martes, 31 de julio de 2012

Tendencias agridulces


Por Marco V. Herrera

Tendencias agridulces

Los acontecimientos de la última semana me dejan ver tendencias que se me hacen agridulces; hemos tenido una pléyade de eventos nacionales e internacionales que han conmovido mi atención, para bien y para mal, me refiero a tres en especial.

Las Olimpiadas.- La buena noticia fue ver y entender cómo un país como Inglaterra, utiliza un evento como las olimpiadas para trabajar y reconfirmar el orgullo nacional con su pueblo. En las imágenes se ve que les ha servido para hacer un trabajo hacia adentro de las islas para consolidar su fuerza patriótica; y qué decir hacia afuera, la inauguración fue un recordatorio de lo que es la identidad británica, incluyendo hasta la demostración de humor y maravillosa escena en donde, supuestamente, la Reina Isabel, se lanza desde un helicóptero junto con James Bond para llegar al Estadio Olímpico, una forma humorística de insertar a una monarquía en la modernidad, sin dramas y sin pensar que fuera una falta de respeto a los símbolos monárquicos; buen ejemplo a seguir.

Por otro lado, el asunto del deporte es siempre para México algo doloroso. Nuestros deportistas asisten con grandes expectativas, desafortunadamente y a pesar de que hemos  logrado importantes avances, nuestros muchachos no tienen grandes logros y los que los tienen, realmente se convierten en héroes por los grandes esfuerzos individuales que hacen. Esto porque los demás países dedican mucho tiempo y dinero a su deporte de alto rendimiento, es una industria bien armada, mientras que aquí nuestros deportistas todavía siguen siendo presa de los monopolios deportivos.

Nota patética: el que vuelvan a encarcelar a una estrellita de la televisión mexicana, ahora en Inglaterra, por tratar de ganar la eterna lucha de las barras cómicas de los programas olímpicos.

La película de Batman.- El horror en el estreno de la película en los Estados Unidos; no se acaba de asimilar que lo que se ve en las películas sea tomado de ejemplo por ciertas personas y que puedan hacer ese gran daño a gente inocente. Inaceptable, inaudita, imposible de creer, parecería una película de Hollywood. Y en México, dos incidentes relacionados con la película que no sé si es coincidencia o que la película viene marcada; en Guadalajara se incendia un cine en la inauguración y, ahora en Chihuahua, ladrones se meten a robar a los espectadores disfrazados de Batman. Malas tendencias que dejan marcada a la pobre película y dañan a los espectadores, malos ejemplos de violencia que no se deberían de seguir en ninguna parte del mundo.

De nuevo los bloqueos.- Como parte del pleito postelectoral, la izquierda se vuelve a disfrazar de sociedad y de estudiantes para salir a la calle a desquiciar el tráfico; el jueves pasado en la Ciudad de México se reúne un plantón de inconformes por las elecciones y, junto con la lluvia, crean un caos vial de grandes magnitudes para la ciudad, miles de automovilistas tardaron hasta cuatro horas para llegar a su casa.
Más de lo mismo que en 2006, pero ahora disfrazados de sociedad para no dañar la imagen de los políticos, ¡Ah, pero ahora se estrena un nuevo formato!. Todo esto ante la mirada ciega de las autoridades de la Ciudad, quienes son del mismo partido, por cierto.

Triste que no aprendamos del pasado y sigamos igual. ¿Qué estarán preparando para la inconformidad de la elección del 2024?

Tendencias agridulces que no son buenas para el país.

Consultor

jueves, 26 de julio de 2012

Alternancia por primera vez


Alternancia por primera vez

El 1° de Diciembre seremos testigos de la Alternancia, cuando por primera vez el PAN le entregue el poder al PRI. A poco más de dos semanas de elección y sin fallo oficial de ganador a la Presidencia, el equipo de Peña ha empezado a controlar el espacio Público, algo que el PAN en sus 12 años no pudo controlar del todo.

Puede ser que le llame la atención al lector el título de este artículo y algunos podrán decir que México ya enfrentó el primer proceso de alternancia; y tienen razón, refiriéndose a aquel día histórico cuando, en el 2000, el PRI le entrego al PAN el poder. Pero a lo que me estoy refiriendo en esta ocasión, es que el primero de diciembre de este año será la primera vez que el PAN le entregue el poder al PRI y será la primera vez que este partido lo reciba, nunca antes en la historia del país se había suscitado un hecho de esta magnitud; cierto es que todos se refieren al regreso del PRI, pero hay que entender que la casa que dejó este partido no es la misma después de 12 años de gobierno panista.

Bajo estas consideraciones, las primeras preguntas que se me vienen a la mente son: ¿Qué va a ser lo que va a entregar el PAN?, ¿entregará lo mismo que recibió y bajo qué condiciones, con la pregunta incluida de qué fue aquello que recibió? y, finalmente, después de 12 años habrá que preguntarse, ¿en qué transformó el panismo a la administración pública?

