viernes, 26 de marzo de 2010

Lenguaje e internet

Hoy, para bien y para mal, el lenguaje es presa de la tecnología y existe un gran debate en el ámbito mundial con diferentes tendencias. Los defensores dicen que gracias a internet se ha expandido: se escriben miles de palabras en las páginas web, en las redes sociales o, simplemente, a través de los SMS. Las personas escriben en blogs; sintetizan en twitter; se explayan en Facebook o en chats y e-mails. Existen algunos datos que sostienen que, en promedio, se inventan más de mil palabras nuevas por año con estos procesos de comunicación digital.

La otra corriente afirma que el lenguaje se está destrozando: primero, por causa de la inmediatez de la comunicación, que hace que se sinteticen las palabras, el caso de los celulares; y, por el otro, gracias a la facilidad de la escritura, la sociedad comienza a olvidarse de las reglas básicas de ortografía. Además, por la presión juvenil, aunada a los problemas económicos, las nuevas generaciones solamente se expresan, en su mayoría, con groserías.

Ambas corrientes tienen algo de razón, hay algunos casos en donde en los e-mails viene una frase en la cual se advierte, muy al estilo corporativo, "este mensaje está escrito, a propósito, sin acentos". Considero que no hay nada mejor que un texto bien escrito y que, con el fin de preservar y cuidar nuestro lenguaje, por más que la inmediatez nos ataque, por conciencia debemos escribir de buena manera y cuidarlo. Siempre es bueno que se creen nuevas palabras, pero no por el pretexto de la tecnología desperdiciar años de cultura aprendida.

Otro de los factores que existe en el fondo de todo esto es que el mundo está más comunicado. El internet y el fenómeno de las redes sociales, hoy, ofrece un mayor conocimiento y, como resultado, un mayor entendimiento global. Ahora sí podemos hablar de una conciencia mundial a través de muchos lenguajes y eso, en el ámbito global, es invaluable. Hace no muchos años, ese ejercicio era imposible pensarlo. Hoy, a través de las redes, la información corre en tiempo real. El resultado es una comunidad mundial conectada y consciente tanto de la problemática como del desarrollo de la humanidad. Qué bueno, pero no sería malo cuidar nuestro lenguaje hasta el máximo.

jueves, 25 de marzo de 2010

Inteligencia México-EU

Lo que hoy se vive en América del Norte es totalmente nuevo. Por parte de los Estados Unidos, un presidente afroamericano, una situación económica que ha hecho que el presidente tome decisiones que nunca antes se habían visto, un país con alto grado de desempleo, una profunda crisis económica y, de colofón, una nación que se aleja de la vocación de guerra que tuvo durante los últimos años, muy a pesar de algunos grupos internos. Por su parte, México está sufriendo el resultado de la mayor crisis económica del vecino del norte y del mundo, después de un año de terror económico (al que también influyó el brote de la influenza) y en el curso de una guerra declarada y desbordada contra el narcotráfico.

El resultado, en conjunto, es un gran desorden en la franja fronteriza en donde se está vulnerando la seguridad de ambos países. Los factores son simples: uno es camino del narcotráfico, y el otro es el gran consumidor y proveedor de las armas con las que se está atacando a las autoridades en México.

El problema es complejo y hoy no sirve de nada echarse la culpa mutuamente. Tenemos la visita de la más importante delegación que se hubiera visto en los últimos años, un equipo con perfil de inteligencia que busca, seguramente, lograr acuerdos entre los dos países y compartir información estratégica; ésta información no será cómoda para cualquiera de los bandos.

Lo irónico del asunto es que hoy los temas que están sentando a la mesa a los dos países sean el agravamiento de la inseguridad y un choque de estrategias comerciales, sí, netamente un problema comercial. La paradoja radica en que, mientras en los Estados Unidos se autoriza el uso de la droga (y, con esto, un sistema informal de venta de ésta), como consecuencia se detona e incrementa el problema de inseguridad en la frontera. El asunto es muy complejo y con muchos dólares de por medio, así como intereses de gente importante.

