección general, para comunicarséla a los diferentes públicos internos y externos. La publicidad tiene muy claro su objetivo de venta de productos y servicios, y nace de la estrategia de negocios y de la mercadotecnia de la compañía. En casos determinados, ambas disciplinas, ayudan a la otra a expandir y ampliar sus alcances, pero de manera colaborativa.

Muchos mercadólogos presionados por el logro de los objetivos y el aumento de los costos publicitarios, han querido sustiuir una disciplina con la otra, teniendo grandes decepciones y dejando de creer en las RP. Por otra parte, en otros casos, solamente se ha querido utilizar una de las tantas acciones que las RP realizan (la relación con los medios) para que bajo el mal entendido concepto de "conseguir notas gratis", les ayude a vender sus productos. Esta última acción ha causado muchos descalabros, ya que los medios de comunicación masivos, se pusieron a la defensiva y los ejecutivos de marketing, desesperados, invirtieron en pautas editoriales, ocasionando un desbalance en la relación editorial de las empresas, los medios y las agencias.

Las relaciones públicas son una disciplina estratégica, en donde muchas veces las estrategias que se definen son para evitar riesgos. Bajo este concepto, es muy difícil que la gente pueda entender que cuando uno trabaja para evitar riesgos, "técnicamente significa" que no le pase nada malo a una empresa, en un ambiente desfavorable. Desafortunadamente, cuando se tiene éxito lo único que se reporta es: "como se planeó, no paso nada y se evitó el riesgo", el problema con esto es que las RP en muchas ocasiones no reporta ni grandes ventas, ni se ganan concursos creativos, por lo que el trabajo del consultor estratégico, como la reputación, son invisibles, no hay premios, ni publicidad, ni nada qué presumir a los ojos del supuesto éxito.

jueves, 29 de octubre de 2009

Sin escuela política

Hoy, los mexicanos nos sentimos huérfanos políticos y no sé si siempre nos hemos sentido así o, por lo menos, es un sentimiento muy recurrente en este país; esto es gracias a la insensibilidad de nuestros políticos. Ahora que se discute el famoso paquete fiscal, los hemos oído decir una cantidad inaudita de cosas sin sentido que lastiman y ofenden la inteligencia de tirios y troyanos, mexicanos todos ellos.

Estudios sobre ciudadanos y política refieren que los ciudadanos regularmente no quieren saber sobre política y solamente se preocupan cuando hay elecciones. Considero que en México esa regla se rompe; con tanta crisis y tanto escándalo, no es que nos interese en realidad, pero es innegable que tenemos que oír las barrabasadas que discuten y sus argumentos para defender lo indefendible. Lo único que demuestran con sus dichos, además de su insensibilidad a los problemas y a la pobreza, es que su única preocupación es por el poder y el cuidado de sus privilegios y no por resolver los problemas reales del país.

Como resultado de esto, pedimos a gritos cambiar a nuestros políticos y, si efectivamente tenemos razón, es urgente cambiarlos. Sin embargo, esto nos lleva otro pequeño problema, ¿De dónde sacamos a los nuevos? ¿Qué tipo de nuevos políticos necesitamos?, ¿De dónde sacamos el molde? Lo que nos lleva a darnos cuenta que no tenemos escuela que seguir, el único molde o ejemplo más conocido para nosotros, los mexicanos, es aquel que por 70 años ha estado en el poder: el PRI y este modelo es parte de lo que nos está acabando.

A pesar de la alternancia, los políticos nuevos no han podido definir una forma de hacer política y, desafortunadamente, todos son una mala copia de los viejos priistas, unos más avorazados, otros más corruptos, otros más cínicos, etcétera, pocos se salvan. Tristemente, una muestra de esta terrible situación, es que hoy vemos a viejos priistas que militan en otros partidos quejándose de lo que a ellos el sistema y el poder de otra época les obligo a hacer.

Otra muestra es el hecho de que los nuevos legisladores llegan a elaborar un paquete fiscal sin conocer la problemática exacta o los números a los que se refería el Secretario de Hacienda, y votan por las propuestas sin haberlas visto.

Y para muestra un botón, hace algunos días, revisando la integración de una de las tantas comisiones de la Cámara de Diputados, me di cuenta que cuatro de treinta integrantes en total, tenían experiencia o sabían del tema; y por si fuera poco, solamente uno, en lo que va del periodo, había colocado una iniciativa o punto de acuerdo que tuviera que ver con los asuntos de dicha comisión. Las demás iniciativas elaboradas eran insuficientes, no tenían nada que ver y eran totalmente intrascendentes. Ésos son nuestros legisladores, pero ¿de quién es la culpa, del indio que lo hizo compadre o de los que los refrendamos como única opción?