No cabe duda que en las dos semanas y media que llevamos desde la elección, y recalcando que aún oficialmente no hay fallo oficial de ganador, lentamente el equipo de Peña Nieto ha empezado a controlar el espacio público, se empieza a notar la invisible operación política del futuro nuevo gobierno y se siente el choque de trenes entre los grupos del poder, ya no digamos dentro del mismo bando rojo, sino que ya empezamos a enfrentar el control del poder público, algo que el PAN, a pesar de sus doce años en el poder, no acabó de entender o nunca pudo controlar del todo.

El hecho es que se está gestando, muy por debajo, esa gran recepción de la administración pública, pero creo que, a ciencia cierta, apenas se empieza a dimensionar el reto.

Cuando el nuevo gobierno reciba la administración federal, regresa al PRI un innumerable número de posiciones que repartir entre las huestes políticas del partido y, por lo tanto, un innumerable número de funcionarios panistas se quedarán en la calle.

Una de las circunstancias con las que se enfrenta el nuevo gobierno es el hecho de que no podrá cambiar a cierto número de funcionarios bajo la lógica de la existencia del Servicio profesional de carrera que se  implementó en el Gobierno Federal durante la administración del PAN, además de que, definitivamente, no le convendría la nuevo gobierno perder el control burocrático de las secretarías y la información que ahí se maneja, sin embargo, será una situación con la que tendrán que enfrentarse contra el tiempo.

Esta situación nos lleva a que ya es tiempo en México de que, como parte de la reforma política pendiente, se tenga que acortar de manera considerable el tiempo de la transición entre gobiernos ante los ya más frecuentes posibles escenarios de alternancia. Para lograr esta disminución de tiempos, uno de los factores más relevantes es el contar con una burocracia eficiente, así como mandos intermedios eficaces y planes de estado a largo plazo.

Una de las mejores cosas que supo hacer el gobierno panista fue el cuidar y mantener la sana economía que dejó la administración del Presidente Zedillo; recordemos que no fue algo que construyó Fox, sino que solamente la han sabido mantener bien y, técnicamente, es la gran fortaleza  del México actual.

Parte de una buena transición va a ser la definición de un buen gabinete, el manejo adecuado de los procesos de entrega y recepción y el cambio paulatino de los mandos intermedios para que el PRI, poco a poco, pueda ir controlando las decisiones de la administración pública sin las intromisiones, candados o interferencias de los grupos panistas insertados en el poder y que lucharán por no perder los cotos de dominio.

Será una lucha interesante, cuya consecuencia será la creación de una nueva generación de funcionarios, así como dejará a muchos burócratas azules sin trabajo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              



Consultor y analista político

viernes, 20 de julio de 2012

Bache Democrático


Este año, más que nunca, las consecuencias postelectorales cimbrarán a los dirigentes de los partidos políticos y sin dejar a salvo las substanciales estructuras partidistas.

Estamos viendo como los partidos políticos en México entran en una lucha intestina de poder y en un proceso de cambio generacional, lo que provocará un bache democrático para nuestro sistema político.

La lucha intestina nace de dos cosas; la primera, los saldos de la elección. Desde siempre, cuando se perdía una elección en las dirigencias partidistas había un poco de dignidad y sus funcionarios renunciaban; en el caso del PAN, hoy se vive un gran enfrentamiento contra el poder del presidente saliente, la candidata perdedora, los futuros coordinadores de las cámaras legislativas, la esposa del presidente y los viejos panistas.

Quiero suponer que también el Yunque está jugando a ver qué posiciones le quedan. En el caso de la segunda razón, obviamente que los nuevos políticos quieren ir dejando atrás a los viejos liderazgos y éste es un factor extra que le mete presión al asunto en el PAN.

Toda esta situación es lo que trae esquizofrénicos a los panistas y, sobre todo, a su dirigente quien no ha demostrado ser un muy buen político, que digamos.

En el PRD, están igual. En medio de las impugnaciones se está trabajando para ver qué se hace con el partido; ahí, la duda es quién se queda con el PRD y quién con el resto la pregunta que aún no se formula es si AMLO rompe con el PRD y se consolida con sus aliados o, definitivamente, el gran rompimiento vendrá con la asignación de la candidatura de la presidencia para el 2018, en donde Ebrard Camacho se van a enfrentar con el mismo AMLO. Pudiera ser que exista una gran escisión como cuando la corriente democrática se salió del PRI, ¿le suena conocido el numerito? Un factor extra es el hecho de que varios de los gobernadores ganadores ya empezaron a pintar su raya de la campaña de impugnación y, al parecer, no están dispuestos a seguir a AMLO; esto dividirá a ese partido en breve.

