miércoles, 30 de octubre de 2013

Death & Taxes (Muerte e Impuestos)



Es muy famosa la frase estadounidense Death & Taxes, que se refiere a que estas dos cosas son lo único seguro en esta vida. Ahora, con el debate de los impuestos y la reforma fiscal en México, al estar escuchando y leyendo las discusiones de comentaristas y los ciudadanos sobre la aplicación de impuestos a determinados artículos que afectan a la salud de los mexicanos, me di cuenta de nuestro poco entendimiento, como sociedad, que tenemos sobre los problemas nacionales y su relación con las políticas públicas.

Las quejas y discusiones que he escuchadose quedan en lugares comunes, sólo porque es un aumento de impuestos en general está mal, porque quitaron los saleros de los restaurantes, por que el aumento de impuestos va a causar baja de inversiones (que por cierto no hacen), o porque se va a afectar hasta la exportación de autos, cuando una cosa es el mercado interno y otra el tema de las exportaciones; en fin, todo mundo trata de defender una sola cosa: el no pagar impuestos.

El colmo de estas discusiones fue cuando un comentarista, tratando de explicar que de nada sirve aumentar el impuesto a los refrescos y tratando de hacer el símil con las políticas públicas para desincentivar que la población fume, además de declarase fumador empedernido, no tuvo otro remedio que declararse tonto y dispuesto a morir a la larga por fumar.

Ayer mismo, mi hijo, al escuchar todos esos comentarios, me consultó que si ayudaría o no la decisión del Congreso sobre los impuestos al refresco y, entonces, traté de explicarle que, primero, es un problema muy complejo de analizar y entender, pero que habría que entender varias cosas a la vez; la primera es que México es el país más obeso del planeta,  según un informe de la ONU; le quitamos el lugar a los Estados Unidos. Esto impacta directamente al gasto en el rubro de salud al gastar miles de millones de pesos en la atención de diabéticos y enfermos del corazón en los hospitales del sistema de salud pública. En efecto, si el ciudadano no se cuida y no le importa (como el caso del fumador) efectivamente es su derecho, pero al Estado sí le afecta y mucho. Por tal motivo, una de las herramientas que tienen los gobiernos para hacer entrar en razón a los ciudadanos es el aumento de los impuestos que, técnicamente, deberán de ir a compensar el gasto en hospitales. Entiéndase, si usted gasta en fumar o en comer y no quiere cuidarse, pues también al parejo irá pagando sus gastos médicos, de alguna manera u otra. Eso dice la técnica de impuestos.

Por otra parte, y ahí está lo complejo del asunto, el poner un impuesto a un producto o industria sí impacta directamente a las inversiones, las ventas, las cadenas productivas y los empleos de ese sector. De ahí vienen las decisiones más difíciles para todo el Gobierno, tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Legislativo, ¿qué es lo menos impactante para las finanzas, la salud pública y los ciudadanos? De ahí la complejidad de este tipo de decisiones y de que no se entiendan las razones para tomarlas.

Hablaban en ese programa de las decisiones del ciudadano en su posición como consumidor, que el decirle o estarle repitiendo en los medios a través de campañas que coman sano y que prevengan enfermedades cuidando su alimentación, también tiene un costo para el gobierno. Y, al final del día, la decisión es muy fácil, ¿nos comemos una galleta como snack a medio día o preferimos una fruta o verdura? Esa decisión es de cada uno, pero tiene que ver mucho con los productos que se encuentran en las tiendas. Escuché que decía un especialista que el ciudadano, ante este impuesto, comería alimentos menos controlados, sanos y, seguramente, con más calorías, y no me quedó más que decir, como en el anuncio de las clases de inglés, ¿whaaaat? En nuestra ciudad, simplemente en cualquier changarro de tacos de la esquina, se venden tacos de carne que nada en los peores aceites fritos y refritos; venden, además, toda clase de botanas y toda una linda selección de vitamina T, que nos ha llevado tan rápidamente a ser el país más obeso, tacos, tortas y todo lo demás frito en aceites de la más baja calidad.

Al miso tiempo, el negocio del agua ha crecido tanto que hoy los canales de distribución en cualquier tienda de todo el país, existe la oferta de refrescos, jugos y agua, el ciudadano puede escoger, el problema es que prefiere los refrescos que el agua.

Como le dije a mi hijo, finalmente es una decisión muy difícil para todos, porque para resolver el verdadero problema debiera ser una mezcla de ambas cosas, impuestos y buenos hábitos. Un ejemplo de estas medidas fue cuando  en Europa en el año de 2008 decidieron bajar el consumo de sal en los alimentos envasados, la medida causó algunas molestias, pero hoy, si prueba usted una papas en Francia, para el gusto de los mexicanos les falta sal.

