La semana pasada hablamos del lenguaje e Internet en el mundo. Decíamos que, gracias a estas herramientas y a las redes sociales, se tiene un mayor conocimiento de la situación mundial y nos enteramos de las noticias casi de primera mano, sin necesidad de esperar a que las editorialicen los medios de comunicación.
Ante esto, enfrentamos dos grandes vertientes. La primera determina que, desde el punto de vista de la comunicación, hasta antes de las redes sociales, los comunicadores dabamos la cara, solamente, a los medios de comunicación como el gran monopolio de la opinión pública. Hoy, la opinión pública está dispersa en toda la blogosfera y las redes sociales, logrando que se cree una verdad, digamos, "universal", fuera del control de los que califican y comentan a la opinión pública.
Los comunicadores de la modernidad no están acostumbrados a este tipo de situación ni a su manejo. Este es uno de los grandes retos para los comunicadores: que el consumidor, hoy, es una fuente de información más rápida y eficiente que cualquier medio de comunicación y, por ende, más creíble que las demás fuentes. Hoy, el desprestigio de los medios se origina, uno, por la línea editorial y, dos, porque si lo dice un líder de opinión, más la suma de que lo diga en un medio, no está siendo creíble por los consumidores jóvenes. Reto muy difícil para los comunicadores del futuro, no se puede dirigir esta comunicación: se debe dialogar.
La segunda vertiente es más compleja. El hecho de que los ciudadanos del mundo estén conectados y comentando las situaciones locales y globalizándolas o viceversa, genera una conciencia humana mundial, nunca vista y jamás compartida. Esto, según algunos expertos de corte espiritual, puede hacer que el mundo cambie de manera radical, ya que genera un conglomerado de pensamiento hacia temas específicos que atentan o inciden en la vida de toda la humanidad.
Reflexione: si muchos humanos piensan sobre un mismo tema en especial, ¿va a afectar o cambiar el resultado? Es algo muy complejo de contestar, pero estoy seguro que, definitivamente, el que más gente esté compartiendo los problemas de la humanidad, va a ayudar a cambiar las cosas en el mundo, por simple y sencilla concentración de energía de pensamiento. Más gente comunicada puede generar energía de cambio. Finalmente, como dicen por ahí, la Fe mueve montañas. ¿Se estará creando este tipo de energías gracias a la Internet?
No hay comentarios:
Publicar un comentario