Y entonces el dilema es, ¿Seguimos algún ejemplo o modelo de políticos? La mala noticia es que no tenemos ninguno bueno. ¿Cambiamos el sistema político? Si no se ponen de acuerdo en el presupuesto, menos se van a poner de acuerdo en eso y, si se pusieran de acuerdo, ¿qué modelo, de dónde lo copiamos? O, ¿inventamos uno propio, a la mexicana? No hay muchas opciones.

Esto nos lleva a darnos cuenta que entonces nuestra cultura, en el fondo, es lo que está fallando. Hemos tenido hombres excepcionales, pero en su mayoría han sido ahogados por el sistema político y cultural de México. Lo que entonces nos haría pensar que debemos de cambiar todos nosotros.

Hoy vemos que nadie en México quiere perder sus privilegios, que somos una cultura que queremos que se hagan cambios, pero siempre empezando en la casa de mi compadre, mientras que a mí no me toquen.

¿Qué hacer entonces? Si no tenemos una escuela política que seguir, ¿quién debe de cambiar primero? ¿Los políticos o los ciudadanos? Eso es un gran dilema. Sonaría lógico que los menos, los políticos, iniciaran la transformación, pero nuestro sistema no se los permite; ejemplo, nadie secundó el hecho de reducir las prerrogativas de los partidos. Entonces, los más, ¿los ciudadanos somos los que debemos cambiar? Suena ilógico, pero en el mundo al revés que estamos viviendo en México, quizá es más fácil empezar por ahí, para que poco a poco vayamos presionando a los políticos a cambiar.

Ante el hecho de que los pocos no se ponen de acuerdo, pudiera ser factible que los más sí lo hagamos, como hoy lo abogamos contra la elevación los impuestos originada sólo por el simple hecho de que los menos así lo decidieron.

lunes, 26 de octubre de 2009

La velocidad de cambio

El mundo de la comunicación sigue cambiando a gran velocidad: esta semana se vuelve a dar la noticia de que varios periódicos tomaron la decisión de cerrar sus versiones impresas por razones de rentabilidad. Aquel mundo digital que se planteaba hace dos años ya nos alcanzó, hoy es una realidad.
El mundo de la comunicación sigue su curso de cambio; cuando a principios del año Twitter empezaba como una novedad, hoy ya es algo muy común y exitoso con más de 100,000 seguidores y aumentando su plataforma de servicios cada día.
Ayer escuchaba un programa de radio que ofrece a su audiencia todo tipo de opciones de contacto, teléfono, mail, Facebook, Twitter y mensajes de texto; hace cinco años los programas de radio con trabajo tenían teléfono en la cabina.
Todos estos cambios implican un gran reto para los comunicadores y para las empresas, la velocidad de creación de noticias y la interactividad con los diferentes públicos hoy crece de manera desmedida. Cuando se está pensando en mandar un boletín de prensa a medios impresos, puede ser posible que una contra noticia ya esté en Facebook o en cualquier otro medio y, por lo tanto, los departamentos de comunicación empiezan a reaccionar, la información ya pudo haber ido y regresado transformando todo el contexto y el ambiente.
Es necesario aprender a estar digitalmente en línea y medir los tiempos de cada uno de los medios. Las ventanas de oportunidad informativa hoy se están abriendo y cerrando con mayor velocidad conformando un reto para los comunicadores de hoy: las oportunidades para difundir son más breves y repetitivas mientras los grandes corporativos no son tan rápidos en reaccionar.
Continuaremos viendo cambios en la interactividad de la información y los comunicadores debemos seguir aprendiendo a usar todas estas herramientas basados en el aspecto fundamental de que estos cambios no son en las herramientas solamente, en el fondo lo que está cambiando es la forma de comunicación del humano, está cambiando el consumidor, está cambiando el ciudadano y eso no solamente impacta la herramienta, modifica el lenguaje y las formas de la comunicación humana. Como profesionales de esta disciplina debemos aprender a aprender esta nueva comunicación y cómo se mueven los nuevos canales.

jueves, 22 de octubre de 2009

Marchas, twitter y el barómetro empresarial.

A una semana de la manifestación de los electricistas y tras analizar sus escasos resultados, me da la impresión de que las marchas, manifestaciones y las muestras del músculo social empiezan a perderse ante la globalización y tecnologización de nuestros procesos sociales. Además de convertirse en un problema más de tráfico en la ciudad más grande del mundo.

A la marcha asistieron los mismos de siempre, grupos extremos que igual se movilizan por una cosa que por otra, lo que les ha ido quitando validez por el simple hecho de ir a todas; rancios políticos de izquierda de los sesenta, a los cuales la revolución y los cambios democráticos del país los han llevado a ser diputados y senadores y, por esta simple razón, ya no estaría justificado estar en la calle. ¿O qué? ¿No se han enterado que para eso llegaron a las cámaras, después de un largo camino desde el 68? Antes, como el gobierno cerraba todos los espacios, reprimiéndolos y suprimiendo su libertad de expresión, efectivamente el único camino era la calle.