Ante la magnitud y la globalización del problema, cualquier decisión que se tome para resolver esta situación, por obviedad, pondrá en entredicho la injerencia de los EU ante la soberanía nacional y traerá a discusión, nuevamente, el ya tradicional mal entendimiento que hace que mucha gente en el país se envuelva aún en la bandera nacional y se lance al vacío, clamando injerencia extranjera en problemas locales. Hoy el narcotráfico es un problema que ambos países deben atacar unidos, con intercambio de información, inteligencia e investigaciones en conjunto. Ante esto desafortunadamente nuestros policías y agentes están en una situación desfavorable, por la poca información que manejan, mala coordinación, nula preparación y, sobre todo, corrupción, aunque, claro, hay grupos élites que se salvan de esta generalidad.

Esperamos que exista la voluntad por parte de ambas partes. Estoy seguro que en el caso de los americanos ya la tienen, dada la magnitud del problema; en donde no estoy tan seguro es por parte de nuestros políticos y funcionarios. Primero, por los protagonismos de algunos; y, segundo, por el juego político que se le está dando a la materia.

El sábado pasado en un estupendo artículo publicado en Milenio, Liébano Sáenz hizo un muy justo llamado a las fuerzas políticas a no jugar con el asunto de la inseguridad y dejar a un lado la materia electoral en los estados en donde se están librando las futuras elecciones, para que los demás políticos se enfoquen en lo más esencial, la gobernabilidad, el desarrollo económico y la seguridad de la población. Coincido con él en el hecho de que si se deja que el asunto se salga de las manos con el fin de hacer quedar mal a alguno de los partidos en el poder, lo único que estamos dejando pasar es que los verdaderos enemigos de la patria ganen espacios que, a la larga, para cualquiera que vaya a gobernar al país, le disminuirán la capacidad de maniobra.

Por tanto, ojalá entendamos lo grave de las circunstancias y hagamos un frente común con los EU para que, juntos, podamos utilizar los recursos y sistemas de inteligencia que ellos tienen para atacar el problema de fondo. Además, hasta recursos estarán ofreciendo para poder defender la frontera de este gran mal que ataca a los dos países. Por parte de México en el Senado ya se aprueban reformas constitucionales para decretar la suspensión de garantías en caso de una emergencia como una guerrea o “peligro público” que amenacen la independencia o seguridad del Estado.

Ahora bien, en perspectiva política tenemos que solucionar primero este problema de la inseguridad y, si se tiene éxito, entonces se podría empezar a negociar lo de la reforma migratoria. Al parecer, para algunas corrientes demócratas, aún no son los tiempos para el asunto de la migración, a pesar de los movimientos y presiones en Washington. Esto, primero, porque Estados Unidos está cerca de una tasa de desempleo de casi el 10 por ciento y el asunto de la reforma migratoria se vislumbra como un asunto que pegaría directo al trabajo de los estadounidenses; en segundo lugar, hay que analizar cómo queda el sentimiento en el Congreso después de la reforma de salud. Hubo demócratas que votaron en contra del plan de Obama, por lo que una segunda reforma de este calibre, en el mismo año, puede ser riesgosa y causar un descalabro; y, tercero, hay elecciones en noviembre, Obama tiene que medir qué tanto el asunto migratorio se convierte en un riesgo o en un apoyo para los resultados electorales.

Nuestros destinos, como país, están unidos por la inteligencia que pongan los políticos, inteligencia en toda la extensión de la palabra. Por su parte, en el Senado ya se aprueba.

viernes, 19 de marzo de 2010

Crisis y comunicación

Hay dos factores que provocan que la comunicación en México se vea semi-paralizada: uno, es la expectativa sobre la crisis económica. Los empresarios todavía piensan que es un gasto y, si no ven signos de recuperación, entonces se mantienen ahorrándose los presupuestos de comunicación y promoción. Sí a esto añadimos que ya viene la semana santa y que la inseguridad eleva la angustia empresarial, tenemos entonces esta falta de decisión y empuje en sobre el tema.

La segunda causa, es la vorágine en la comunicación causada por el desarrollo e incremento de las redes sociales. A esto se suman los desarrollos tecnológicos en web y, digámoslo de alguna manera, la inestabilidad en la que caen algunos medios de comunicación por estas mismas causas y en donde el consumidor, por primera vez, toma la rienda de su relación con sus marcas preferidas y en donde puede dar abiertamente su opinión de productos y servicios.

