viernes, 25 de septiembre de 2009

Relaciones Públicas en la nueva era

Las Relaciones Públicas (RP) en México dieron un gran salto a la modernidad. La globalización de los negocios, el crecimiento de las tecnologías de la información y el descubrimiento del poder de las RP por parte de los mercadólogos, hicieron que la profesión dejara, poco a poco, la antigua práctica basada únicamente en la relación con personajes o periodistas.
A partir de los grandes cambios en las democracias y el crecimiento acelerado de internet, las RP entraron en un espiral de ascenso profesional. Dejaron atrás el mito "del gusto por la gente" y entraron en un nuevo proceso que demanda alto nivel de conocimientos y preparación para estar en las más altas esferas de los negocios.
He tenido la oportunidad de revisar diferentes investigaciones elaboradas por estudiantes y practicantes sobre el desarrollo de las Relaciones Públicas en todo el mundo y el factor que principalmente requerido por las compañías es el entendimiento sobre materias de negocios nacionales e internacionales: finanzas, funcionamiento de las bolsas de valores, diplomacia, política, asuntos públicos, leyes y tecnología. Éstas son las exigencias que demandan las corporaciones a los publirrelacionistas del siglo XXI, en todos los países democráticos.
Inclusive en los países del bloque oriental se avanza de la misma forma en el desarrollo de las Relaciones Públicas. Rusia y Polonia son un ejemplo en donde hoy ya existe en los planes de estudio en las principales universidades, además de asociaciones de profesionales y agencias que ofrecen servicios.
Otro factor de gran importancia y presión a la actualización para los publirrelacionistas del siglo XXI es la revolución generada por internet. Ésta generó grandes cambios en la comunicación de los consumidores y en los medios de información durante los últimos tres años. Hoy, ya no es lo mismo tratar de implementar una campaña de relaciones públicas para cualquier compañía, sin tomar en cuenta lo que pasa en internet, las redes sociales o You Tube. Como resultado de esta acelerada interactividad, han cambiado también los medios masivos de comunicación y ya no se procesa la información como antes y su avance será en función de la velocidad que el consumidor decida.
Hoy, el conocimiento de la profesión ya no está en manos de algunos cuantos, la relación con los diferentes públicos está dispersa en el ciberespacio. El publirrelacionista tiene que trabajar en muchas dimensiones y niveles al mismo tiempo que estar en un proceso de actualización extremadamente dinámico.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Los mesías

Ciudad de Guatemala.- Estoy de visita en el hermano país de Guatemala para dar una conferencia sobre “Los Efectos de la Comunicación en las Elecciones presidenciales”, por invitación de la Red Iberoamericana de Comunicadores y de la Universidad Rafael Landívar. En medio de un recorrido por la hermosa ciudad de Antigua, el grupo de comunicadores asistentes nos enteramos que el derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya está de regreso en su país, refugiado en la embajada de Brasil.

Los compañeros de este país no entendían lo que estaba pasando y no supieron qué decirnos. Las noticias eran claras, habían determinado un toque de queda y Zelaya arengaba a gritos a sus seguidores desde el balcón de la embajada. Latinoamérica de nuevo está en crisis política por la necedad de sus políticos. El hecho de estar fuera del país ayuda a ver cómo es percibido México; desafortunadamente, la única noticia visible en los diarios de Guatemala es la de nuestro mesías asesino del transporte Metro.


Al leer esto, reflexioné sobre lo que escribí a principios del mes: que septiembre iba a ser difícil por la serie de acontecimientos que la política enfrentaría, pero hoy me di cuenta que me quedé corto.

Hace tiempo que en un solo mes no se juntaban tantas cosas en el ámbito nacional. No sólo se dio el encontronazo entre los Poderes Ejecutivo y el nuevo Legislativo, que fue la nota, sino que, además, el Poder Judicial salió con su exigencia de un millonario presupuesto. El informe presidencial, que quiere cambiar el rumbo del gobierno, las fiestas patrias, con el inicio del Bicentenario y su festejo desastroso en el Zócalo y, para acabarla de amolar, las torrenciales lluvias que están demostrando que la zona conurbada de la Ciudad de México está a punto del colapso por la falta de planeación y la no ejecución de las obras necesarias, pero no políticamente utilizables por la falta de visibilidad. Curiosamente, esta última situación empieza a deslavar las intenciones políticas y presidenciales de Ebrard y Peña Nieto. Por más que digan, la realidad está rebasando la política ficción del futuro.