En el caso del PRI, va a ser muy interesante ver qué va a pasar; Peña prometió que la iba a cambiar, a reformar, y, de alguna manera, veremos la iniciativa para ir rompiendo las viejas estructuras centralistas de poder que están en manos de liderazgos viejos y tradicionales. Técnicamente, Peña retomará las iniciativas modernizadoras de Colosio y, en combinación con liderazgos más jóvenes, pretenderá construir nuevos políticos para, en las elecciones intermedias que se celebrarán dentro de tres años, poder tener mayoría en las cámaras y tener el control del partido. Mientras, el partido entrará en un rediseño en donde se estarán enfrentando los jóvenes contra los viejos quienes, por edad, ya empiezan a retirarse por cansancio y por no entender nada de lo que está pasando.

Un pendiente muy importante para el PRI va a ser la guerra implacable que se librará para ver quién paga los platos rotos de las plazas en donde se perdió escandalosamente, cuando las promesas eran de carro completo, además de que lo que se ganó fue a través de la alianza con el Partido Verde, lo que no fue bueno para el PRI. ¿Será posible que pueda haber una refundación o algo así?

Lo más curioso es que en el PAN y en el PRD los cambios lo generarán los grandes perdedores, Ernesto Cordero y Marcelo Ebrard, mientras que, en el PRI, quién sabe qué papel le dejarán jugar a Manlio Fabio Beltrones y más ahora que acaba de entregar su reforma política ya autorizada, misma que, por cierto, le asegura a Peña la toma de posesión.




Consultor

martes, 17 de julio de 2012

Elecciones y medios


La sólida estructura de los líderes de opinión en México, se vio afectada por la presión ejercida en las redes sociales durante las pasadas elecciones. Comenzamos a ver cómo los medios empiezan a generar un cambio con el fin de enfrentar una nueva época editorial y comercial.

En todas las elecciones, los grupos de poder toman posiciones a favor o en contra de partidos y candidatos. Estos grupos se alían o hacen que sus medios de comunicación sean trincheras de apoyo o de ataque para estas campañas; esto pasa en todo el mundo, no es exclusivo de México.

Así, a principios de año vimos cómo se crearon nuevos periódicos y portales on line, los cuales fueron generadores de opinión pública a favor o en contra de algún candidato en el proceso electoral. Pero esta elección fue distinta, de alguna u otra manera la presión que se ejerció en las redes sociales y su impacto en la sociedad en general generó, por primera vez, que muchos de los periodistas profesionales declararan cuáles eran sus preferencias electorales. Esto manifestando una forma de la nueva aplicación de la democracia en México y, como resultado también, de las nuevas reglas electorales con las que los medios convivieron por primera vez.

Por su parte, en las redes sociales se vivió el paroxismo del libertinaje y la utilización de estas plataformas sufrió todos los excesos que los bots, partidos, y huestes partidistas pudieron generar. Todo fue más allá de la decencia y los límites, tanto así que hoy queda en el ambiente la duda de cómo se podría generar algún tipo de regulación que evitara las groserías, las mentiras y todo tipo de excesos para entrar en una espiral mucho más productiva, claro que desde el punto de vista de la información y su beneficio a la misma sociedad. Todo este juego produce un gran desgaste a periodistas, líderes de opinión, opinadores profesionales, blogueros y analistas. En general, el ritmo de la información fue brutal y el desgaste descomunal.

También en este período se abrió, por parte de las autoridades, el juego para la licitación de nuevas frecuencias para televisión abierta, aunque pasó un poco desapercibida la noticia, y esto, en medio de una elección, obviamente generó un desgaste extra en todo el sistema de medios.

Hoy, todo este juego y  la presión generacional empiezan a tener efecto en los líderes de opinión y periodistas, ocasionando un cambio de líneas editoriales por cada uno de los medios, lo que hace que estos periodistas digan algunas cosas en radio, varíen su posición en televisión mientras dicen otras cosas en Twitter. Este fenómeno empieza a afectar carreras periodísticas; en redes sociales los jóvenes (con bots o sin ellos) empiezan a quemar a ciertos líderes de opinión y, durante la campaña, extremaron posiciones hacia ellos, lo que hasta generó violencia física en contra de algunos (Carlos Marín y Ricardo Alemán, como ejemplos). Y que decir de la inmensa lista de ataques y groserías contra otros columnistas.

Nunca antes se había visto que hubiera ataques y polarización, contra los opinadores, pero, al mismo tiempo, nunca antes con el crecimiento de los medios se habían abierto tantos espacios en dónde los periodistas tuvieran oportunidades de aparecer en diferentes escenarios públicos. Al final del día, esto genera una presión y desgaste el cual, terminadas las campañas electorales, pasarán la factura de los excesos y la sobre exposición, misma que deberá ser pagada cuando se regrese al espacio y ritmo normal.

Y aunque de distintas maneras y formas, comenzamos a ver cómo los medios empiezan a generar un cambio de programación y de espacios con el fin de enfrentar una nueva época editorial y comercial. Estos movimientos obedecen a distintas razones, unos porque se van a Londres a las Olimpiadas, por ejemplo, todos los de Televisa y Tv Azteca, y otros por razones desconocidas, como el caso de Pedro Ferriz, pero estamos viendo, al fin de las elecciones, que el desgaste de la guerra electoral empieza a cobrar sus primeras victimas.




Consultor