Esta situación, pone a las empresas y sus ejecutivos en el centro de un huracán tecnológico-informativo. Lo cual genera que sus estructuras se puedan sentir sobrepasadas y, como una reacción automática, estén "haciéndose para atrás" para ampliar su visión y, así, entender un poco lo que está pasando.

Desafortunadamente, las mismas presiones de la globalización hacen que las compañías, día con día, tengan que mejorar y cuidar sus productos. A lo que se suman las cadenas de suministros y toda su actuación corporativa para generar valor con base en la transparencia, sustentabilidad, performance financiero y una mejor gobernabilidad.

Los ejecutivos se preguntarán ¿Qué hacer en estos casos? Y la mejor receta para solucionarlo, contrario a lo que piensa y acostumbran en México, es aplicar la comunicación estratégica y las relaciones públicas para manejar este tipo de situaciones. Para eso sirven, son el único hilo conductor que coloca a toda la organización en el mismo canal y, así, ayudar a la empresa a lograr sus objetivos de negocio. Es un asunto de tener la visión adecuada y llevarlo a cabo para salir favorablemente de la situación que tenemos enfrente.

jueves, 18 de marzo de 2010

Eje Washington-Cd. Juárez-México-La Habana

La complicación del eje: Apenas inicia el 2010 y es el tercer año en donde no se ha realizado una visita de Estado del Presidente Calderón a los Estados Unidos. Empezamos con una cumbre latinoamericana, recuperando el romántico espíritu latinoamericanista anterior al TLCAN. Se cabildea una posible visita de Calderón a Cuba, no se concilian los intereses con los disidentes del régimen. Para acabar de complicar el escenario con EU, el problema del narcotráfico y la inseguridad se agrava en la frontera y, con el asesinato de empleados de la embajada norteamericana en Cd. Juárez, se pone peor. Dato final, EU expresa que cazará a los causantes y que el tener al ejército en las calles de Juárez no ha funcionado. El presidente Calderón pide corresponsabilidad entre los dos países ante los hechos. La relación, una vez, más se tensa.

Presión adicional: La que Cuba va a querer ejercer a nuestro país en los próximos días por el asunto de los presos de conciencia y que, por naturaleza, siempre complica la relación México-Estados Unidos. Pudiera ser que, en estos momentos, el asunto quedara atrás relegado solamente por la gravedad de lo acontecido en la frontera.

Los últimos hechos: La semana próxima, la Secretaria Clinton vuelve a México junto con el Secretario de la Defensa y la Secretaria de Seguridad Interna, a discutir la evolución de la iniciativa Mérida.

Esperemos que entre las dependencias involucradas del gobierno mexicano, exista la coordinación y habilidad suficientes para poder sacar de este gran reto una ventaja que pueda ayudar a desatorar la iniciativa Mérida y que estos recursos apoyen, aunque sea parcialmente, a la solución de la problemática que existe en estas dos grandes ciudades fronterizas: Cd. Juárez y Reynosa. Al parecer, en este momento en Tijuana, ha bajado la tensión.

Si hay algo que a los estadounidenses les preocupa es el hecho de tener una frontera inestable con graves problemas de seguridad nacional que, además, provoque daño a la productividad económica de las maquiladoras de la zona, afecte el tránsito de personas con daño al comercio de ambos lados de la frontera y con alto riesgo de muerte de los ciudadanos.

Lo no tan malo: Por otra parte, la Casa Blanca acaba de anunciar la visita de Michelle Obama a México, en su primera gira sola como Primera Dama y, dice el comunicado, la visita se hace en reconocimiento de los profundos vínculos que existen entre los dos países. Además, durante el encuentro, se tratará la manera de avanzar en los intereses compartidos así como el respeto y la responsabilidad mutua entre las dos naciones, en temas de educación y avance económico.

Si esto último se confirma, México tiene la oportunidad de mostrar al mundo que entre vecinos se puede trabajar en conjunto para atacar un problema que es de ambos países y que, además, existe voluntad política para enfrentar la problemática en común, por un lado con iniciativas de cooperación militar, de inteligencia y policiacas y, por otro lado, el que siempre esté presente en la relación la mano suave de la diplomacia y qué mejor que esté en manos de dos mujeres inteligentes y con sensibilidad, tanto social como política.