Además de este cúmulo de hechos extraños, durante el mes patrio tuvimos la desafortunada gloria, “Dios nos habló directamente”; bueno, no a todos, pero sí a dos de sus hijos, los cuales en su nombre hicieron tropelías que voltearon de cabeza al país. Uno primero secuestra un avión y el otro causa una matanza inmisericorde en una estación del metro. Para mala fortuna, México ya cuenta con nuevos mesías.

Estos hechos muestran a una sociedad putrefacta y a unas autoridades rebasadas para prevenir este tipo de actos; en los dos casos la desgracia pudo haber sido mayor y se demostró una lenta capacidad de respuesta.

Por otra parte, no cabe duda de que por la cantidad de violencia con la que convivimos a diario, vamos perdiendo capacidad de asombro. Las autoridades, al referirse al incidente del Metro, lo exteriorizan con tal costumbre sobre actos vandálicos y muertos, que uno hasta siente que ya no les importan; sólo faltó que nos soltaran la expresión “Nos salió barato el numerito, pudo haber más muertos”, aunque casi así detallaron el hecho. Cuando se es autoridad, no se puede tener esa insensibilidad.

El problema es que nuestra sociedad está generando una nueva clase de mesías que, ante la situación de crisis, la desesperanza, las llamadas del cielo y los amplios reportajes en los medios, le está extendiendo una llamativa invitación a que actúen.

Otros mesías que están apareciendo y que religiosamente han cumplido con enviarnos sus mensajes semanales, son los grupos extremos que hacen explotar sus petardos en locales comerciales y que no han fallado en las últimas cinco semanas. El cambio en esta última semana es que explotaron dos artefactos. Por suerte, hasta ahora no ha habido heridos, pero son mensajes muy claros de grupos inconformes que desde la clandestinidad mandan recados de desacuerdo a las autoridades.

Parte del problema es que la población analiza el desempeño de sus políticos convertidos en mesías, el cómo actúan, la impunidad con la que toman sus decisiones, sus incongruencias y la sociedad entiende que es la forma de actuar.

Y en este mes hemos tenido casos a diario: el diputado Noroña y otros compañeros actuando en la Cámara de Diputados, sin ningún respeto al recinto, a las leyes, ni a la cordura; el diputado del PRI en la Asamblea del DF que toma una escalera y destroza un cristal para tomar por asalto una oficina con ventana al Zócalo, que dice le prometieron y que le corresponde a su bancada.

Otro ejemplo de este tipo de actitudes, en donde los políticos se arrebatan lo que dicen que les corresponde, es el pleito en la Delegación Iztapalapa, en donde Juanito, un engendro político de AMLO, el otro mesías, decide no seguir con el juego planteado por sus líderes y su partido y se va por la libre a arrebatar lo que ahora entiende como suyo.

Los políticos no se están dando cuenta que sus “civilizadas acciones de concertación política”, que vemos a diario en los medios, no tiene gran diferencia a la de secuestrar un avión o irrumpir violentamente en el Metro, o poner petardos en locales comerciales; es más, esas acciones, en gran parte, o están sirviendo de ejemplo o como “una clase de permiso” a personas o grupos sociales que están al borde de la desesperación por la injusticia o por la pobreza.

Todos, como sociedad, debemos de cuidar no ser permisivos para seguir creando esta clase de nuevos mesías, ni los sociales ni los políticos, que en ambos casos pueden causar grandes problemas que México no debe tener y menos en estos momentos de zozobra. Y respecto al ámbito de Latinoamérica, tampoco necesitamos estos mesiánicos líderes. Con los que hay, ya es suficiente.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Los comentaristas

Tres hechos noticiosos en estos últimos días muestran la cara débil de los comentaristas de los medios de comunicación en México.

Observando las noticias sobre las inundaciones en Valle Dorado, en la pantalla televisiva se vio cómo un joven reportero, en medio de una pertinaz lluvia, emocionado por su transmisión en medio de toda la desgracia a su alrededor, se hundía en las profundidades al querer mostrar la altura alcanzada por el agua. Fuimos testigos del hundimiento en el agua al no percatarse de la verdadera profundidad debido a su excitación ante la cámara; al darse cuenta del percance, el equipo de filmación fue en auxilio del reportero y lo sacó del agua para checar si se encontraba bien. Todo esto ante las crueles carcajadas del público que naturalmente generan estas dramáticas circunstancias en el ser humano y la estupefacción y risillas nerviosas de los comentaristas del estudio que no atinaban a hilar comentarios coherentes ante la situación y sin que ninguno supiera qué hacer en ese momento. Al final, al percatarse de que todo estaba bajo control, soltaron comentarios ya más ecuánimes que relajaron la situación.

