jueves, 29 de enero de 2009

El discurso de Obama

Mucho se ha dicho sobre el discurso de Obama en su toma de posesión, y mucho de éste no podría entenderse sin comprender el llamado liderazgo social o humanista, que tiene cinco características: la primera, ser una persona normal, común y corriente… la diferencia es que hace su trabajo de una manera extraordinaria, se sale de lo habitual, tiene un alto grado de autoconciencia, se conocen muy bien, conoce sus alcances y limitaciones, además añade tres “h” del liderazgo: humildad, humor, humanismo; la segunda, con capacidad de enseñar a los demás; la tercera es el talento de ilusionar a los demás; la cuarta, la aptitud para el cambio, para ir adelante, para mejorar; la quinta y última es el hecho de saberse prescindible.

Además, existen siete claves fundamentales del liderazgo social o humanista, que son: la coherencia, la convicción, la credibilidad, la confianza, la comunicación, el compromiso y la conciencia. Obama cumple con este perfil, lo cumplió en su campaña y en su discurso.

Al termino de la era Bush, se concluyó un liderazgo errático, sin coherencia, que generó miedo en vez de confianza, con una pésima comunicación, con un compromiso a las grandes causas de los grupos de poder estadounidenses y a los viejos atavismos de la guerra, los valores sobre el miedo y el terror, con una visión mercantilista de las cosas; este liderazgo genera la política especulativa que volteó al mundo de cabeza el año pasado.

Y Obama inicia su presidencia con un discurso que, según algunos líderes de opinión, no tiene frases llamativas o de recordar; tal vez no es el “I Have a Dream” de Martín Luther King, ni el “no preguntes lo que tu país puedes hacer por ti, pregúntate lo que puedes hacer tu por tu país” de Kennedy. Pero el mismo, en su apertura habla de que ya se ha dicho casi todo en ese mismo lugar, muchas veces con anterioridad.

Lo importante del discurso es lo sencillo y crudo que es. Lo sencillo, porque llama con palabras simples las cosas complejas, habla de especuladores, de codicia, de irresponsables, de cínicos, de las falsas promesas que no se han cumplido, de poderes reales que no quieren entender que no se pueden seguir haciendo las cosas como antes. Menciona los dogmas que estrangulan la política.

El discurso es crudo, porque reconoce un grave problema económico, menciona que próximas generaciones van a tener que bajar sus expectativas, critica a los que sólo buscan los placeres de la fama y la fortuna. Reconoce también que el mundo está cambiando, que Estados Unidos tiene que entender esta situación y adaptarse; acepta que hay una nueva era y que hay un problema ecológico que tiene que enfrentarse con humildad. Reconoce públicamente también la existencia de fuerzas internas que no están de acuerdo con su política y que tienen corta memoria.

En pocas palabras, define un rumbo totalmente opuesto al que Bush llevó en los últimos ocho años, se aleja del discurso del terror, ofrece una mano de amistad, para el que la quiera abrir y estrechar. No habla de inmigrantes, acepta la diversidad de razas, pero deja atrás el viejo discurso de una Unión Americana de inmigrantes. También puede decirse que se aleja del concepto de policía del mundo y manda un mensaje al mundo árabe muy claro, puede haber relación con base en intereses y respeto.

Un asunto que llama mucho la atención es que en todos sus últimos discursos, menciona a los padres fundadores, está retomando la idea de volver a los principios democráticos con los que se instauró Estados Unidos, hasta podría decirse que en el fondo de sus palabras está pensando en una refundación como en la creación de una “nueva república”.

Para el cambio y el crecimiento a futuro, cambia el antiguo concepto de las armas, por el desarrollo tecnológico; les pide a los estadounidenses unirse y respetarse, con base en los viejos y tradicionales valores de honestidad, trabajo, coraje y justicia en el terreno de juego, valores que con el mundo de la especulación se han olvidado.

Como héroes de guerra reconoce a los que lucharon en todas las guerras internas, a los de Normandía y hasta la guerra de Corea y Vietnam, y de final, sin decirlo se reconoce como un estadounidense más, se reconoce como pueblo (Bush nunca lo hubiera dicho), para trabajar para el pueblo y con el pueblo.

Éste es el discurso que dicen que no tiene frases célebres; el mundo ha cambiado y no nos damos cuenta. Mientras aquí debemos aprender tantas cosas. Cuando alguien se atrevió a dar un discurso que dejó ver las realidades del país, puso en jaque al real politik y terminó asesinado.