Algunos de los participantes de la marcha, como AMLO, experto en este tipo de acciones, minimizaron las marchas cuando fueron gobernantes, como el caso de la movilización en contra la inseguridad, para después, él mismo, bloquear la avenida Reforma, abusando hasta el máximo de esta estrategia y llevando a los ciudadanos del país al inmenso hartazgo.

Por otra parte, la marcha fue seguida y reportada en Twitter, la nueva red social que permite mandar mensajes de lo que se está haciendo por minuto. Por lo tanto, las personas pudieron seguir la marcha sin necesidad de arriesgarse a estar en medio del tumulto, teniendo mucha gente del interior del país la posibilidad de convertirse en un marchista digital.

Los pleitos, dimes y diretes que hoy se están dando en esta red, empiezan a matar poco a poco la razón de ser de las marchas. A mi parecer, ya no hay razón de ser, en una ciudad de este tamaño, que los grupos políticos salgan a mostrar el supuesto músculo callejero, cuando hay libertad de decir lo que quieran en donde quieran. Por ende, es más triste la historia de estos líderes pasados de moda, cuando ellos mismos tratan de ocultar sus mentiras, ante pruebas contundentes, que corren por Internet, a la simple vista de todos.

Pereciera que hay más drama y se dicen más cosas importantes en Twitter, que lo que se dijo en el Zócalo esa tarde. Amén, que el objetivo de la marcha se perdió cuando apagaron la luz de la catedral y todos se fueron a sus casas.

Contra lo que pasaba en los sesenta, hoy tenemos blogs, mails, páginas web y la posibilidad de enterarnos de todo lo habido y por haber; ya no hay represión cultural, tampoco ideológica, ni fronteras en la información. Recordemos que el subcomandante Marcos era más famoso en Europa que aquí en México. Mientras que estos muchachos creen que saliendo a la calle o amenazando con una huelga nacional, la cual nadie seguiría, quieren tapar una verdad conocida por sus trabajadores, que en algunos casos eran cómplices, ya fuera por gusto, obligados por el sistema o porque sufrían sin remedio las políticas antiguas de los líderes sindicales.

Mientras en el país, entre las fuerzas políticas siguen debatiendo el paquete fiscal, ya salió que al no tener el gobierno un plan “B”, el PRI sí lo tiene y hace arreglos para que todo quede parecido, pero diferente, demostrando con esto su mayoría y tratando de dejar mal al gobierno y al PAN. Mientras, los partidos de izquierda, en su afán de lucha en contra del sistema y ante su mínima capacidad de maniobra, regresan a la táctica de la marcha o el bloqueo, pero aplicada al Congreso, tomando la tribuna para evitar la autorización del pleno. Estas estrategias se ven tan infantiles que dan pena.

Lo único malo de todo esto es que el ánimo de los ciudadanos y empresarios va empeorando. La firma de consultoría Deloitte presentó en su Barómetro de Empresas, Undécima Edición, los resultados de una encuesta con 335 ejecutivos de las más importantes empresas de México. Lo que podemos ver es que el ánimo y la expectativa sobre el entorno de negocios mejora en un 5 por ciento contra el mismo mes del año anterior. Desafortunadamente, cambió la expectativa sobre el futuro y, a partir de junio de este año, los empresarios vuelven a ver que la economía para el año 2010 no va a ser nada halagüeña.

Y el dato más grave que reporta este estudio es el salto incremental desfavorable sobre el obstáculo más grande para la economía en opinión de los entrevistados, que pasa del 6.6 por ciento al 38.3 por ciento en tan sólo 7 meses. ¿Cuál cree usted que es ese obstáculo? Claro, el desacuerdo político, que es lo que frena el desarrollo de cualquier país. En entrevista de radio, un ejecutivo de esta firma comparaba el estudio que se hace en México con el que se hizo en Brasil, ¿y cuáles cree usted que eran los números antes de la recuperación económica de ese país? Efectivamente, era totalmente a la inversa de lo que vemos aquí en México.

Sí siguen los grupos políticos tomando sus decisiones sin sentarse a la mesa para negociar, es muy probable que sigamos decayendo en el ánimo empresarial y, si a eso le ponemos un aumento de impuestos, quién sabe si habrá país para el 2012.

lunes, 19 de octubre de 2009

Calderón se Fortalece- Revista CAMBIO

Articulo de Victor Mayén en la REVISTA CAMBIO
Octubre 19, 2009

Calderón se fortalece
Por Víctor Mayén

A la mitad del sexenio, el presidente tomó la decisión más trascendental de su mandato sin anteponer los intereses político-electorales de su partido.

