martes, 29 de julio de 2014

La ciudadanía estará a prueba

Escuchando algunos de los debates sobre las leyes secundarias de la reforma energética y de telecomunicaciones, queda claro que aunque no queramos México está aprendiendo nuevas formas de debatir y de legislar, esto a pesar de que en algunos momentos el debate legislativo ha sido verdaderamente patético, lleno de palabrería y lugares comunes.

Al final de la semana, se escucharon algunos mejores debates en estaciones de radio y, en algunos casos, los que quedaron mal fueron algunos periodistas que mas que debate informativo de frente a la población, querían un insidioso debate escandaloso y partidista, formato, que al parecer, para bien del país va quedando atrás y más porque aún no empieza de lleno el periodo electoral.

Un aspecto interesante en estos debates de reformas es el hecho de que se estuvieron discutiendo los temas y las necesidades del mercado y el usuario. Dado que no se habían reformado temas tan trascendentales en el pasado, ahora las discusiones fueron entorno al usuario y sus necesidades, por lo que esto hizo que el debate fuera de aspectos económicos de oferta y demanda, tomando en cuenta las necesidades de usuarios, tecnologías y sobre todo las fuerzas de los mercados internacionales, eso mejoro el debate y de plano eliminó a los que no entendían nada ¿será que esto ayudo  quitar la politiquería barata? Partidos de oposición hicieron propuestas interesantes y constructivas.

Ahora viene la prueba de fuego, esta semana será el debate en el Pleno y ya se escuchan algunas voces de oposición al régimen bajo la vieja máxima de que no van a dejar pasar las reformas, cuando el concepto de mayoría simple implica que se requiere de un 50% + 1, y todas las iniciativas votadas en las comisiones han pasado por una mayoría mucho más alta que esa, los dictámenes han sido votados aproximadamente 70% a favor y 30% en contra. Ya veremos cómo se comportan los políticos.

De todos modos, los cambios que se ha generado con toda esta discusión empezarán a cambiar el perfil del país, ahora, tocará el tiempo de implementación de todas las reformas. Hay que bajar las políticas públicas a la sociedad y no sólo es trabajo de las autoridades, sino que es tiempo de que los ciudadanos empiecen a conocer y absorber los impactos de estas reformas, la ciudadanía estará a prueba.
Y como parte de esta visión, en dónde la ciudadanía se tiene que involucrar con las políticas públicas, durante esta semana tendré la oportunidad de visitar la ciudad de Sao Paolo para participar en el Taller de Políticas Públicas, que forma parte del proceso de Innovación Ciudadana articulado por el proyecto Ciudadanía 2.0 de la Secretaria Iberoamericana.


En este Taller se generarán las propuestas de política pública para el impulso de innovación ciudadana, que serán presentadas a Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno en la próxima Cumbre Iberoamericana a celebrarse en el puerto de Veracruz, en diciembre de este año.

lunes, 21 de julio de 2014

Ciudad al límite

En la Ciudad de México todo se está complicando terriblemente, está convertida en una ciudad cada vez más compleja para vivir; el deterioro en las condiciones de salud, el tráfico, la inseguridad, son impresionantes. Para acabarla de amolar, las condiciones climáticas no están ayudando.

Esta situación muestra una gran incapacidad y debilidad en las autoridades, el sistema gubernamental de la ciudad está rebasado y el partido en el poder al parecer ya no puede mantener la cohesión social necesaria; la ineficacia, corrupción, y la barbarie partidista han echado al traste con la armonía de la ciudad.

En últimas fechas, he sabido de una gran cantidad de personas enfermas por todo tipo de virus, problemas estomacales y respiratorios atacan a la población y nadie dice nada; en contra posición, el mal manejo de supuesta solución del hoy no circula, sólo deja ver parte de esa improvisación con la que se pretende gobernar, mientras que por el otro lado vemos que por pleitos políticos, grupos de comerciantes quieren presionar al gobierno con manifestaciones y creando caos vial en toda la ciudad. No hay ley, no hay control, no se ve autoridad.

Las soluciones se van dando a cuenta gotas, inventando programas como parches, cuando se debió de ver el problema de una manera global. Esta mega urbe es tan complicada que no se puede pretender resolver con un cambio en el hoy no circula, esta ciudad necesita soluciones integrales, pero por incapacidad o debilidad en las instituciones de gobierno, hoy se están planteando soluciones a salto de mata, no hay soluciones globales.

