viernes, 30 de abril de 2010

¿Candidato o producto?

México, D.F.- Inicia un nuevo periodo de elecciones. Ya empezamos a ver, previo a las campañas, los esfuerzos de comunicación y posicionamiento de los partidos. En principio, a través de las diferentes campañas de los gobernadores, so pretexto de sus informes de gobierno.

Éstos cuentan con difusión en medios nacionales, unos porque quieren contender en el 2012; o porque pretenden algún puesto, y otros no saben para qué, pero están en horarios estelares. Esto es sólo el inicio de un proceso que, durante los próximos meses, mantendrá el bombardeo publicitario de las campañas, el cual competirá contra el mundial de futbol, los muertos en la lucha contra el narcotráfico y los escándalos políticos que nos acechan.

Lo curioso de la situación es que, en México, iniciamos muy tarde el marketing político y, de pronto, nos fuimos hasta el extremo. Hoy, poco a poco, vamos entrando a una especie de calma un tanto más racional y balanceada, aunque me llama la atención que se siga planteando el debate en términos de que si el candidato es un producto (parecido a una botella de refresco) o una persona.

Hace algunos días estuve en Playa del Carmen impartiendo un diplomado sobre la "Imagen de candidato en campaña", y alguien me preguntó cuál sería la diferencia entre un producto y un candidato. Para mí la respuesta es muy sencilla: un producto es eso, un artículo físico e inanimado que satisface una necesidad humana para su consumo o comodidad.

En el caso de un candidato, es un hombre con ideales, pensamiento, historia, ideología; que piensa y habla, para bien o para mal. Y, por lo mismo, no puede ser promocionado de la misma manera que una botella de refresco o agua. Al final del asunto, estamos hablando de posicionar a un líder que quiere dirigir el destino de la población y que debe de "c o m u n i c a r s e y c o n v e n c e r" a los ciudadanos, en su carácter de electores, para que voten por él, por sus ideales y por su liderazgo. El producto satisface una necesidad, una comodidad o ambas. Al candidato, de manera racional, le estamos otorgando el poder de liderarnos para conseguir una mejor situación social.

Bajo este principio y de manera integral, la campaña política utiliza todas las herramientas de comunicación para poder, primero, darse a conocer; segundo, para compartir la ideología, las propuestas y, finalmente, invitar a los ciudadanos a votar por él.

Veremos todo tipo de comunicación de las campañas y todo tipo de aberraciones de comunicación: escándalos, canciones y, ahora, el catálogo completo de muestras de la condición humana y del apasionamiento en las famosas redes sociales. Esperemos seguir avanzando en mejorar nuestra idea de las campañas políticas; sobre todo, sin olvidar que somos humanos tratándose de comunicar y dialogar para llevar al país a un mejor término.

No se nos olvide que, en el fondo, estamos tratando con humanos y sus aspiraciones y los ciudadanos pueden ser faltos de educación, pero no estúpidos.

jueves, 29 de abril de 2010

Elecciones en Colombia

Bogotá, Colombia.- El país está en pleno proceso electoral, las elecciones se van a realizar el próximo 30 de mayo; el sistema electoral de Colombia funciona con la posibilidad de tener dos vueltas de elección, si es que ninguno de los candidatos obtiene la mitad más uno de los votos que depositen los ciudadanos. A partir de esa fecha, se realizará una nueva votación tres semanas más tarde, es decir, el domingo 20 de junio. En la segunda vuelta participarán los dos candidatos que obtengan las más altas votaciones en la primera vuelta.

El pasado martes por la noche, se realizó el primer debate entre todos los candidatos registrados, organizado por el periódico El Tiempo, y fue transmitido on-line, por radio y televisión, y donde participaron nueve candidatos registrados por los diferentes partidos.

Después del debate y según las últimas encuestas, los que realmente tiene mayores posibilidades son: Juan Manuel Santos Calderón, por el Partido Social de Unidad Nacional, Partido de la U, y Angelino Garzón como fórmula vicepresidencial, quién después del debate presidencial obtiene una intención de voto del 34.2 por ciento; en segundo lugar se encuentra, Antanas Mockus Sivickas, por el Partido Verde, y Sergio Fajardo como fórmula vicepresidencial, quién obtiene 31.6 por ciento de la intención del voto, quedando estos dos candidatos en un empate técnico; y en un lejano tercer lugar está, Noemí Sanín Posada, inscrita por el Partido Conservador, y Luis Ernesto Mejía como fórmula vicepresidencial, que según la última encuesta de Gallup Colombia, queda en un tercer lugar con una intención del voto de 16.2 por ciento. Los demás candidatos están abajo del 6 por ciento de la intención del voto y realmente ni pintan.