Haciendo seguimiento del secuestro del avión de Aeromexico por televisión, los telespectadores presenciamos graves excesos por parte de los comentaristas y reporteros encargados de cubrir la trasmisión y que, en la emoción de los hechos, vociferaban ante los micrófonos narrando los tristes hechos como si se tratara de un mal y aburrido partido de futbol. Esto se agravó el ver como nuestras fuerzas especiales trataban de controlar la situación y entraban en tropel desordenado, de uno en montón, por las estrechas puertas del avión secuestrado. Los comentaristas hicieron todo tipo de conjeturas, juicios, comentarios, que ayudaron a la desinformación y a magnificar, como si se tratara de una mala película de Hollywood, un gravísimo hecho que en esos momentos apenaba al país. Con el fin de cubrir la noticia, se permitió todo tipo de excesos, llamadas telefónicas de pasajeros del avión sujetos a resguardo e investigación, quejas de los amigos, familiares o conocidos de los afectados, hablando a los medios para decir cosas que les habían platicado alguno de los pasajeros, etc. Desafortunadamente, estas situaciones son las típicas de las cuales hemos sido testigos, tanto en la realidad como en la tele o el cine, de lo que pasa por el afán de los reporteros y comentaristas de ganar la nota y que sea exclusiva para el medio.

Esto me recuerda aquella película en donde una de las comentaristas era tanta su emoción de estar en un noticiero, que cuando daba la noticia de muertos, accidente o asesinados, las decía con una linda sonrisa y una actitud de “lo que sigue”. Situación que desafortunadamente no sólo se queda en las películas, sino que también en nuestras pantallas televisivas lo vemos muy seguido.

Finalmente, al estar presenciando las coberturas noticiosas de nuestras televisoras para la ceremonia del Grito de la Independencia, en donde se hicieron grandes coberturas de las ceremonias en todo el país y algunas ciudades del mundo, fuimos testigos de excesos, fallas en el uso del lenguaje, muestras profunda de incultura y sobre-excitación patriótica.

Todo esto expone que es necesario que los comentaristas que salen a cuadro necesitan tener una gran preparación para enfrentar todo tipo de situaciones, el mundo de las noticias es de una gran responsabilidad y durante estos días, desafortunadamente, hemos visto frivolidad e impericia ante el manejo de situaciones difíciles.

La comunicación siempre se ha visto, por parte de toda la sociedad, con mucha ligereza y frivolidad. Naturalmente carga la imagen de que es un asunto fácil y de mucho glamour, y sobre todo, de que es algo que cualquier persona puede hacer. Es en estas situaciones cuando se demuestra que para manejar comunicación se necesita conocimiento, preparación, responsabilidad y mucha estrategia, lo que, desafortunadamente, hemos visto que falta en gran parte de los comentaristas de los medios en México.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Circo, maroma y teatro

Circo… Empieza la primera negociación entre el Ejecutivo y el nuevo Poder Legislativo: estamos viendo, por ahora, una propuesta de paquete fiscal que suena de miedo: más impuestos, recortes, parches por aquí, cancelaciones por allá, aumentos a la asistencia hacia los más necesitados. Los ciudadanos, aterrados; la crisis ha encarecido la vida y amenaza con empeorar con este circo que estamos viendo, porque además, tendremos menos dinero disponible para nuestro bolsillo por el aumento de impuestos.

Como en el circo, veremos piruetas, animales feroces y furiosos (los cuales serán domados al final), payasos que nos harán la velada un poco menos traumática y hasta nos sacaran alguna sonrisa (que en este caso será de desesperación); veremos trapecistas haciendo machincuepas en el aire, etc. Todo esto para que, al final, salgan los presentadores y den el veredicto final.

En este caso sabemos que el dictamen final y la receta serán, de todas maneras, amargos. No sabemos a ciencia cierta si serán peor de lo que se plantea en este primer acto, pero ya que la situación desafortunadamente lo amerita esperemos que por lo menos sea la más justa posible.