La histórica decisión de extinguir a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y desactivar simultáneamente al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), fortalece al presidente Felipe Calderón, actualiza la agenda pendiente de la alternancia y la transición política, y acerca al país a un régimen democrático funcional.

Es justo a mitad del sexenio, cuando Felipe Calderón tomó una de las medidas, hasta el momento, más trascendentales debido a que tiene de por medio la evaluación social a través de las urnas y las encuestas.

Tras ejecutar eae a partir del discurso del Ejecutivo federal del 2 de septiembre pasado, en el que invitó a los mexicanos a pasar de la lógica de los cambios posibles, calculados por el impacto electoral, a pasar a la lógica de los cambios necesarios y urgentes para México.

Con esta palabras, el Presidente abrió el camino de la trasformación y el fortalecimiento de la investidura presidencial que había quedado debilitada desde que se abrió la transición en México en 2000.

Sabino Bastidas Colinas, analista político, afirma que esta decisión sofoca la exigencia que se le había hecho al Presidente de ejercer la democracia y tomar determinaciones.

“En todas las transiciones democráticas, los gobiernos emanados de la democracia se ven en la necesidad de enfrentar y desmantelar prácticas autoritarias del viejo régimen”, explica.

El investigador del CIDAC asegura que “la resolución de Felipe Calderón no es un asunto en contra de los sindicatos, o en contra de los trabajadores, sino contra un absurdo que era inviable económicamente”.

A esto, Marco Herrera, especialista en comunicación política, señala que el Presidente con su decisión gana mucho y pierde poco.

“El hecho de tomar decisiones que se vienen postergando desde hace tres o cuatro sexenios, implica muchos riesgos y si se hacen las cosas bien, puede quedar en el ánimo de la gente que está tomando decisiones adecuadas”, resalta.

En tanto, el legislador Gustavo Madero, sostiene que la determinación del Ejecutivo fue “valiente, audaz necesaria para modernizar el sector energético… una decisión que lo prestigia, que resalta su capacidad como estadista y como líder de los mexicanos”.

Por su parte, el presidente del PAN César Nava expresó que Acción Nacional respalda la decisión del presidente Felipe Calderón porque es una medida oportuna que redundará en el mejor servicio a los usuarios; se trata de una compañía que venía arrastrando pérdidas y deficiencias en el servicio.“Se trata de una medida aplaudible que respaldamos y acompañaremos. Es un paso valiente, es una decisión histórica la que anunció el presidente y Acción Nacional la respalda en forma enfática y sin ninguna duda”, resaltó el también diputado.

RENTABILIDAD

El politólogo Sabino Bastidas asegura que la decisión de extinguir Luz y Fuerza, a futuro traerá una rentabilidad político-electoral al gobierno de Felipe Calderón. Pero, advierte que la misma dependerá de cuál sea el desenlace del proceso de extinción de LyFC.

“Condicionaría la rentabilidad electoral o política al desenlace final de este proceso, no es un sólo momento, esto no hay que asumirlo como un hecho aislado, sino como un proceso que debe resultar exitoso en el mediano y largo plazo. Si efectivamente sale bien, si efectivamente el Presidente logra que esto se transite de manera pacífica, que efectivamente se liquide la empresa y los trabajadores tomen la liquidación que les corresponde y todo esto sale bien, sin duda estamos ante un Calderón diferente al que teníamos antes de tomar esta decisión”, señala.

Sin embargo, Marco Herrera, autor del libro Los efectos de la comunicación en la elección del 2006 en México, no coincide con el planteamiento de Bastidas, y descarta que la resolución de Calderón haya sido planeada para darle votos al Partido Acción Nacional.

Fue —argumenta— una decisión política que fortalece al Primer Mandatario ante la opinión pública, ante la ciudadanía, que lo deja “muy fortalecido”, aún a pesar de los grupos políticos discordantes con su planteamiento.

Mientras que Gustavo Madero, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, asegura que el 70 por ciento de la población refrenda la decisión de Calderón de extinguir a la Compañía de Luz y cree que este tipo de acciones permitirán a México avanzar y exponer a los mexicanos que están defendiendo el pasado y los privilegios.

En el estudio de opinión realizado por GCE-Milenio, el 69 por ciento de los encuestados está de acuerdo en que el gobierno ponga orden aunque existan movilizaciones y resistencias de carácter laboral.

El senador panista añade: “Atacar la decisión del Presidente es una posición reaccionaria. Es exactamente defender los privilegios y es defender el pasado y la corrupción. Creo que hay un gran reconocimiento a esta decisión del Ejecutivo, que más que un costo le traerá mucho apoyo”.

LIDERAZGO

Tanto Sabino Bastidas, como Marco Herrera, coinciden en que el presidente Calderón en el futuro debe tomar más decisiones, como la de extinguir a Ly FC.