Cabe mencionar que, como resultado del debate, el candidato oficialista, Juan Manuel Santos, es el que quedó en el primer lugar, pero antes del debate el candidato del partido Verde, Mockus, es el único candidato que ha seguido creciendo. Otro dato interesante es que, en las encuestas previas al debate, la intención del voto en la segunda vuelta ha estado dominada por el candidato del Partido Verde, en donde la intención se va hasta el casi 50 por ciento de intención del voto.

Por los datos que se tienen hoy, no se tiene un ganador y al parecer puede ser seguro que esta elección se decida en una segunda vuelta. En la última etapa de la campaña, dicen especialistas colombianos, se espera que el partido oficial mueva toda su maquinaria de voto duro, mientras que el candidato verde estará aglutinando a los jóvenes y a los indecisos: al parecer cada vez que lo atacan, la intención de voto aumenta, por lo que los Uribistas, dicen los analistas, mejor no lo atacan. También, como está considerado como un outsider de la política, tiene mucha empatía con todas las redes sociales.

El formato del debate, a pesar de tener presentes a los nueve candidatos, fue bastante ágil y todos los candidatos se manejaron con mucha civilidad. A pesar de que se confrontaron, no cayeron en provocaciones ni nada fuera de una buena urbanidad. Curiosamente, hubo momentos en que todos estuvieron de acuerdo en los grandes problemas nacionales y hasta hubo propuestas más allá de la elección en donde se comentó que si ya se tenía consenso, por qué al día siguiente no se firmaban pactos o acuerdos en las Cámaras para empezar a componer los problemas del país, lo que quedó en un veremos, pero interesante el planteamiento al que todos estuvieron abiertos.

Otro tema que fue unánime, el hecho de que todos rechazan las repetidas intromisiones de Chávez.

Asuntos paralelos

Ha sido unánime el rechazo de todos los mexicanos a la nueva Ley en el Estado de Arizona, hacía mucho tiempo que no se veía que todos se unieran, por lo menos a reprobar, una actitud de un Estado de la Unión Americana. Esperemos a ver que sigue.

viernes, 23 de abril de 2010

Confusión de medios

Estamos ante una nueva supuesta reforma para los medios de comunicación. A ciencia cierta no se sabe de qué consta; primeramente, hace algunas semanas, se habló de la nueva iniciativa que fue diseñada por Televisa; posteriormente, que se había conformado una alianza entre el PRD y el PAN, para presentar, discutir y promover los cambios en las reglas; se mencionó también, que en esta alianza no estaba contemplado el PRI, o por lo menos la noticia fue que la comisión se instaló sin la presencia de los Senadores de ese partido.

Hace apenas un día, la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión (CIRT) salió a decir públicamente que no están de acuerdo con las resoluciones de esa reforma. Y ayer por parte la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), también comentó la necesidad de aceptar las reformas que se tienen en el dictamen de la Cámara y que, para salvaguardar el futuro de los medios, se debe autorizar el dictamen ya acordado. Al mismo tiempo, Juan Francisco Molinar, titular de la Secretaria de Comunicaciones y transportes (SCT) hace algunos días mencionaba que podrían ser anticonstitucionales las reformas propuestas.

Ahora, todo es confusión. Algunos analistas hablan de que esta reforma quiere mantener el control sobre las concesiones, unos hablan que es una nueva Ley Televisa, otros que beneficia a la red pública de medios. También se dice que está en juego la tercera cadena de televisión para balancear el mercado y unos más se refieren a que es una nueva ley que pretende controlar los contenidos de los medios, incluido internet.

Hoy, esta reforma es un margayate. Nadie a ciencia cierta sabe hay en juego y qué contiene. Pareciera que en el fondo se encuentra la estrategia para la campaña de la Presidencia de 2012, pero también el futuro de todo el desarrollo tecnológico de las estaciones de radio, contenidos y otras tantas cuestiones más.