Maromas… Hoy estamos viendo que el Poder Ejecutivo es el que está haciendo maromas para cuadrar el presupuesto y ya puso sus barbas a remojar. Recorta tres secretarías y empieza a hacer un circo respecto a que si son las adecuadas o no. Hay distintas versiones, como siempre. ¿Por qué la Secretaría de Turismo? ¿Qué pasa con la famosa Reforma Agraria y la revolución del campo? ¿Y ahora, quién va a cuidarnos de las uñas de los funcionarios?

Ciertamente hay que entender que el Turismo es un asunto de promoción, y para eso está el Consejo de Promoción Turística. Si se siguiera la lógica de crear secretarías por la importancia de la actividad económica, se debería de crear la Secretaría de las Remesas, ¿no? Acerca de la Reforma Agraria, cada sexenio se acaba el problema agrario y sigue existiendo la Secretaría: “ya era hora”. Y en el caso de la Función Pública, ojalá se haga una buena propuesta de transparencia (habría que hacerle caso al CIDE en su último estudio al respecto) para no perder control de lo que hacen los funcionarios públicos.

Pero ¿qué pasa con los demás poderes que gobiernan? ¿Qué pasa con los ajustes que deberían de hacer los poderes Legislativo y Judicial? ¿No deberían de estar haciendo ellos también sus propias maromas para bajar el gasto y aportar para paliar la crisis?

Hemos escuchado a los legisladores que ellos no gobiernan. ¿Ésa es la excusa para no bajar sus gastos? ¿Y desde qué punto de vista lo dicen? Porque, como parte del aparato burocrático, son parte del gobierno y como partido, también. ¿O qué? ¿Este circo que estamos viendo no se origina porque ellos tienen la responsabilidad de autorizar de lo que el Poder Ejecutivo y el gobierno van a gastar? ¿No en la pasada legislatura decidieron en qué se iban a gastar los recursos y se repartieron dinero para las diferentes “necesidades estatales”? Señores, si son parte del gobierno y tienen corresponsabilidad, dejen el juego político para otros tiempos. El país demanda atención, destreza y sacrificio, pero de todos, no sólo de algunos cuantos.

Teatro… Parte de lo que veremos serán ejercicios teatrales. Será un toma y daca de actuaciones. Se dice que ya estaba pactado todo, que el presidente está entregando carteras ya pactadas para los tres años siguientes y puede ser que quieran seguir la premisa de que la opinión pública necesite un poco de drama, y al parecer, lo tendremos. El presidente puede estar mandando una propuesta valiente, con reformas profundas, pero en el teatro del 2012 es posible que sólo sigamos teniendo aquellas con la mera suficiencia para evitar el riesgo de que Calderón se erija en un reformador y otorgue al PAN (improbable, pero posible) una ligera luz de esperanza para mantener la presidencia en la próxima elección.

Vamos a ver el planteamiento de una posible obra teatral perfectamente trazada para que el partido en el poder absorba la culpa de la crisis, de la ineficiencia de un Estado mexicano obsoleto y los costos políticos de todo lo demás, incluyendo hasta la crisis mundial.

La refundación del Estado Mexicano es la última carta que se está jugando Calderón para ganar espacios los próximos tres años, pero en esta obra de teatro en donde todos quieren los aplausos para el 2012, aún veremos muchos actos.

Tratemos de no desesperarnos y quemar las naves como ciudadanos. Hagan de cuenta que apenas nos están avisando que ésta es una función completa en donde habrá circo, maroma y teatro con acceso libre.

¿Y el costo, apá?... No se preocupe m´hijo; ése lo pagaremos en cómodas mensualidades el próximo año.

PD: Otro premio desafortunado para México: ahora ya somos país de primer mundo; ya secuestran aviones locales para hacer demandas.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Septiembre 2009

Todos los septiembres de cada tres años tienen una gran complejidad desde que en el año 2000 nos llegó la famosa alternancia y, en este año, cinco asuntos serán los principales temas del mes: Uno, la conformación de la nueva Cámara de Diputados; dos, el Informe Presidencial; tres, la presentación del presupuesto del próximo año; cuatro, los cambios en el gabinete; y cinco, la celebración de la Independencia, con el respectivo aniversario de la masacre de Morelia.