En fin, el tema es muy complejo, al que si le añadimos el hecho de que somos los magos en la región para no pagar impuestos, se genera una situación que, irremediablemente, nos está llevando, sin querer queriendo, al callejón sin salida del IVA generalizado.

Analista Político





miércoles, 23 de octubre de 2013

Innovación social en Iberoamérica




La innovación social empieza ya a tener cabida en la perspectiva ciudadana de Iberoamérica para aumentar la participación y el desarrollo generado por todos los ciudadanos.

En días pasados se llevó a cabo en la Ciudad de Panamá la XXIII Cumbre Iberoamericana de jefas y jefes de Estado y de Gobierno. Esta reunión tuvo la asistencia de 11 Jefes de Estado y se discutió el camino que deberá de tener América latina para el futuro.

Un elemento diferenciador de esta reunión fue el hecho de que, en el marco de la Cumbre, se llevó a cabo el Primer Encuentro Iberoamericano de Innovación Ciudadana, que fue convocado por el proyecto Ciudadanía 2.0, organizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) en conjunto con el Programa de Participación Ciudadana de Presidencia de Panamá, la Secretaría de Cultura de la Prefeitura de São Paulo, la AECID, la Fundación Unidos en Red y la CAF.

La buena noticia es que no sólo se está tomando en cuenta que la innovación puede ser un elemento diferenciador en el crecimiento de la región, como lo afirma el reporte de Perspectivas  Económicas de América Latina en 2014 que presentó la CEPAL, sino que, además, la innovación social empieza ya a tener cabida en la perspectiva ciudadana de la región para aumentar la participación y el desarrollo generado por todos los ciudadanos de Iberoamérica.

La iniciativa del proyecto Ciudadanía 2.0 da el primer paso formal para que la innovación social sea una realidad. En esta cumbre se envía una carta a todos los jefes de Estado que establece 13 puntos para conformar el marco de trabajo para los próximos cinco años y en donde se pide el apoyo a todos los mandatarios. Los principales puntos en los que se basa el acuerdo son los siguientes: se pide a los jefes de Estado impulsar la innovación ciudadana en todos los países de la región; se entiende a la innovación ciudadana como la participación activa de ciudadanos en iniciativas innovadoras que buscan transformar la realidad social; los nuevos ciudadanos proactivos articulan sus intereses en la red y expanden su participación al margen de los canales tradicionales para convertirse, así, en agentes del cambio en cada país; por los grandes beneficios que genera la innovación ciudadana es necesario sistematizar, mapear y generar bases de información para estructurar las experiencias y poder medir su impacto; esta acción logrará identificar las iniciativas y crear sinergias en toda la región.

Al mismo tiempo, se declara que la acción de los gobiernos y el apoyo a estas iniciativas a través de políticas que faciliten el derecho de acceso a la información, la transparencia y la rendición de cuentas, apoyará a la gobernanza de las diferentes administraciones gubernamentales; el rol de los gobiernos ante este tipo de proyectos debe de ser como facilitadores y aceleradores de estas iniciativas; se pide, también, que los gobiernos abran apoyos económicos a este tipo de iniciativas.

En la declaratoria a los Jefes de Estado, también se habla de que las empresas privadas y públicas deben jugar un papel de gran importancia, dado que, a través de sus programas de responsabilidad social, se abren nuevas formas de apoyar a la sociedad a través de estimular estas iniciativas de innovación ciudadana; también, es de vital importancia que las Pymes participen, con el único fin de mejorar las condiciones de competitividad en los países y, con esto, mejorar el desarrollo económico. Por último, todo este esfuerzo debe estar basado en que se fortalezca el desarrollo de las tecnologías digitales y reducir la brecha digital.

A través de esta iniciativa, podemos estar seguros que la innovación ciudadana es una realidad. Por nuestra parte, en México, ya podemos encontrar iniciativas de innovación ciudadana; la gran ventaja que aporta este marco de referencia a nivel Iberoamericano es el hecho de que podemos compartir las iniciativas a nivel regional y mejorar la gobernanza y competitividad en toda la región.

Puede ser un gran aliciente que el viejo proyecto de la integración latinoamericana, que no han podido lograrlos políticos de la región, ya sea por el exceso de atavismos históricos o por las grandes distancias, pueda ser logrado por la voluntad de los ciudadanos y la cercanía de las redes digitales, como bien decía Thomas L. Friedman en su libro “La Tierra es Plana”.