Marco Herrera asegura que el país necesita dejar atrás los juegos políticos y “necesita que se tomen decisiones para salir del bache económico en el que estamos metidos, y mientras no se tomen las decisiones y se sigan haciendo los políticos, creo que México no va a salir adelante”.

En tanto, Sabino Bastidas refiere que la democracia no significa anarquía y si el Presidente reencauzó al país de nuevo hacia un régimen democrático funcional, no debe postergar aquellas decisiones de Estado.

Explica: “No confundamos, la democracia significa tomar las decisiones de manera transparente, de manera colectiva, con autoridades legítimas, eso es democracia. “Y el desorden en el que han caído muchos rubros de la vida cotidiana de México, la parálisis de muchos temas, los privilegios de muchos actores tanto de la derecha como de la izquierda, claramente poco a poco, harían inviable la democracia, me parece que el tomar decisiones en un sentido u otro nos acerca a un régimen democrático funcional”.

Entretanto, Gustavo Madero afirma que como país, “en México somos lentos para tomar algunas de las decisiones que son necesarias para la modernización de la economía, de los sectores estratégicos. El propio ex presidente Luis Echeverría durante su mandato, en 1974, había ordenado la liquidación de Luz y Fuerza, y no fue sino hasta hoy que el presidente Felipe Calderón asume un liderazgo, una responsabilidad histórica para avanzar en esta dirección”, precisa.

El coordinador del PAN en el Senado, pide a los actores políticos y a la opinión pública en general, cerrar filas y apoyar al presidente Calderón en esta resolución, “es muy importante que en esta decisión nos pronunciemos a favor de los mexicanos que queremos empujar precisamente la eliminación de los privilegios, de las transferencias e recursos públicos hacia sectores reducidos, que ostentan privilegios injustificados”.

Madero reconoce que a partir de esta determinación de Calderón, el país entra a un momento de definiciones importantes. “Es un momento en el que tenemos que sumar, consolidar y respaldar al presidente Calderón en estas decisiones, porque son las que van a permitir que el país recupere gran parte de su competitividad y de su productividad perdidas”.

A revisión

El politólogo Sabino Bastidas y el coordinador del PAN, Gustavo Madero, coinciden en que el presidente Calderón debe revisar la legalidad de otros sindicatos, como el de los maestros, o los petroleros. Hacer que transparenten las grandes transferencias de recursos que reciben de la Federación para su operatividad.

Madero pondera que el SNTE y el sindicato petrolero no son impunes. “Aquí no hay intocables, no hay privilegios, el chiste es que se acaben los privilegios”, reitera.

Sabino Bastidas señala que hay otros enclaves autoritarios u otros actores, que por supuesto están siendo “pícaros”, que tienen privilegios o condiciones que son abusivas, que viven del presupuesto.

Pero, ese hecho no justificaría, o no sería argumento para no emprender por algún lado las cosas, todavía faltan otros sindicatos, hay que tocar monopolios empresariales, hay que tocar otros intereses, no significa que no se tenga que empezar por algún lado”, declara.

En discordancia con ellos, Marco Herrera sostiene que la decisión de Calderón que aplicó indirectamente en el Sindicato Mexicano de Electricistas, “se pueda aplicar con otros sindicatos, porque la acción que tomó el Gobierno fue para Luz y Fuerza, y eso daña al sindicato.

“Creo que no hay ningún otro caso parecido referente a los sindicatos, en donde se pudiera tomar una decisión de la misma magnitud, creo que no se va a ir, o no pueden aplicar la misma regla con los demás sindicatos”, asegura.

Fortaleza

Sin embargo, tanto Marco Herrera, como Sabino Bastidas, coinciden en que la decisión de Calderón de extinguir Luz y Fuerza, lo fortalece, más allá de legitimarlo en el poder.

El politólogo Sabido Bastidas, reconoce que esta determinación fortalece en todos sentidos al Presidente.

“Creo que es un Presidente que toma decisiones, marcando un rumbo, que puede haber o no simpatías con las decisiones, puede haber enojo, puede haber gente que no esté de acuerdo, pero es un señor que está ejerciendo las facultades que le otorga la Constitución y la ley”, reconoce.

Añade que esta resolución debe entenderse como la facultad que tienen los poderes públicos emanados de la democracia, de ejercer gobierno. Insiste que la “democracia no significa anarquía, no significa postergar todas las decisiones del Estado; la democracia significa tomar las decisiones de manera transparente, de manera colectiva, con autoridades legítimas, eso es democracia”, reitera.

En esta ejecución del poder la determinación del Presidente, no sólo fue para extinguir a una compañía inoperante financiera y laboralmente, sino también para desaparecer a un enemigo político, reflejado en el liderazgo sindical de Martín Esparza.