En el juego de espejos en donde participan los grupos políticos y los de presión, se encuentran involucrados los medios que, queriendo o sin querer, comienzan a tomar partido. El problema es que todos juegan a la desinformación y hoy, a ciencia cierta, nadie sabe cuál va a ser el desenlace y si la reforma es buena para los medios, para la industria de la comunicación, para la libertad de prensa o para el país. Ojalá pronto se aclare y no tengamos que entrar en procesos judiciales porque esta reforma afecta los intereses de los menos.

jueves, 22 de abril de 2010

Desafortunadamente, ya es costumbre

No es de extrañar que, en México, sustraigan las bases de datos de las empresas, no es de extrañar que existan fraudes, que funcionarios públicos roben dinero de las arcas, tampoco que los legisladores no trabajen o no quieran tomar decisiones trascendentes para el rumbo del país, por considerarlo fuera de tiempo o que no va con sus ideologías personales o de partido.

Tampoco es de extrañar que se inventen testigos o que los policías no puedan controlar a los delincuentes; ya no nos asombra ver que, en casos de investigación de las transgresiones a la ley, no se controlen las escenas de los crímenes o que existan errores garrafales de investigación. Ni tampoco nos extraña que se denuncien casos donde, en las cárceles, se obliga a prostituirse a los reos.

Ya no nos extraña que la delincuencia organizada avise un “toque de queda”, como el que se dio en Cuernavaca, y que las redes sociales obtengan mejor información que los policías o los mismos gobernadores. Hoy, ya no nos asombra que autoridades eclesiásticas quieran presionar para que se investigue un crimen de hace 12 años, o que se denuncie que los pederastas de Estados Unidos ahora ya están ubicados y protegidos en México.

Desafortunadamente, ya se nos está haciendo costumbre que diariamente exista un determinado número de muertos y, con esto, ya se nos hace lógico que las muertes de los civiles se nos hagan hasta poquitas. Ya es costumbre ver al Ejército en las calles y hasta que la policía sea mala, corrupta e ineficiente, hasta el grado de que el hecho de pensar en la calle sin militares, nos da pánico.

Es costumbre que todos los partidos se estén peleando entre ellos, lo extraño sería que se pusieran de acuerdo; ya se nos hizo costumbre que los políticos brinquen de un partido a otro, renunciando a sus “supuestas ideologías, para buscar el bien del pueblo”, y que, por obtener el poder, se instalen en el partido opositor al que han criticado toda su vida. Todo esto solamente porque están seguros de que pueden llegar a ser gobernantes avalados por el pueblo.

Ya estamos acostumbramos a ver en la lista de los hombres más ricos del mundo, que publica Forbes, y en las revistas semanales del corazón y la política, a los narcotraficantes y a los empresarios conviviendo de página en página en una clase de amasiato de poder.

Parece normal que los escándalos de los periódicos que muestran o denuncian algo que realmente agravia a la sociedad, no pasen a mayores; o que al mismo tiempo exploten bombas en cajeros automáticos, embajadas o distribuidoras de autos, y que tampoco pase nada.

Hoy, nuestra capacidad de asombro para aceptar las acciones de una sociedad que se degrada por minutos, ha llegado a niveles muy altos. Como sociedad, ya nada nos impresiona.

En México nos está pasando algo parecido a lo que Al Gore menciona en su libro “El ataque contra la razón”, el cual da cuenta de que la sociedad actual no se está poniendo de acuerdo en las causas del problema, que los ciudadanos, con su apatía, permiten que la situación se salga de control. Y con esto baja la participación en los procesos electorales y asuntos cívicos, y la sociedad relaciona el cinismo y la desconfianza con las instituciones y los procesos públicos. Esto lo hablaba en 2007 sobre la sociedad estadounidense. ¿Le suena conocida esta situación? Gore, en su libro, menciona que se estaba llegando a esta situación por varios factores: por una parte, la manipulación de la opinión pública y el control selectivo de la información sobre las decisiones colectivas y, por otra, el crecimiento de los intereses especiales y la influencia de los capitales en la política estadounidense.

¿Se estará replicando esta situación en México? Al parecer, desafortunadamente, sí. No estoy seguro de qué tan sistemáticamente y qué tanto control se pudiera tener de la opinión pública, ni por parte de quién, pero, de una manera u otra, estamos cayendo en la misma situación. En mi opinión, se está dando por efectos de la desinformación, la falta de una política de comunicación y por la falla de los gobiernos en las entidades de una política de comunicación, pero se está creando el mismo efecto.