Y del dicho al hecho…. En una semana ha cumplido con dos promesas, deja la base de Guantánamo y anuncia un plan ambiental, que se acerca más al tratado de Kioto. Por sólo estos hechos las cosas están cambiando, Obama es un líder social y humanista.

jueves, 22 de enero de 2009

El efecto Obama

Barack Obama es un fenómeno de nuestros tiempos. Hace una campaña electoral inaudita, marcando con esto el futuro de cómo se debe de manejar las nuevas herramientas tecnológicas para comunicarse con la gente, también, marca un hito en la comunicación política, al manejar con limpieza y sencillez sus discursos y mensajes, los cuales se han convertido en piezas de análisis detallado; y finalmente su liderazgo es de corte social, nacido de las teorías de Harvard.

Sin entender todo esto, y sobre todo, lo que significa el liderazgo social, puede ser ocioso el análisis de su discurso de toma de posesión de la presidencia. He oído todo tipo de comentarios sobre este discurso, pero la constante es de no entenderlo en su totalidad, esto nace de la característica humana de querer ante una crisis de las magnitudes que estamos viviendo, la necesidad de encontrar respuestas a los problemas de cada país, de cada ciudad y hasta la resolución de problemas personales.

En México y el mundo, al parecer estaban esperando el día de la toma de posesión para oír en el discurso de Obama, la solución a la crisis mundial, de ahí se creó la expectativa de que en ese discurso inaugural se encontrarían todas las respuestas y caminos que se deberán de seguir. Pero a simple vista no se encontraron; las bolsas se cayeron y la realidad siguió su camino.

Creo que el mundo está acostumbrado, para mal, a los discursos incendiarios de los últimos ocho años de Bush y de un liderazgo de problemas del siglo XX para atrás. No estamos tomando conciencia de que este es el primer presidente de los Estados Unidos del siglo XXI, es afroamericano, nace del pueblo, no vienen de una dinastía de tradición política, ni de familia poderosa. Es una persona extremadamente educada y con una visión del mundo global.

Otro detalle curioso a entender es que Obama no es de la generación de la guerra, a Obama no le pueden achacar ni que es héroe de guerra, ni que es pacifista negado a enrolarse en el ejército, simple y sencillamente por su edad y circunstancia, ya no le tocó jugar ese papel tradicional en la unión americana de ser héroe de guerra, es más, no está en su vocabulario. Este es un tema que reconoce, pero lo trata más desde el punto de vista de la fundación de la nación americana, que el recordatorio heroico de Vietnam o las últimas guerras en Asia.

Es por eso que considero que la mayoría de la gente afuera de los Estados Unidos no entendió el discurso de Obama, de ahí puede venir el desencanto ante su figura, pero que de alguna manera en su estrategia logró dos cosas: detuvo la expectativa exagerada a su persona y el asunto más importante a mi parecer, el conectarse con sus electores, a quien se debe y de donde él viene, eso definitivamente si lo logró. El impresionante número de personas que reunió enfrente del Capitolio, una muchedumbre ordenada y silenciosa, esa que es el pueblo, esa masa invisible que ningún político quiere ver enojada o levantada en armas, fue fiel acompañante de su líder, desde que los convenció poco a poco a través de su discurso humanista, de su visión de los problemas, los que les pidió apoyo y dinero por internet, esa muchedumbre virtual se fue haciendo real el día de la votación y que terminó acompañando a su líder en la toma de posesión, porque quería ver lo inaudito: un presidente afroamericano tomando la protesta para romper el más alto mito racista de América, que un afroamericano ocupe la Casa Blanca.

Con esa su gente, a ese su pueblo, estuvo dirigido su discurso, a los especuladores, los grandes poderosos, los enemigos del estado americano y al resto del mundo, les dedicó algunos párrafos muy claros y contundentes, de una sencillez que analizándolo en este contexto da miedo. Es claro, contundente, sin retorica ni bravuconadas de un texano con botas y pistola al cinto. Un mensaje claro que pone límites, que ofrece paz y amistad, para el que la quiera.

Considero que el discurso más que no gustar, no fue plenamente entendido, en el fondo está procediendo bajo el más antiguo de los principios americanos que dice “back to basics”, regresar a lo básico, pero con una buena visión de un futuro y con una claridad en el procedimiento. Dos cosas son de llamar la atención, el que se puede interpretar mal o bien, y que habla de una refundación del estado americano, de crear un nuevo sueño americano con una visión de futuro. Y en segundo lugar, el hecho de aceptar que el mundo está cambiando, a lo que se puede inferir que él en lo personal lo acepta y quiere hacer entender a su pueblo que así es. Por tradición el americano considera que el mundo son ellos y que el mundo vive su misma realidad, si juntamos esas dos cosas, refundación y entender que el mundo está cambiando, puede implicar que ahí es el cambio de fondo que Obama quiere generar.