Supongo que no se dejará pasar la preocupación, por parte de los Estados Unidos, de saber cuál es el futuro de la situación política de México ante tantos reveses de nuestra democracia y el escenario de un proceso electoral complicado para el partido en el poder.

Esperemos salir avante de esta situación. Abril se presenta como un mes del que habrá que estar pendientes.

lunes, 15 de marzo de 2010

¿Se acabo el sexenio de Calderón? Calderón Busca nueva estrategia

EL SEMANARIO
15 de Marzo 2010
Erick Zuñiga
15/03/10 :: 06:44

¿Se acabo el sexenio? Calderón busca nueva estrategia
Respecto a las distintas reformas pendientes, el costo para la Presidencia será agridulce, ya que por un lado podrá presumir que las reformas sí fueron aprobadas
MÉXICO, marzo 15, 2010.- El tiempo de la Presidencia de la República para generar cambios significativos en el país se está agotando, pues tras una serie de reveses, el periodo de gobierno de Felipe Calderón se ha reducido, lo que le llevaría a integrar una nueva estrategia política que incluya liderazgo y acuerdos políticos en beneficio del país.
Así lo consideró el analista político Marco Herrera, que en entrevista para El Semanario, explicó que desde la derrota electoral del Partido Acción Nacional (PAN) en 2009, que le dio al Partido Revolucionario Institucional (PRI) la mayoría en legislativa, se vio recortado el mandato de la Presidencia al verse rebasado y perder el control de la operación política.
Detalló que de los tres años que le quedaban al presidente Calderón, que en diciembre comenzó la segunda mitad de su sexenio, técnicamente le restarían un año 8 meses por tres hechos: la derrota en las elecciones legislativas de 2009, el adelanto de la campaña electoral con miras a 2012 y los comicios que en 2011 se realizarán en el Estado de México para elegir gobernador.
Si a esto, agregó el especialista, se le suma el riesgo de que el PRI ganaría por lo menos 10 de las 11 gubernaturas en disputa este año y la lucha en el PAN que se está dando entre el ejecutivo federal y el ala ultraderechista, se verá que el margen de maniobra de la Presidencia se ha reducido.
"Esta Presidencia es rehén de todos los grupos políticos y su capacidad de maniobra se ha reducido terriblemente", precisó.
Respecto a las distintas reformas pendientes, Herrera dijo que el costo para la Presidencia será agridulce, ya que por un lado podrá presumir que sí fueron aprobadas las reformas, pero por otro lado el partido tricolor las anunciará como propias y las utilizará electoralmente en 2011 y 2012.
Asimismo, consideró que el PRI no realizaría un cobro de factura al presidente Calderón por las alianzas en su contra, sino que empujaría las modificaciones que le convengan y permitan una mayor capacidad de maniobra en caso de regresar a Los Pinos en 2012.
Agregó que esto "afecta a los ciudadanos porque siguen parchando las normas y las reglas que rigen al país y, suponiendo que gane el PRI en 2012, será cuando realmente se empezaría a negociar una reforma a largo plazo. Mientras tanto, estos parches no llevan a México a un buen desarrollo ni lo coloca a un nivel competitivo en el ámbito internacional". (El Semanario Agencia, ESA)

viernes, 12 de marzo de 2010

Lección no aprendida

Puede sonar increíble, pero, al parecer, las grandes empresas siguen sin aprender las lecciones que a través de los años se han repetido en diferentes ocasiones y les ha costado grandes cantidades de dinero. Esto lo pienso al ver la noticia de que Toyota bajó sus ventas mundiales en un treinta y cuatro por ciento como consecuencia de su último recall de automóviles.

Y así vemos que las compañías, a pesar de vivir en industrias de alto riesgo y ver a sus competidores caer por malos manejos de comunicación, ellos mismos comenten los mismos errores. Éstos les causan grandes descalabros ante los clientes y, como consecuencia, enormes tropiezos financieros.

Me pregunto qué será lo que realmente hace que las empresas repitan los los mismos desaciertos, una y otra vez, a lo largo del tiempo y se olviden las experiencias que ya han tenido. ¿Será una falla en los sistemas empresariales de prevención, o la falla de un mal manejo de los ejecutivos o la arrogancia corporativa al estar en el liderazgo de la industria creen que no pasará nuevamente y menos a ellos en particular?