En ésta Legislatura, por donde se le vea, están todos los enemigos del Presidente. Además de la mayoría priista en el Congreso, el centro de las decisiones cambió al estar concentrado en algunos gobernadores, lo que hará difícil la conciliación de intereses incluso dentro del mismo PRI. Segundo, hay muchos Diputados anclados a viejos intereses y antiguas corrientes: están los Madracistas, los Salinistas, etc. Por el lado del PAN, también hay gentes que están de contrapeso y no necesariamente comulgan con los conceptos del Presidente; en el PRD están los Noroñas, los Encinas y los Muñoz Ledo; en Convergencia y PT, los allegados a AMLO; los Verdes que vienen con una agenda muy determinada y en alianza con el PRI; y el PANAL trae a un antiguo Panista como coordinador.

Otro asunto que es novedoso en la Cámara, si no me traiciona la memoria, es la primera vez que dos presidentes de partidos políticos están como Diputados, asunto que es muy curioso ya que supuestamente cada coordinador de bancada debería de ir a hacer consultas con sus presidentes de partido. Ahora, en el caso del PRI y del PAN, estos mismos van a ser parte del cuerpo legislativo. Será interesante ver que las decisiones políticas de los partidos ahora están totalmente volcadas dentro de uno de los Poderes de la Nación. ¿Qué harán los partidos que no están presentes en la Cámara? Otro asunto importante es que el cabildeo legislativo será muy complejo y parecerá como la visita de las siete casas.

El Informe Presidencial no ha logrado en los últimos nueve años dejar de ser un drama ni el PAN ha logrado consolidar un ritual democrático, una vez más el informe ha sido una piedra en el zapato para la alternancia, sin consenso ni trabajo político y hasta con errores básicos de protocolo que ocasionaron un cambio de fecha. Otro problema es el tono de la comunicación, los mensajes suenan un tanto triunfalistas en un momento de crisis profunda.

La presentación del presupuesto al Congreso es lo que va a regir, para bien o para mal, el debate de la legislatura que inicia sus trabajos. Eso, más la crisis y el futuro 2012 son los temas que conformarán la agenda. Ya en sus posicionamientos iniciales, los partidos se han envuelto en la bandera tricolor y se han lanzado desde lo más alto de la tribuna nacional para vociferar que nunca aceptarán aumento en los impuestos y, al grito de austeridad republicana en nuestro actuar (y peleando ferozmente sus dietas y comisiones), le achacan la culpa de toda la desgracia nacional al Poder Ejecutivo, asintiendo además que ellos no gobiernan, sólo legislan, como si eso (lo de legislar) no fuera parte de la gobernabilidad del país.

Por lo que corresponde a los cambios del gabinete, los cuales son urgentes y tal vez no sean efectuados todos los que debieran, seguramente la presión que se dará después del Informe de Gobierno obligará al Presidente a darlos a conocer muy rápidamente. La presión extra que le está generando tantos frentes abiertos hace pensar que no hay control. Habrá que analizar con calma en este segundo periodo y último tramo de su presidencia, los ajustes que hace y en manos de qué grupos quedan las diferentes carteras, sobre todo desde la perspectiva de enfrentar la crisis económica, la negociación política y el acomodo de los posibles candidatos para el 2012.

Por último, tendremos para mediados de septiembre la tradicional ceremonia de la Independencia, donde con los cambios en el gabinete, se mandan mensajes cifrados para el inicio de la sucesión, y que habrá que ver en donde da el grito el Presidente. Volver a darlo en una Ciudad de México donde no se sabe si le quitarán al PAN sus triunfos en las Delegaciones, el asunto de Juanito en Iztapalapa y la Ciudad sin agua, no será recomendable por razones de seguridad.

Pero, además, recordemos que el año pasado en Morelia hubo el atentado en contra de la población durante la celebración de la Independencia en el Zócalo de la Ciudad. A pesar de que se desmembró a la familia, el ambiente político está muy sucio y revuelto. Con ciudadanos inconformes por decisiones políticas, pleitos en Delegaciones, microbuseros quemando camiones en la Cámara, altos índices de desempleo y falta de control político, los actos públicos de las celebraciones, se convierten en lugares perfectos para causar situaciones como la acontecida el año pasado.

El panorama no es bueno y exige una gran responsabilidad por parte de los políticos, la iniciativa privada y los ciudadanos para definir, con conciliación y voluntad, un plan definitivo para sacar al país de la crisis que se está viviendo. Ojalá y empiece una época de pactos a nivel nacional para salir, todos juntos, adelante.