El discurso merece más análisis bajo esta óptica y tendrá que ser releído y releído, efectivamente hoy no hay frases que pasen a los anales de la historia, como algunos líderes de opinión y analistas buscan desesperadamente, con los hechos, con la transformación de las cosas poco a poco las palabras irán tomando su curso adecuado. Al final del día lo más importante es que fue un discurso dirigido a la conciencia de las personas del mundo, habrá que analizar qué nivel de conciencia tiene cada individuo, su pueblo, sus electores, a quién él se debe, entendió perfectamente el mensaje, los demás poco a poco lo entenderán.

Seguiremos el análisis en próximas colaboraciones.

jueves, 15 de enero de 2009

Retos para 2009

El país amanece al año 2009 con retos muy grandes: Primero, enfrentar una crisis que no es nuestra, pero que está afectando a toda la economía; el viernes pasado, en el ya tradicional Seminario sobre Perspectivas Económicas del ITAM, el gobernador del Banco de México y el mismo secretario de Hacienda coincidían en que, en el mejor de los escenarios, México no va a crecer, por lo que en 2009 el crecimiento será de 0 por ciento. Por lo tanto, esto indica que habrá sectores económicos golpeados y otros que hasta se podrán ver favorecidos.

Cabe mencionar que hoy las condiciones financieras del país son totalmente distintas, tenemos una mejor fortaleza que en 1994, por ejemplo, y sólo por esto, esta crisis no nos afectará más de lo ya estimado. En el caso de nuestros vecinos, los especialistas estiman que su crecimiento será negativo; se prevé que el crecimiento será de menos 2 por ciento. Nuestras economías están tan ligadas, lo que los americanos decrecen es lo que nosotros bajamos en la estimación de crecimiento, un 2 por ciento.

En este seminario, los especialistas coincidieron en que el plan aplicado por el gobierno es el adecuado, tal vez se debería de atacar con una baja en los impuestos, pero desafortunadamente el mantener una de las tasas de recaudación mas bajas de la región, lo que significa una base de contribuyentes muy escasa y un gran comercio informal, afecta este camino, que se haría inviable para los ingresos del gobierno.

El reto para el Ejecutivo es aplicar con rapidez las inversiones en infraestructura, a fin de comenzar a mover la economía y que esto sea un apoyo en contra la recesión; el otro gran problema a controlar es la inflación y la exigencia de aumentar los sueldos. Ya aparecen por ahí las propuestas descabelladas de aumentos desproporcionados de sueldo para incentivar el consumo, lo que a su vez podría aumentar la inflación; propuestas populistas que sólo buscan quedar bien ante un año electoral y que han generado una fiebre de propuestas en contra de la crisis; todo gobernante en turno o partido lanza su propia receta, eso sí después de haberse despachado con la cuchara grande sus aguinaldos en diciembre.

En medio de todo esto, el seguir tratando de controlar la inseguridad, armar con nuevos equipos de mayor calibre a las policías y controlar la corrupción y la infiltración en medio de esta situación económica no va a ser fácil.

Y finalmente la parte política, por un lado las malas lenguas hablan de cambios en el gabinete, muy urgentes por cierto, pocos son los secretarios que realmente hacen su chamba, los demás pasan inadvertidos y hasta algunos ni siquiera son conocidos, ni mencionados. Ya hay casos de algunos que cada vez que tratan de hacer una negociación le estallan conflictos inmediatos. Parte de la posibilidad de poder aplicar los recursos de la inversión en infraestructura depende de esa red de burocracia que fue tejida el sexenio anterior y que aún funciona para sus propios intereses.

Por el otro lado, el desafío es que las campañas electorales corran sin ningún descalabro, sin que dineros de todos lados afecten los resultados, y por supuesto está a prueba la nueva ley electoral que hicieran los diputados, la cual dista de ser lo más adecuado para el país.

Ahora bien, para nosotros los ciudadanos, los retos son también muy grandes; tenemos que sobre llevar la crisis, encontrar las oportunidades que nos ofrece la situación y, desde ahora, empezar a ver con toda calma, a cada uno de los candidatos que nos van a proponer los partidos para saber, a ciencia cierta, por quién vamos a votar.

En un primer escenario seis meses antes de la elección, considero que puede haber un empate técnico, con una tendencia a que el PAN pueda perder espacios, esto porque el PRI viene trabajando muy fuerte en los estados, pero el plan de crisis y el aumento del gasto gubernamental por acción natural levantará los bonos del partido en el gobierno, acción inherente que da el poder.

Una buena noticia que me llamó la atención, unos días antes de que cerraran los módulos del IFE para el trámite de la expedición de la credencial para votar, pasé por un módulo en la colonia Del Valle y había una larga fila de personas que hacían su trámite para obtenerla. Con suerte es gente que quiere ir a ejercer su voto el 5 de julio, sólo eso puede salvar al país, la acción ciudadana.