Cualquiera que sea la razón, existe un problema grave desde el punto de vista de la comunicación. Estas situaciones no ayudan a generar credibilidad a los procesos establecidos ante un manejo de crisis; incluso en muchos casos, una vez que el problema se sale de control y terminan mal, se define que se suscitó por un mal diseño en los protocolos; cuando desde un principio no se atendió la decisión del comité de crisis.

Es verdaderamente importante, y sé que es muy difícil para los encargados del departamento de comunicación de las empresas, hacer que las instituciones le den la importancia adecuada a un proceso de comunicación durante una crisis. Lo malo es que no se dan cuenta que la única forma de salir de este tipo de problemas es con adecuados sistemas de prevención y manejo de comunicación.

Ojalá podamos convencer a los altos directivos de las empresas en darle el verdadero lugar a la comunicación.

jueves, 11 de marzo de 2010

Lo que sigue

Como lo mencioné en colaboraciones pasadas, el enfrentamiento de los grupos de poder por la sucesión presidencial está que arde. A raíz del desplegado publicado referente a la generación del no, al parecer se desató toda una aguerrida estrategia que aún no termina y de la que solamente estamos viendo una de las primeras secuelas. Lo malo es que esta situación esta involucrando a todos en el país y se puede llevar de corbata toda la estabilidad económica, a los poderes y, por supuesto, va a salpicar a todo lo que se ponga enfrente.

Esto es por dos simples motivos: el primero, porque se pretenden imponer nuevas reglas para la elección, con el problema de que en medio hay diez elecciones estatales en este año y otros tantos procesos más en 2011; entre los más importantes los de Oaxaca, Veracruz y Estado de México, los cuales, en la lógica del PRI, no se pueden dar el lujo de perder.

En segundo lugar, esta guerra política sin cuartel es un gran pleito entre priistas, en donde el PAN pareciera sólo juega un papel de acompañante, dado que las grandes fallas en sus administraciones no han podido consolidar la confianza de sus seguidores. Basta ver que en todas las encuestas la intención de voto está muy baja como para pretender repetir otro sexenio. Claro que ellos tratarán de buscar la manera de aprovechar este gran pleito de los grupos enfrentados dentro del Revolucionario Institucional para tratar de quedarse el mayor tiempo posible en Los Pinos y, paradójicamente, en ciertos escenarios y mediante algunas alianzas, pudiera llegar a suceder.

Ante estos hechos, es muy importante que la sociedad, los poderes ciudadanos y los empresariales presionemos a los políticos y a la opinión pública para que dejen atrás las quejas estériles sobre si los famosos acuerdos que firmaron Nava, Beatriz, Gómez Mont y Peña Nieto eran válidos o no, sobre todo que en este caso, bajo el principio elemental de reconocer que la política es el arte de hacer lo imposible posible, la forma pudiera ser lo de menos. Lo que sí queda claro y es muy cuestionable, es la impericia de los actores ante los nuevos escenarios, ya que o son muy ilusos o el nivel de perversidad ante la situación es demasiado alto y ya no están capacitados para su manejo, lo que nos lleva a entender, sine qua non, que la guerra que se está librando entre los grupos de poder y de presión es de muy alto calibre.

Tratando de dejar atrás el estéril drama de la falta de operación política, la pregunta importante para el país debe ser ¿Qué sigue?, sin preguntarnos quién fue el verdadero culpable o si lo que se hizo está bien o no. Urge ver hacia adelante y no hundirnos en la queja. Además, es importante señalar que nuestro diseño institucional actual permite este tipo de operación, lo que está cambiando es la sinergia social y de poder, y ahí es donde debe de venir la verdadera reforma política.

Es claro que los involucrados visibles del famoso pacto firmado en el Palacio de Covián, están quemados y ya no son interlocutores válidos para nadie, lo que obliga a que de manera urgente se cambie a esos personajes; el desgaste generado por esta situación los hace inviables ante sus propios interlocutores y los electores.

