jueves, 26 de octubre de 2017

Por si no sale el TLC

Al día de hoy, nadie sabe si firmaremos la renegociación en TLC con los Estados Unidos y Canadá; no sabemos ni siquiera si vamos a terminar la negociación, ¡vamos! ya podríamos empezar a ver quién se levanta primero de la mesa, pero todo este proceso ¿nos servirá de algo a los mexicanos? Toda negociación siempre deja grandes aprendizajes, más allá de lo que se vive y se descubre en el proceso mismo. De hecho, el haber llegado a una revisión del Tratado después de muchos años de funcionamiento significa un proceso natural de innovación, los tres países necesitaban sentarse a discutir nuevas reglas para enfrentar las nuevas condiciones del mercado, sobre todo después de que se canceló la posibilidad del el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que abría una via de modernización de las relaciones comerciales de los tres países y una extensión con todo el mundo, por lo que tarde o temprano habría que regresar a revisar el Tratado que inició su operación en 1994. Claro, no con los objetivos tan sesgados y los modos que estamos enfrentando. Más allá del resultado final, la pregunta que deberíamos hacernos es ¿en México estamos orientando el aprendizaje de este proceso? La negociación ha causado que muchos sectores se sienten a revisar, primero, cuál es la situación actual; los empresarios habían aprovechado el Tratado, pero también con el tiempo se había creado una zona de confort cuando todavía seguimos con problemas de calidad, productividad, salarios y debilidades en el desarrollo de ciencia, tecnología e Innovación en algunos sectores; y en segundo lugar, el definir hacia dónde van algunos sectores específicos de la economía, y esto normalmente no se hace tan seguido en nuestro país. A pesar de que llevaron a cabo reformas que presionaron a ciertos sectores a modernizarse, a los mexicanos nos cuesta trabajo planear y tener visión hacia el futuro, normalmente sólo desarrollamos visiones a futuro cuando el comercio extranjero genera nuevas empresas, por lo demás, sólo nos movemos con la idea de que papá gobierno guíe y suelte dinero, como el caso de las zonas económicas especiales, que tanto han tardado en despegar. México debería, en este momento y aprovechando la coyuntura, lanzar una gran campaña de reflexión e innovación en dónde cada sector económico, grupo social, ONG, e inclusive cada mexicano en lo individual, haga una reflexión de hacia dónde deberíamos ir como país y cómo innovar los diferentes sectores económicos. Ya nos toca a los ciudadanos, empresarios y entrepreneurs, definir una visión económica en cada uno de los sectores en donde nos desarrollamos para empezar a generar un movimiento que, por una parte, guíe al país hacia un nuevo futuro, y, por la otra, apoye a la negociación del TLC desde abajo. No sólo es una negociación del gobierno y de los empresarios, es una negociación de todo el país y si ayudamos a modernizar esta visión, estaremos haciendo un solo frente contra los twitazos de nuestros vecinos, que aprovechan muy bien nuestra costumbre de atacarnos y estar divididos. Ahí les dejo la idea para que el presidente Peña Nieto, el Secretario de Economía, el CCE, Carlos Slim, Luis Videgaray, José Antonio Meade y Miguel Alemán Velazco, todo reunidos en la décimo quinta edición de la Cumbre de Negocios, celebrada en el Centro de Convenciones de San Luis Potosí, decidan si vale la pena invitar al país a crear una nueva visión, en lugar de estarnos cortando las venas por ver quién va a salir como presidente antes de tiempo. Con una visión creada por todos, será más fácil ver quién es el que la pueda liderar.

jueves, 19 de octubre de 2017

¿Saldrán las cuentas para independientes?

Hasta hace algunos días se habían registrado 40 candidatos independientes para la elección de la Presidencia de la República, a partir de ahora deben conseguir más de 866 mil firmas originales que no estén con otro candidato, son más de 34 millones de firmas, a varios no les va a alcanzar. Cada uno de los 40 candidatos independientes que van a competir por la presidencia de la Republica en la elección del 2018, y que se acaban de registrar en el INE, deben de conseguir 866 mil 593 firmas, si las matemáticas no se equivocan, estamos hablando de que en conjunto se deben de conseguir más de 34 millones de firmas, esto sin tomar en cuenta el tiempo en que las tienen que conseguir. Sabemos que en zonas urbanas es posible que exista gente con voluntad de querer cambiar al país, y le den su firma a los independientes, pero no nos engañemos, en la mayoría de los estados, las firmas se consiguen a cambio de algo, los operadores piden dinero para hacer esa chamba, la gente pide dinero por que le saquen copia a su credencial para votar y firmen la solicitud, es una práctica que desafortunadamente no se erradica tan fácilmente y lo que va a pasar es que la sociedad va a entender que es tiempo de cacería de firmas y va a encarecer su firma, amén de que sin decir nada la van a vender en varias ocasiones, además de que en su momento ya lo hayan hecho con algún partido político. La sorpresa va a ser cuando sean registradas, los independientes van a empezar a ver que se las rebotan y muchas candidaturas se van a caer y no lograrán el registro. Esta búsqueda de firmas va a generar un gran trabajo social en los estados, los operadores políticos se van a vender de lo lindo al mejor postor e, irremediablemente, van a correr enormes cantidades de dinero en la sociedad, prostituyendo una vez más a operadores y ciudadanos, y como siempre, algunos candidatos van a ser engañados; puede ganar el que registre primero la firma, si sólo si esa firma no esté ya comprometida con algún partido con anterioridad. En nuestro país, la gente que gusta de la política ya está afiliada con alguna red y conoce de estructuras políticas. Como me decía un operador hace algunos días, cuando les piden la firma la gente pregunta ¿por qué partido? y cuando saben que es para un independiente, terminan negando la firma porque en el fondo saben que un independiente no gana y si gana no les va a llegar nada porque saben que no tiene estructura social que les brinde un beneficio a la larga. Por estas razones no le van a salir los números a algunos de los independientes, Los partidos, actualmente, tienen registrados ya a más de 11 millones de personas, el PRI es que más afiliados tiene, cuenta con más de 5 millones; le sigue el PRD con 2.5 millones y el PVM con más de 700 mil; de ahí en pa’ bajo hasta llegar al PAN con 222 mil. Por otra parte, según los datos del INE, al corte del 16 de junio del 2017, los inscritos en el padrón de 18 años en adelante y hasta los 34 años, suman un poco más de 34 millones, lo que quisiera decir que matemáticamente si hay electores disponibles, el reto va a ser encontrarlos, contactarlos y que otorguen sus firmas. Ya veremos si las redes sociales ayudan.