Por lo que corresponde al crecimiento de los intereses especiales y la influencia de los capitales en la política mexicana, definitivamente estamos igual. Los grandes contratos de obras y las presiones sobre las nuevas legislaciones para reformas que influirán en sectores estratégicos, están haciendo que las diferencias nos lleven a posiciones irreconciliables.

Para complicar la situación, tenemos una fecha fatídica que nos persigue, el 2012, y un proceso electoral importante que no ayuda a mejorar la situación.

La única salida es no dejar que las cosas se nos hagan costumbre, es una lucha interna de cada uno de los ciudadanos, no nos dejemos.

viernes, 16 de abril de 2010

La nueva economía

Tuve la oportunidad de permanecer unos días en los Estados Unidos y este país se ve diferente. Parece ser que dejó de ser una economía boyante. Los centros comerciales se ven relativamente vacíos, con muy poco movimiento; se escucha mucho el término Windows Shopping, lo que significa que la gente simplemente va a pasear y ver los mostradores, sin comprar. Si a esto sumamos que la mayoría de los productos están fabricados en China y, día con día, vemos cómo empresas orientales adquieren compañías americanas, apreciaremos que el mundo toma una nueva configuración. Muchos de los comercios muy especializados que existen en aquella nación se ven vacíos. Tiendas dedicadas a "todo para el dolor de espalda" o la misma y famosa Brookstone, que en otros tiempos se veían llenas de gente curioseando sus productos, hoy se ven desiertas. La gente sólo pasea por ellas para ver algunas novedades, pero se aprecia que pocas ventas se realizan al día.

Se puede asumir que el modelo económico basado en el consumo de artículos y las grandes corporaciones mundiales con miles de empleados, empezarán a cambiar radicalmente. Si a esto sumamos que la población mundial está más preocupada por el cuidado del medio ambiente, definitivamente el consumidor entrará en una situación en donde empezará a cuidar sus compras, su consumo, su trabajo y se volverá, en todos sentidos, más ecológico.

Esta situación impactará definitivamente la forma de hacer los negocios. Después de una gran crisis financiera mundial y una recuperación muy lenta, todo empieza a cambiar, sobre todo, en un mercado global en donde el consumidor aprendió a comprar lo necesario; en el cual puede adquirir o consultar los productos en línea y estará cuidando aspectos más humanos de su vida que solamente compar por comprar.

La mercadotecnia también cambiará ante esta situación. Ya no será igual la manera de comercializar los productos, la cual deberá de adecuarse a un consumo más responsable en todos los aspectos. Y no sólo será la forma de comunicarse, no, lo que debemos de entender es que el modelo de negocios para acercarse al nuevo consumidor para ofrecerle los productos, será totalmente diferente.

Otro factor que acelera este proceso es que se tiene acceso a productos provenientes de otros mercados, de buena calidad, de los cuales antes ni se pensaba que existían; llegan a mejores precios y bajo modelos de fabricación más económicos.

¿Será que estamos regresando a los mercados de generación de productos propios y dejando atrás la globalización?

jueves, 15 de abril de 2010

El futuro de nuestros jóvenes

Nuestros jóvenes tienen frente a si un futuro incierto. A nivel educativo, ya no está siendo suficiente el hecho de terminar una carrera. El crecimiento exponencial del conocimiento y los cambios en la ciencia y la cultura hacen que las Universidades ayuden a encauzar en una etapa final de la educación formal a los jóvenes, sin embargo la actualización será permanente para el resto de sus vidas. En el ámbito laborar, la exigencia de una maestría u otros tipos de especialización va en aumento.

Otro escenario al que se enfrentan es que, desafortunadamente, hay muy poca oferta laboral, el país no está generando la cantidad de empleos suficientes para satisfacer la demanda de las nuevas generaciones. Además de esta situación, tenemos que reconocer que el sistema tradicional de generación de empleos en el mundo ya está llegando a su límite, que el antiguo sistema de creación de empleos, anclado al de planes de beneficios sociales, ya nunca será el mismo y que un nuevo paradigma apenas empieza a desarrollarse poco a poco: el sistema de generación de emprendedores, que dará cabida a una nueva forma de autoempleo. El problema es que este movimiento apenas inicia y todo el modelo económico y educativo aún no está reaccionando con la velocidad que debiera.