Marco Herrera establece que queda muy claro que eliminar Luz y Fuerza, llevaba necesariamente al líder del SME, Martín Esparza, a pagar la factura de financiar el movimiento de Andrés Manuel López Obrador con recursos públicos que se le proveían al sindicato.

Bastidas expresa que cuando un gobierno toma una decisión, “discrimina dentro de las opciones posibles distintas formas y distintos escenarios”; el SME, afirma, había capturado a la Compañía de Luz, con una cantidad de privilegios, que eran groseros e insostenibles.

La percepción de la ciudadanía es que el 66 por ciento está de acuerdo en que los partidos deben mantenerse ajenos al conflicto

viernes, 16 de octubre de 2009

Comunicación para el apagón

Hemos vivido durante esta semana un hecho totalmente inusual en este país, le apagaron la luz a una empresa totalmente ineficiente y, de paso, se acabó la historia de uno de los sindicatos más poderosos y combativos en México. Fue una operación compleja en su impacto político y complicada en su operación, la cual requirió una gran planeación estratégica; donde una de las herramientas más importantes para su éxito es la comunicación.

En una situación de este tipo, la comunicación se planea para cada una de las fases y es de tal importancia que, tomada la decisión y después de hacer el anuncio, el resto del proyecto se deja en manos de la comunicación. Si analizamos que la acción importante (el anuncio del decreto y la toma de las instalaciones) fue el sábado en la noche cuando medio México celebraba el pase al mundial, nos percatamos que ya estaban cerradas las ediciones de los noticieros (siendo además el día de descanso). Era obvio que la noticia no tendría gran difusión, la intervención había sido planeada de esa manera para minimizar el impacto; más tarde, el domingo por la noche, el anuncio en cadena nacional por parte del Presidente, perfectamente medido y cuidado, haría la segunda parte de la estrategia.

El lunes por la mañana, con los mensajes perfectamente definidos, los Secretarios de Gobernación y Energía, así como el Director General de la CFE, en entrevistas en todos los noticieros, con mensajes consistentes, daban certidumbre a los trabajadores de la CFyL y a la población en general. La mañana pasaba entre asombro para unos y resignación para otros. El refuerzo en los noticieros nocturnos, aclarando dudas y más conferencias de prensa el martes por la mañana, van llevando el asunto por los caminos planteados.

El sindicato, por su parte y con su arrogancia acostumbrada, celebraba el futbol y para cuando fueron avisados, asombrados e incrédulos trataron de organizarse y generar una respuesta. Así, fue hasta el domingo a medio día que se organizaron para tomar decisiones y hacer marchas; ya por la noche corrían de noticiero en noticiero, intentando posicionar sus mensajes y amenazas y tratando de hacer un control de daños. El hecho estaba consumado y la situación los tomó por sorpresa.

Con el escenario planteado en las primeras 24 horas, el Gobierno lleva ganada la partida hasta ahora. Todo lo que veamos en los siguientes días será un asunto jurídico y mediático en donde se tratará de ganar los espacios en la opinión pública. Sin embargo, la consistencia del plan de comunicación, por lo que se ha visto, blindó de una muy buena manera la decisión, la acción de la toma de las instalaciones y las consecuencias. Tan es así que la opinión pública en las mediciones está más a favor de la decisión del Gobierno y el comentario general en los medios, es que fue un operativo limpio y legal.

Esta es la importancia de la visión de las relaciones públicas para este tipo de situaciones. En este caso es un gran trabajo de las áreas de comunicación social y de su grupo de expertos en comunicación y manejo de crisis, que hacen la planeación milimétrica, con el planteamiento de los diferentes escenarios y con las respuestas perfectamente dirigidas y medidas.

En subsecuentes días seguiremos viendo cómo se desarrolla el asunto y ganará el que tome las mejores decisiones y el que gane el espacio de la opinión publicada. En este caso podemos ver cómo la comunicación fue la luz para los que organizaron el apagón.

jueves, 15 de octubre de 2009

Diablitos

Ahora que el gobierno de Felipe Calderón decidió liquidar la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, cabe hacer un sinfín de reflexiones y teorías dominicales, he aquí algunas.

México es como un poste de luz lleno de diablitos, de ésos que maneja LyFC en la ciudad de México: el poste y las instalaciones son el país, el gobierno son los directivos (que toman medidas que pocos aceptan), los ciudadanos son los consumidores, que en su gran mayoría ponen diablitos para obtener el servicio (bienestar social, servicios, infraestructura) sin pagarlo como se debe (impuestos); por su parte la empresa (México), que es rehén del sindicato (ídem, más los partidos políticos y anexas), por no querer dejar de recibir las canonjías ganadas (logro revolucionario) y que, además de usarlos para sus propios beneficios (corrupción, gimnasios, caballos, ranchos y logros sindicales), lo utilizan para hacer política a sus anchas (dinero entregado a sus cómplices políticos), con el agravante que, además, es dinero del Gobierno que se estaría usando en su contra.