El contexto es curioso, ya que esto obligaría a cambiar a los dos jefes de los partidos en cuestión con la respectiva repercusión que tendría sobre el hecho de que los dos son diputados al mismo tiempo que jefes de partidos; y la pregunta sería si queremos volver al esquema de que los presidentes de los partidos deban de estar fuera de las Cámaras para una mejor operación política. Estando dentro, el desgaste de la operación fue tremendo, y el costo que se veía venir desde que fueron elegidos ya lo habíamos comentado en este espacio.

En mi opinión, esto es lo único que mejoraría el ambiente, grandes cambios, caras frescas para una interlocución, y así lograr una nueva operación política entre los grupos de poder, pero sobre todo, con las personas más importantes en todo este juego, a las cuales pareciera que hoy son las que a los partidos menos les importa, los ciudadanos. Los partidos no se han dado cuenta de la sobre carga negativa que le están propinando a los electores y que, seguramente, en estas elecciones se verá reflejado.

Lo más importante, además de este necesario cambio, es que se haga de manera urgente. El tiempo en este tipo de situaciones juega un papel de vital importancia. Además, como correspondencia política ante los ciudadanos, la Presidencia de la República también deberá hacer ajustes en el gabinete para que pueda haber un camino pavimentado a una negociación.

Por otra parte, ante el escenario planteado es seguro que nos podemos ir olvidando en este periodo de sesiones de cualquier tipo de reforma. No hay condiciones para lograr ningún acuerdo y es verdaderamente imposible, por el momento, que ni siquiera el PRI mismo logre consensos. Basta ver que las mismas propuestas de reformas, entre el Senado y la Cámara de Diputados tienen diferencias. Esto habla de que hoy no hay acuerdos ni dentro del PRI.

viernes, 5 de marzo de 2010

Obesidad y comunicación

Para el tema de la obesidad en México, las autoridades, como siempre, llegaron tarde; es un grave problema desde hace más de cuatro años y nadie lo había atendido. Es un asunto muy complejo, ya que tiene su origen en varios factores, nuestra mala cultura alimenticia, el sedentarismo físico -ya que cada vez nuestros hijos hacen menos ejercicio y pasan más tiempo frente a la televisión, los juegos o la computadora- y la falta de información al respecto en los niños, los padres, los maestros y en autoridades. El camino más fácil siempre ha sido atacar a las empresas que venden refrescos, botanas y golosinas y, después, tratar de arreglar el resto. Como se ha dicho hasta el cansancio, es un problema multifactorial, en donde se deben hacer programas integrales para atacarlo.

Lo que no se han dado cuenta es que, mientras se ponen de acuerdo en las nuevas políticas públicas, la comunicación puede marcar la diferencia en el problema. Ya se hubiera hecho una campaña pública para alertar sobre el tema y empezar a hacer recomendaciones para tratar de cambiar, de alguna manera, los hábitos y malas costumbres de la población.

Estoy seguro que este esfuerzo además de corresponderle al gobierno, también involucra a las compañías privadas, que están de alguna manera u otra involucradas en el problema, estarían muy dispuestas a ayudar a mejorar la educación alimenticia de los niños. Esto independientemente de que de ambas partes, autoridad e iniciativa privada, puedan definir nuevas políticas públicas para avanzar en la solución. Como ya mencioné antes, éste no apareció de la nada, se viene cultivando desde hace años y el silencio de ambos sectores ha sido conivente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya enunciaba el problema desde antes del 2004.

Además, hay que entender que los niños son muy capaces, y entienden toda la información que se les manda. Al igual que en aquella emergencia cuando el problema del agua, en donde inmediatamente se lanzaron campañas preventivas y educativas, con la obesidad deberíamos empezar a la brevedad. ¿Qué estamos esperando?

“Propuestitis”

En México se puso de moda proponer cosas, entre ellas: las reformas políticas, por cada grupo de poder, las alianzas políticas, la eliminación de los plurinominales (pedida por 250 mil personas), entre las últimas, decir no a la generación del no. Por propuestas, en el país no paramos.

Influenciado por esto, hace tiempo propuse que deberíamos estimular el trabajo ideológico de los ciudadanos, para retomar los ideales de nuestro país, incentivar el quehacer de discutir y exponer ideas nuevas para alejarnos del ostracismo del día a día y empezar a generar un pensamiento positivo sobre nuestro futuro. Esto implicaría hacer clubes o grupos de discusión política que generen nuevas corrientes de pensamiento, alejados de los intereses de la elite política. Igual que con las otras propuestas, nadie hizo caso.