En algunos países ya existen ciertos foros que empiezan a presionar a los gobiernos para cambiar tanto las estructuras sociales, como las económicas para dar cabida al nuevo tipo de emprendedor, llamado social, el cual necesita de un marco económico-financiero-social, que hoy no se tiene desarrollado. Nuestra economía está dedicada al cien por ciento al mundo del empleador-empleado, junto con un sistema de beneficio social (insuficiente y quebrado, por cierto). Existen y se reconoce que ahora las Pymes empiezan a crecer, pero aún los planes desarrollados en la Secretaría de Economía no despegan de manera que ayuden al país a generar una nueva generación de emprendedores en estos miles de estudiantes que están saliendo al mercado laboral año por año.

Es más, el mismo sistema educativo actual, aún no cambia lo suficientemente rápido para darse cuenta que, en la actualidad, están generando profesionistas para ser generalmente empleados, por una parte, o profesionistas para hacerse millonarios. Parte de este paradigma tradicional de nuestra educación es que en las universidades públicas al parecer es un gran pecado hablar de hacer negocios, así como en las universidades privadas el pecado es hablar de ser responsables con la sociedad. Lo curioso es que en ninguna de las dos se les enseña a los jóvenes a ser emprendedores con una visión social. Eso solamente lo están haciendo las escuelas con altas especialidades de negocios.

El asunto es importante por la coyuntura que estamos viviendo y por las circunstancias del país. Es extremadamente importante que las autoridades educativas pongan especial atención en este sector, ya que tenemos que cuidar tanto a los estudiantes de las universidades públicas como a los de las privadas.

En los últimos días se han suscitado circunstancias que se tendrán que analizar de manera importante y minuciosa, primero las declaraciones del Rector Rangel Sostman, del Tecnológico de Monterrey, con motivo de la marcha en contra de la inseguridad, que generan un cambio de mentalidad en la educación de las universidades privadas:

“Los invito pues a que tomemos conciencia de nuestra realidad, y que aceptemos todos, que todos somos parte del problema, y que todos hemos contribuido a que se genere la situación de inseguridad en la que vivimos el día de hoy. (…) Recuperemos la cultura del esfuerzo y el amor por el trabajo, fortalezcamos una clase empresarial que invierta, que tenga confianza en México, y que genere los empleos que el país tanto requiere. Exijamos una clase política que represente la sociedad, que se oriente a resolver los problemas que aquejan al país. (…) Fortalezcamos nuestra cultura de honestidad y la denuncia, construyamos universidades que preparen ciudadanos con gran responsabilidad social y no solamente profesionistas exitosos.”

En otro escenario, el político, se publica un desplegado por parte de Dante Delgado, candidato a la gubernatura a Veracruz, pidiendo al Rector de la Universidad Autónoma del Estado, que se abra la universidad para un debate entre candidatos. Sabemos que en época de elecciones los candidatos urgen a tratar de estar presentes en las universidades, sobre todo las públicas, por su gran población, para obtener de manera fácil los votos de los jóvenes.

Hoy se juntan detonadores peligrosos para nuestra población juvenil, inseguridad que atenta contra sus vidas, falta de empleo que no da certidumbre para un futuro, la desesperación de ver que no tienen elementos nuevos para poder empezar una empresa como otra opción y, para acabar de complicar el asunto, los políticos quieren entrar a hacer campañas políticas para atraer los votos que necesitan.

Todas estas presiones, de manera natural los están organizando y forzando a salir a las calles a manifestarse, hoy con motivo de la inseguridad, pero ante los problemas que están viviendo pueden empezar a organizarse para también buscar nuevas y mejores opciones.

Hoy, más que nunca y debido a los escenarios que tenemos enfrente y camino al 2012, debemos de blindar sus actividades y cuidarlos de la rapiña electoral.

También es extremadamente importante empezar a instrumentar programas para emprendedores sociales, con el fin de ofrecerles herramientas para iniciar negocios que ayuden a crear un país más sustentable. Como bien decía el Rector Rangel Sostman, necesitamos profesionistas con mayor responsabilidad social y con capacidad de buscar oportunidades y transformarlas, con mucha pasión, en actividades productivas.

jueves, 8 de abril de 2010

La agenda perdida

Seguimos de vacaciones y la Semana Santa ha hecho que el país pierda la agenda.

Este periodo nos deja una incertidumbre total, ya nadie se acuerda de temas como la guerra contra el narcotráfico, los varios muertos por retenes falsos, la muerte de los estudiantes en Monterrey y las diferentes escaramuzas entre narcotraficantes y el Ejército; el cisma de la iglesia católica, con el asunto del padre Maciel, que en mi óptica se parece más al cisma que se tuvo con los Templarios, que lo que pasó con Lutero; y de los últimos agarrones de nuestros políticos por las reformas políticas y la del trabajo.