El diablito y el poste de luz es una de las mejores analogías que resumen el carácter del mexicano en su actitud general: arriesgarse a quedar electrocutado por obtener algo gratis y, más allá de ser gratis, es el hecho de demostrar la capacidad y uso del ingenio para burlar las leyes o burlarse del gobierno. Esto en especial, al mexicano lo hace sentirse ingenioso y valiente. El diablito es una más de las características y desgracias nacionales que no hemos podido erradicar de nuestra cultura y que no nos deja avanzar para ser más competitivos.

En otra reflexión, me viene una pregunta a la mente: ¿Qué situación tan grave hay detrás de todo esto para que en un momento tan complicado para el Presidente y su mandato se decida tomar esta difícil decisión? Sobre todo cuando la empresa ya se encontraba en liquidación y varios presidentes anteriores, no procedieron a dar el último paso por representar riesgos enormes para la seguridad nacional. ¿Significará ahora que el no hacerlo pudiera representar un riesgo mayor?

Sobre todo ahora que el presidente, al parecer, no tiene grandes apoyos. ¡Hasta algunos miembros de su mismo partido se han batido en un maremágnum de declaraciones que no ayudan al proceso! ¿Será que los miembros de las Cámaras también son rehenes de los intereses que ahí se mueven y se ven rebasados al cuidar a su partido y a su Presidente? ¿Será esto parte del juego político al que obliga la decisión?


Para Calderón, uno de los grandes riesgos que esto implica es que toda la oposición se alinee al sindicato ­--como se vio en la marcha del jueves—pero, además, es probable que grupos que no están declaradamente a favor del movimiento lo puedan hacer o, simplemente, se mantengan en un cómplice silencio. Por los tiempos políticos que estamos viviendo, en donde está en juego la autorización del paquete fiscal, esto pudiera debilitar más a la Presidencia.

O ¿Puede ser que el Presidente --ante un PRI fuerte y dominante en la Cámara de Diputados y habiendo elecciones importantes en la ruta al 2012 y con todas las apuestas en contra-- lance la liquidación de LyFC, así como el llamado a cortar gastos de los partidos, como una estrategia para ganar espacios y donde se tiene más que ganar que realmente perder? Y esto apostando a la lógica de que este hecho obligaría a las fuerzas políticas a definirse a favor o en contra de que México avance.

Ya vimos como el PRD y el PT inmediatamente se alinearon con el SME, lo que al parecer ratificaría la teoría de que este sindicato apoyó a AMLO en el plantón de Reforma y de que parte de los recursos del SME son los que están financiando los movimientos con los que se quiere desestabilizar al sistema. En ese caso, estaríamos hablando de un serio problema de seguridad nacional para el 2010 ante el Bicentenario y las amenazas de grupos extremos. Si es así la jugada, a pesar de sonar fuera de lugar, obedecería a una lógica entendible.

Cuando escuchamos a los partidarios de la izquierda que apoyan al sindicato gritando en la calle que se respeten los derechos de los sindicalistas, sólo queda pensar que con esa acción están defendiendo las prácticas corruptas, están cuidando los intereses económicos de unos cuantos, están defendiendo las malas prácticas y el mal servicio. El problema es que con esta posición, no cabe entender de estos partidos y luchadores sociales, el otro discurso sobre la ayuda a los pobres, la democracia para todos, y menos que cuando apoyan a ese sindicato solamente lo hacen por los 40 mil empleados, la inauguración de gimnasios lujosos, las prácticas corporativas, etcétera, ¿Y los otros 50 millones de pobres de los que tanto se preocupan, dónde los dejan? ¿No suena un poco incongruente?

Queda claro que a México los diablitos de la luz, los diablitos ciudadanos, los diablitos políticos y, sobre todo, los de los sindicatos le hacen mucho daño el país. Algún día habría que empezar a exorcizarlos. Curioso que al PAN le toque hacer este trabajo, ¿Casualidad o encargo divino?

jueves, 8 de octubre de 2009

Los males de México

Lo que dice la opinión publicada (lo que se publica en los medios): La información es confusa, especialistas dicen que el mundo se aleja del precipicio, que la crisis económica ya pasó, aparecen signos de recuperación; escuchamos también que México ya no produce lo que el mundo necesita. Vemos a Brasil ganar terreno, la mejor economía de la región, le gana los Juegos Olímpicos a EU, tiene petróleo y todas las inversiones extranjeras se están enfocando hacia ese mercado.