Analista Político y Miembro del Foro de Mercado Emergentes



lunes, 21 de octubre de 2013

Oportunismo político



El oportunismo político no es exclusivo de México. En Estados Unidos acabamos de ver un ejemplo, con el pleito por la ampliación de techo de deuda. Aquí, vemos cómo políticos oportunistas reaparecer en la escena pública.

Washington, D.C.- Estados Unidos finalizó lo que le llamaron el “apagón”. Por segunda vez en el año, el gobierno americano, por un problema y una diferencia de criterios en el manejo de la administración gubernamental con su Congreso y, principalmente, con el partido de oposición, el gobierno tuvo, por falta de presupuesto, que cerrar la mayoría de las operaciones gubernamentales.

La ciudad de Washington, el centro administrativo de una de las principales economías, parecía una ciudad fantasma, no había bullicio en las calles, no había movimiento diplomático, los restaurantes estaban semivacíos, algunas cuantas personas en las calles. Toda la parte conocida como “el Mall”, donde se encuentran los principales museos que tradicionalmente siempre están efervescente de gente de todas las edades, ciudades, países, llenos de estudiantes, desde niños hasta jóvenes de todas las universidades, un centro cultural inmenso, se veía totalmente vacío, como novela de Tom Clancy o novela de Dan Brown con alguna de las típicas conspiraciones; técnicamente, una ciudad fantasma. Por alguna razón, por los jardines se lograba ver una gran cantidad de corredores solitarios, mismos que, me dio la impresión, todos eran funcionarios públicos que se ejercitaban mientras no tenían que ir a sus oficinas por el famoso apagón de actividades.

Me contaba una funcionaria del Senado que en las oficinas se recibían llamadas de ciudadanos americanos molestos, algunos gritando por no poder recibir sus sueldos y pensiones, otros, simple y sencillamente, enojados y que después de quejarse terminaban llorando, suplicando la terminación del pleito.

El día de hoy, después de un supuesto arreglo político, el país volvió a la vida, poco a poco, desde la mañana, se empezó a sentir más movimiento y, en los medios, cada una de las partes exponían sus posiciones. Obama decía en un discurso que si el Congreso no estaba de acuerdo con sus propuestas, que las cambiaran, no que detuvieran la operación del gobierno. Es curioso, si pensamos en la política mexicana, eso es algo “normal”, es un asunto de posiciones extremas y de berrinches; pero en la política americana era algo que,  hasta donde yo entendía, nunca había pasado.

No cabe duda que en los Estados Unidos se están  generando situaciones que nunca antes se habían vivido, nunca antes hubo crisis políticas internas de este alcance o crisis económicas como la actual. Tampoco era común escuchar de pobreza extrema. Como decía un ex presidente de un país Sudamericano, los americanos deben de aprender de los latinoamericanos que hemos vivido constantemente en crisis, ahora ellos la están pasando muy mal.

Pero, al parecer, los problemas ya son mundiales, la inequidad, la pobreza, las crisis económicas, ya se convirtieron en problemas comunes, incluso de los  países en desarrollo. Lo peor de todo es que las actitudes de los políticos en estos momentos críticos también parecen que se están generalizando en todos los países y México, por supuesto, no está fuera de esta situación.

Hoy vemos como, ante una serie de propuestas para llevar a cabo las reformas estructurales que el país necesita, es cuando los políticos sacan las peores caras. Claro, alguien podría decir “no ha cambiado nada, los políticos son los profesionales de las oportunidades”, y están en lo correcto, pero ahora están pasando a ser oportunistas sin escrúpulos y, lo más curioso, es que entre ellos mismos se están cerrando los caminos. Lo malo es que están impidiendo que el país avance y eso es lo más grave.

Estamos viendo como todos se pusieron, de inicio, de acuerdo ante un pacto político, pero cuando empezaron a sentir que eso estaba construyendo para la imagen del gobierno actual, todos se empezaron a pelear y a sacar lo peor de cada uno de ellos y, dentro de los propios partidos, se empezaron a pelear.

Ahora sale que hasta los grandes perdedores empiezan a salir de debajo de las piedras; Marcelo y Josefina se lanzan a buscar espacios y a tratar de lograr posiciones políticas en los nuevos tiempos. Al parecer, recuerdan sin pena sus malas decisiones y actos. Lo peor es que, aparentemente, se olvidan que decepcionaron a un gran número de ciudadanos y a lo mejor creen que éstos no se acuerdan de la afrenta. En fin, el tiempo hablará por sí mismo, pero no cabe duda que estamos viendo a políticos oportunistas reaparecer en la escena pública. Qué pena.