Todo se cambió, primero, por el desafortunado asunto de la niña Paulette, que acaparó la atención de toda la opinión pública en una situación que se convierte en un caso de estudio para determinar la nueva sociedad en la que nos estamos convirtiendo y en donde nos podemos dar cuenta de los grandes cambios que esta misma sociedad está teniendo. Esto provoca que las redes sociales tomen el liderazgo de una investigación social que los medios han dejado de hacer. Las autoridades demostraron impericia y todo ha sido generado por una extraña relación de familias, autoridades y políticos, la cual hasta fue utilizada para golpear a un futuro candidato a la Presidencia. En segundo lugar, por la ahora ya famosa entrevista de Proceso con El Mayo Zambada.

En ambos casos, independientemente de las implicaciones legales y políticas o de lo que se dictamine al final, un aspecto muy importante es que se está cuestionando el rol de los medios de comunicación dentro de este nuevo panorama social que se está conformando. Medios y periodistas quedan ante la óptica del escrutinio público y de los mismos periodistas. Por su parte, la sociedad está dando sus veredictos en las redes sociales, sin importar lo que los medios opinen.

El terremoto de Baja california y la propuesta del Ejecutivo para darle mayores “dientes” a la Comisión Federal de Competencia, se quedan como noticias transitorias de esta última semana de vacaciones. La fecha límite del Renaut será la otra gran decisión que se anunciará el fin de semana.

Esto deja un incierto panorama de cómo se regresará a la vida cotidiana el próximo lunes entrante y cómo se batallará para poner la agenda propia por parte de los grupos políticos. Se deberán de retomar las diferentes reformas que están pendientes, la política, la de monopolios, la del trabajo. Los procesos electorales volverán a ser noticia y ya con los candidatos y equipos conformados, seremos el centro de las campañas, escándalos y golpeteos mediáticos.

Vendrán los reportes de las matanzas de Monterrey y las decisiones que se deberán de tomar para el seguimiento de la guerra contra el narcotráfico, la decisión del regreso del Ejército a los cuarteles o ¿no?, así como la anunciada visita de Michelle Obama a México.

Lo malo de todo esto es que México está perdido en una tormenta mediática y como país no tenemos una agenda de temas prioritarios para generar un desarrollo económico y crecimiento, ampliar el empleo, dar mayor seguridad a la población y certeza jurídica a las inversiones extranjeras, y el ataque a la pobreza. Esto como base primordial para hacer que el país funcione mejor.

De ahí, es necesario tener un segundo nivel de temas que busquen regular la nueva relación política en el país, nuevos esquemas de trabajo y competitividad que estén dirigidos a dar oportunidades y nuevas condiciones a los emprendedores individuales; revisar los esquemas de la educación en México y los beneficios sociales. Todo ello para poder determinar más temas que lleven a México a ser más competitivo.

Desafortunadamente, en la guerra electoral que estaremos enfrentando, sólo escucharemos promesas falsas y huecas y veremos más pleitos entre los grupos políticos con el único fin de determinar quién será el mejor candidato a la Presidencia.

A partir del lunes, entraremos al pleito de quién impone la agenda y sus temas, mientras que el prontuario de crecimiento y desarrollo para México, sigue extraviado.

miércoles, 7 de abril de 2010

Lección de la nueva opinión pública

La opinión pública siempre ha sido implacable, fría y despiadada, con las nuevas redes sociales es peor. Hoy estamos siendo testigos de una lección de la nueva opinión pública a una naciente sociedad mexicana extremadamente mediatizada. En el infortunado caso de la desaparición y deceso de la niña Paulette, se conformó de manera tradicional un caso de atención pública, con todos los elementos necesarios para ser noticia de gran escala: un suceso que impacta moralmente a la sociedad, un hecho que habla de lo que se vive a diario: la inseguridad, una familia acomodada y con recursos para generar una movilización a nivel comunicación de gran escala, y una autoridad con ganas de resolver el asunto mediático para poder capitalizarlo. A su vez, para los medios es un asunto que genera indignación y morbo, lo cual se traduce en noticia muy llamativa. Si añadimos el tiempo donde se da el asunto, en medio de la Semana Santa, la atmósfera es la ideal. Hasta ahí es el típico escenario de un asunto que llama la atención de la opinión pública. ¿Dónde quedaron los legionarios, las reformas y los narcos? Pues detrás de un escándalo que impacta la moral y genera la indignación de la sociedad.