Estados Unidos se mueve en terrenos muy frágiles, su recuperación es lenta. Por los cambios que quiere hacer Obama, lo atacan los de derecha y los de la izquierda. Analistas estadounidenses señalan que la situación es muy parecida a cuando asesinaron al primer ministro israelí en 1995, y hasta en Internet se llegaron a hacer apuestas electrónicas para ver quién apostaba por si asesinan o no al presidente Obama; obviamente, el FBI las eliminó. Mientras, en México, la crisis nos destroza, no hay consensos políticos, los monopolios como el SME ponen en jaque a la economía, al gobierno y en el fondo nada pasa, todo sigue igual.

Lo que dice la opinión pública (lo que la gente piensa y dice): No al aumento de impuestos, ya pónganse de acuerdo, los políticos no sirven para nada, ni un peso más hasta que nos digan cómo se gasta el dinero. Ya no podemos más, estamos hartos. Por una parte, nos suben los impuestos, el agua y el predial y, por otra, los precios han subido en las últimas semanas. No hay agua, sigue la inseguridad, las autoridades no aplican la ley, la corrupción es insoportable, etcétera.

Lo que dice el gobierno: Tenemos un agujero en las finanzas públicas, necesitamos recaudar más, el 2 por ciento es para ayudar a los pobres. Urge eliminar distorsiones del sistema tributario, necesitamos más ingresos, aprueben las reformas, abróchense el cinturón, ya hicimos recortes, necesitamos inversión extranjera, que vengan los turistas, etcétera.

Lo que dicen los empresarios: No podemos más con las cargas fiscales, no más impuestos, necesitamos créditos, inversiones extranjeras, certeza jurídica, apoyos del gobierno. Liberen reglas, hagan más licitaciones, liberen el gasto en inversión, necesitamos proyectos de infraestructura, ejerzan el presupuesto de gasto de inversión, bajen el gasto en el IFE, etcétera.

Lo que dicen los políticos: No más impuestos que dañen al pueblo, que el Ejecutivo recorte gastos, no es posible un aumento de 2 por ciento, es imposible seguir dañando a las clases más pobres, tenemos que ver por el pueblo; cambien el modelo económico, ¡pero cámbienlo!, Nos están atacando, quieren dañarnos electoralmente, busquemos mejores soluciones, es falta de voluntad política de la izquierda, es falta de voluntad política de la derecha, busquemos que la revolución haga justicia social, etcétera.

Lo que dicen los sindicatos: No es posible que nuestros logros históricos nos los quieran quitar, son logros que la Revolución nos entregó y no los podemos perderlos, son ataques de la extrema derecha, síntomas de la privatización extrema a la que el país está siendo llevado. ¿Los pobres? ¡Ah…sí, los pobres!, nosotros luchamos por nuestras bases y defendemos los proyectos productivos de nuestra empresa (aunque sea la ineficiente), todo nuestro esfuerzo es por la lucha de las clases de México, etcétera.

Y mientras se da este diálogo (si es que a esto se le puede llamar diálogo) entre los grupos “productivos” de México, los ciudadanos, tenemos que trabajar, enfrentar el terror de tener que pagar más impuestos sin ver un resultado real, sin tener mejor infraestructura; pagando más cara la gasolina, con baches en las calles, enfrentando la falta de agua. Teniendo inseguridad en las calles, una policía con todas las deficiencias existentes, enfrentando una burocracia corrupta, ministerios públicos con un bajo nivel de conocimientos, etcétera.

Las Pymes, por su parte, están tratando de mantener su trabajo con sus pequeños capitales, sin créditos por no tener garantías hipotecarías, manteniendo a sus clientes, generando valor a su producto o servicio a su propio costo, tratando de no correr a sus empleados y lidiando con el retraso de los pagos por parte de sus clientes que, cada día más, extienden los pagos, aunque sean grandes empresas nacionales.

Los comerciantes, a como dé lugar, tratan de vender sus productos, asimilan los altos costos, tratan de no aumentar precios, pero parece imposible: no hay muchas ventas, la gente no tiene dinero, pero hacen su mejor esfuerzo.

Como podemos ver, en México, como siempre, difícilmente nos ponemos de acuerdo, nadie ve el mismo problema, todos tratan de defender su estatus quo y sus propios intereses. Desafortunadamente, no hay un proyecto de nación a futuro y no hay un liderazgo que aglutine toda la fuerza, potencial e inteligencia que existe en nuestro país.

¿Cuándo los líderes del país llamarán a un gran pacto, más allá de la política y los planes electorales? ¿Quiénes y cuándo podremos diseñar un país que quiera trascender, más allá de la posición cómoda del contrato con el gobierno y de la ganancia rápida?

Llamo a la conciencia de los líderes y a la sociedad para hacer propuestas y formalizarlas de alguna manera, para que México pueda alcanzar la grandeza a la que está destinado.