Analista Político




miércoles, 16 de octubre de 2013

El mundo y los empleos



La economía mundial no está generando los trabajos suficientes y esto se estrella de manera directa con la sobrepoblación que tenemos en todo el mundo.

Washington, Estados Unidos.- En el segundo día de trabajo del Foro de Mercados Emergentes toco revisar el reto de la creación de empleos en Asia, África y América Latina. En general, el panorama tampoco es halagador; la economía mundial no está generando los trabajos suficientes y esto de manera directa se estrella con la sobrepoblación que tenemos en todo el mundo.

Esta situación genera situaciones extremadamente complejas por parte de poblaciones en el sur del mundo, que desesperadamente tratan de migrar a las economías del norte que supuestamente tienen una mejor situación económica en general. Estas acciones las vivimos a diario, en América Latina con las grandes movilizaciones a través de México para alcanzar el famoso sueño americano, o la situación similar de las poblaciones africanas que tratan de llegar al norte a través de las islas y costas Italianas, que solo hace algunas horas ha causado una desgracia humanitaria en los mares italianos al hundirse una barcaza con inmigrantes tratando buscar una mejor vida.

Hoy la falta de trabajo y la búsqueda de mejores condiciones de vida están causando que mucha gente muera en las fronteras de los países desarrollados.

También, hoy en los mercados emergentes estamos encontrando una gran desconexión entre la oferta y la demanda de trabajo; las empresas que crean empleos buscan personal calificado que no están encontrando en los diferentes países por no tener las habilidades especiales por algún tipo de tecnificación, por lo que nos damos cuenta que hay oportunidades pero no hay personal adecuado, lo que pone a prueba la velocidad y eficacia de los sistemas educativos de los diferentes países.

Al mismo tiempo, cuando las empresas y los países logran una simetría adecuada, se crea el dilema mundial en donde sale más barato ensamblar un Mercedes Benz en una fábrica de África y pagar el flete para venderlo en Europa, que fabricarlo en la misma ciudad de Stuttgart en Alemania, lo que implica que una empresa alemana deja de producir empleos locales y se los da a personas en otros país.

Hoy, el problema de la generación de empleo es muy complejo, tiene muchos factores que inciden en su generación y que los países tienen que cuidar y modificar, tales como el sistema educativo, el sistema de seguridad social, las leyes laborales, la infraestructura tecnológica, de comunicaciones y de manufactura, y finalmente las cargas impositivas, lo que genera un sistema productivo y competitivo, para entonces poder definir sobre que áreas de especialización tendrán los países. Todo este sistema tiene un costo y un tiempo de desarrollo, no se puede corregir el problema sólo por decreto, lleva mucho tiempo, pero es necesario empezar lo más pronto posible.

Otro dilema que se crea con esta problemática es que la humanidad no puede esperar, por lo que busca una generación de autoempleo y el camino más fácil es la informalidad. Esta situación genera que no se paguen impuestos por una gran parte de la población, lo que abona al problema. Además, el desarrollo de la tecnología nos está llevando a una automatización, que a su vez presiona indirectamente a la baja de puestos de trabajo.

Si  autoridades mundiales decidieran crear políticas públicas para la creación de empleo orientado a hacer al planeta más productivo, ¿cuál cree usted que debiera ser el orden de la importancia de creación de empleo?, aquí una teoría de prioridades a ver si está de acuerdo conmigo: en primer lugar se debería de privilegiar la producción de alimentos, vegetal y animal, en conjunto con todo el desarrollo de tecnologías, más investigación y desarrollo; segundo lugar, la producción y cuidado del agua; la tercera, la manufactura de comodities; y en cuarto lugar, lo que llamaré servicios de vida, todo lo que tenga que ver con los servicios administrativos para la vida y satisfacción humana, ¿no cree usted?

Ante este panorama, los sistemas políticos mundiales tienen un gran reto, la necesidad de de alinear de manera rápida y eficiente los sistemas educativos; el mundo hoy está teniendo un exceso de profesionales en ciencias sociales, esto por la inercia y las necesidades de la economía de los últimos años, pero con las ultimas crisis económicas y el alto desarrollo de la tecnología, el panorama cambio radicalmente: los sistemas educativos se han quedado atrás en capacidad y en temática. Una parte de la razón de la generación de los movimientos “la primavera del mundo” es porque los jóvenes no tienen expectativas para el futuro y lo están saliendo a gritar a las calles del mundo.

¿Será que el sistema universitario tiene que cambiar por una universidad técnica, con una diferente orientación más avanzada?

Éste definitivamente es el último llamado al mundo en esta materia.

Analista Político