Mucho se ha pensado, dicho y escrito sobre el hecho de que es posible manipular a esa gran masa de personas que, frente a los medios, se constituye como opinión pública. Sin embargo, en este caso hay dos nuevos factores que, en México, empiezan algunas veces a conformarnos como una sociedad diferente a lo que se era antes. Uno, la reacción de las personas volcada a través de las redes sociales y dos, las actitudes inciertas de los actores involucrados, en las que incluso hasta las autoridades y los medios cayeron en manejos erráticos del caso.

La gran masa de opinión pública vio las declaraciones de los protagonistas en las escenas de la televisión y en su repetición por internet. En ellas detectó inconsistencias, verdades a medias y, poco a poco, la historia fue cambiando radicalmente hasta dar un vuelco que tiene hoy a todos metidos en un asunto que no se entiende y no tiene principio ni fin. En este maremágnum de información cruzada, los mismos medios y autoridades están siendo juzgados al mismo nivel que los principales actores de la historia, todos ante los ojos de la opinión pública son parte ya del problema. Como suele suceder en estos casos (y pocos son en México de esta magnitud), el asunto se convierte en un circo y todos salen mal parados.

Un factor determinante ya cambió la ecuación de la opinión pública, y fue la respuesta de la sociedad, vía las redes sociales, ha sido inmediata. Hoy, esta masa de opinión pública ya juzgó por lo que vio y ya no espera siquiera el veredicto del medio. Como muestra de esta nueva situación, los medios hoy se quejan que la sociedad está mal juzgando a los involucrados.

Moraleja de la nueva opinión pública y sociedad: A la opinión pública no se le puede mentir (y nunca se ha podido), el papel de los medios ya cambio (y algunos no lo han entendido) y, finalmente, la opinión pública no es tonta (nunca lo ha sido, pero hay gente aún que así lo quiere seguir pensando) allá ellos.

lunes, 5 de abril de 2010

Conciencia Mundial

La semana pasada hablamos del lenguaje e Internet en el mundo. Decíamos que, gracias a estas herramientas y a las redes sociales, se tiene un mayor conocimiento de la situación mundial y nos enteramos de las noticias casi de primera mano, sin necesidad de esperar a que las editorialicen los medios de comunicación.

Ante esto, enfrentamos dos grandes vertientes. La primera determina que, desde el punto de vista de la comunicación, hasta antes de las redes sociales, los comunicadores dabamos la cara, solamente, a los medios de comunicación como el gran monopolio de la opinión pública. Hoy, la opinión pública está dispersa en toda la blogosfera y las redes sociales, logrando que se cree una verdad, digamos, "universal", fuera del control de los que califican y comentan a la opinión pública.

Los comunicadores de la modernidad no están acostumbrados a este tipo de situación ni a su manejo. Este es uno de los grandes retos para los comunicadores: que el consumidor, hoy, es una fuente de información más rápida y eficiente que cualquier medio de comunicación y, por ende, más creíble que las demás fuentes. Hoy, el desprestigio de los medios se origina, uno, por la línea editorial y, dos, porque si lo dice un líder de opinión, más la suma de que lo diga en un medio, no está siendo creíble por los consumidores jóvenes. Reto muy difícil para los comunicadores del futuro, no se puede dirigir esta comunicación: se debe dialogar.

La segunda vertiente es más compleja. El hecho de que los ciudadanos del mundo estén conectados y comentando las situaciones locales y globalizándolas o viceversa, genera una conciencia humana mundial, nunca vista y jamás compartida. Esto, según algunos expertos de corte espiritual, puede hacer que el mundo cambie de manera radical, ya que genera un conglomerado de pensamiento hacia temas específicos que atentan o inciden en la vida de toda la humanidad.

Reflexione: si muchos humanos piensan sobre un mismo tema en especial, ¿va a afectar o cambiar el resultado? Es algo muy complejo de contestar, pero estoy seguro que, definitivamente, el que más gente esté compartiendo los problemas de la humanidad, va a ayudar a cambiar las cosas en el mundo, por simple y sencilla concentración de energía de pensamiento. Más gente comunicada puede generar energía de cambio. Finalmente, como dicen por ahí, la Fe mueve montañas. ¿Se estará creando este tipo de energías gracias a la Internet?