De la inseguridad y la corrupción ni qué decir, vemos a diario como se van deteriorando estos dos factores, sin que existan soluciones de ningún tipo, lo peor es que mientras la inseguridad se va empeorando, la frivolidad de los personajes en el poder va incrementando, si no son los funcionarios de una delegación haciendo escándalos en Brasil, son  otros funcionarios llevando a cabo  fiestas en los panteones.

No se ve autoridad en la ciudad, no se ve un gobierno fuerte, se percibe un caos, una ciudad al límite sin gobierno, se perciben pandillas políticas repartiéndose un botín y dejando que la ciudad entre en un caos ¿será que ante tantos años de pillerías se dan cuenta que ya no pueden mantener el barco y ante la caída, todos sólo quieren lo que puedan del botín y salir corriendo?

Porque los enemigos políticos del PRD están al acecho, no sólo el PRI con unas ganas tremendas de recuperar la ciudad, si no ahora también,  Morena ya apareció con sus listas con las que va a competir y en donde están todos los amigos y ex funcionarios del gobierno de AMLO, los actuales diputados se preparan para aterrizar políticamente al  terminar su periodo como legisladores. La guerra de la izquierda en la Ciudad de México va a ser sin cuartel.


 ¿Y los pobres ciudadanos? ahogándonos en insalubridad, tráfico y corrupción, la ciudad está al límite, ya no puede más. No queda más de preguntarnos lo que el clásico ¿y ahora quién podrá defendernos?

sábado, 12 de julio de 2014

Guerra de Monopolios

Cuando un gobierno quiere hacer reformas del calibre de las que está haciendo México, genera que para romper el estatus quo se tengan que enfrentar a los monopolios del país, y no solamente estamos hablando del enfrentamiento entre los monopolios privados, en donde se convierte en una guerra comercial, sino que también estamos hablando de que a su vez estos monopolios privados se enfrentan a los monopolios público: el gobierno federal por una parte y los partidos políticos por la otra, amén de que si en la materia a reformar existe un monopolio laboral, estamos hablando de que cambiar el estatus quo se convierte en un dolor de cabeza. Esto es lo que estamos viviendo.

En este caso los monopolios sean públicos o privados, se convierten en un monstruo de mil cabezas, ya que por los intereses creados en cada uno de los sectores, estamos hablando de grandes concentraciones de poder y dinero, creados y mantenidos por años.

Este tipo de cuestiones normalmente no es entendido por el ciudadano común, que lo único que quiere es ver tres cosas de manera rápida y expedita: uno, un beneficio económico que le represente ahorros a su bolsillo o mejoras sustanciales por eficiencia; dos, quisieran ver sangre, valga la expresión, el ciudadano de a pie, al no entender las complicaciones económicas de sectores comerciales que implican competencia local y factores de competencia internacional, quiere ver justicia a manos de los que se han hecho millonarios por ofrecer servicios o por ser dueños de las empresas más grandes del país, este último rubro es parte de la esquizofrenia nacional, en donde por una parte se vanagloria a los empresarios mexicanos por ser de los más ricos a nivel mundial y brillantes a nivel de negocios, pero se sataniza por ser dueños de las más grandes empresas que nos ven la cara a diario.

Y en tercer lugar, al tener que pasar estas reformas por el sistema político mexicano, la ciudadanía también quiere conocer las posiciones y los intereses que se exhiben y existen detrás de los políticos involucrados en las votaciones del Congreso. Esto de las reformas tiene su parte perversa del circo nacional, en donde vemos a políticos, empresarios, medios de comunicación y todo tipo de especialistas revolcándose en un juego de intereses y de pasiones, seguramente por eso no querían que se manchara el circo del futbol con el circo y la telenovela nacional, realmente es una situación de tragicomedia mexicana.

Pero, queramos o no, las reformas se están dando, esos intereses que durante tanto tiempo atraparon al país en un estado de inmovilización, hoy se están moviendo, y es por varias razones: condiciones internacionales que están afectando a todos, cambios tecnológicos que presionan al mercado, las famosas convergencias, y, finalmente, la voluntad política.

Nadie sabe hoy si las reformas son buenas o malas, la letra de la constitución dice que en algunos casos sí, pero al final del día las estamos teniendo y eso es bueno para el país, lo de la guerra de monopolios es sólo una reconformación económica con nuevas reglas. Al final del día, la ley la transforma el hombre por su uso o por cambio de la letra.


Ya veremos que pasa en el futuro, pero estamos viviendo una etapa que no se había vivido en muchos, muchos años, y la única manera era que todos los monopolios se enfrentaran.