Hace poco, platicando con un simpático personaje al respecto de la propuestitis nacional, me planteaba una propuesta que se me hace digna de comentar es este espacio. De hecho, relato la plática tal cual la recuerdo: “No, no hay que desanimarse. Ya entrados en gastos y hasta animado por la desatada propuestitis nacional y, sin ningún reparo en las posibles consecuencias, se me ocurre proponer una nueva ‘alianza’, ya que ahora están de moda y son muy discutidas.”

“Esta es la alianza más extraña que se pueda proponer en México, viendo que la muy criticada alianza entre el PAN y el PRD está como que sí y como que no y, en algunos lugares, ya se dio y en otros no más no se puede, pues hasta pensé que ésta nueva alianza tendría posibilidad.” —decía el personaje.

“Para no hacerla de emoción, ahí te va, primeramente, el nombre. ¿Qué te parece un nombre corto para que todos la puedan entender? ‘Alianza para gobernar, ¿Qué tal? De entrada suena bien, ¿no? Pasado el embrollo del nombre, lo siguiente es definir el objetivo, para esto también voy a ser claro, breve y sencillo (algo que a los mexicanos, no se nos da mucho), pero ahí va: buscar que el país avance y lograr un buen desarrollo económico. ¿Cómo ves?, bueno, de lo sencillo, hasta miedo da, ¿no crees?”

“Para adornar un poquito la propuesta de esta alianza, valdría la pena adosarla con algunos compromisos que sean fáciles y sencillos de cumplir por parte de gobernantes y políticos, por ejemplo: uno, los planes de gobierno; dos, incentivar a la economía, municipal, estatal y federal, para con esto detonar la creación de nuevos empleos, crecer la economía y alejar a la juventud de la delincuencia organizada; tres, organizar la búsqueda de inversión en obra pública, para generar actividad económica y modernizar al país.”

“¿Cómo ves? Está muy fácil ¿no?; pero ahora viene lo mejor, porque todas las propuestas tienen que tener algún reto ¿no? ¿Qué te parecería que, para que pueda ser realizable, todas las fuerzas políticas deberán estar de acuerdo en cancelar las próximas elecciones, con el único fin de eliminar las tentaciones aliancistas y las ansias electoreras? ¿Qué tal y…el público enmudeció, no? Suena raro, sí, tal vez, pero esto no tiene como finalidad ni que un partido se perpetúe en el poder, ni la de eliminar la competencia electoral para dejar que exista la competencia política y democrática. Sino solamente el quitar el factor electoral de la visión cortoplacista de los partidos y políticos en cuestión, ¿Cómo ves? Sí, debe ser posible.”

“Mira, me decía ya muy animado el personaje en cuestión, analízalo. Si se atreven a tomar medidas tan dispares de cambiar los poderes a otra ciudad, pues no estaría descabellado cancelar las elecciones, como si fuera por una causa de fuerza mayor, una inundación u otra tragedia en donde el elector se ve imposibilitado de ir a votar. Bajo la óptica de que el país está metido en una crisis económica de grandes proporciones, tenemos en pobreza extrema a la mitad de la población y la inseguridad está pegando en una gran parte de los municipios del país. Pues, entonces se podría tomar la decisión de cancelar las elecciones y hacer alianzas para gobernar, en lugar de alianzas electorales, que cuando alguna llegara a ganar, ni se van a acordar de los otros y empezarán los pleitos y de regreso a la parálisis por falta de acuerdos. Fíjate bien, decía, con esta propuesta los únicos ganadores serían por primera vez y ahora sí en serio, los ciudadanos y el país, ya que se tendría a todos los políticos preocupados por hacer su trabajo y no por estar metidos en el circo de las elecciones. Bueno, eso digo yo, si es que a propuestas vamos, ¿no?” Y se quedó muy pensativo, dando por terminada su propuesta el personaje en cuestión.

En el marco de las propuestitis, ahí dejo una más, la de un simpático ciudadano, que sólo busca que en el país las cosas vayan mejor para todos.