Hemos vivido durante esta semana un hecho totalmente inusual en este país, le apagaron la luz a una empresa totalmente ineficiente y, de paso, se acabó la historia de uno de los sindicatos más poderosos y combativos en México. Fue una operación compleja en su impacto político y complicada en su operación, la cual requirió una gran planeación estratégica; donde una de las herramientas más importantes para su éxito es la comunicación.
En una situación de este tipo, la comunicación se planea para cada una de las fases y es de tal importancia que, tomada la decisión y después de hacer el anuncio, el resto del proyecto se deja en manos de la comunicación. Si analizamos que la acción importante (el anuncio del decreto y la toma de las instalaciones) fue el sábado en la noche cuando medio México celebraba el pase al mundial, nos percatamos que ya estaban cerradas las ediciones de los noticieros (siendo además el día de descanso). Era obvio que la noticia no tendría gran difusión, la intervención había sido planeada de esa manera para minimizar el impacto; más tarde, el domingo por la noche, el anuncio en cadena nacional por parte del Presidente, perfectamente medido y cuidado, haría la segunda parte de la estrategia.
El lunes por la mañana, con los mensajes perfectamente definidos, los Secretarios de Gobernación y Energía, así como el Director General de la CFE, en entrevistas en todos los noticieros, con mensajes consistentes, daban certidumbre a los trabajadores de la CFyL y a la población en general. La mañana pasaba entre asombro para unos y resignación para otros. El refuerzo en los noticieros nocturnos, aclarando dudas y más conferencias de prensa el martes por la mañana, van llevando el asunto por los caminos planteados.
El sindicato, por su parte y con su arrogancia acostumbrada, celebraba el futbol y para cuando fueron avisados, asombrados e incrédulos trataron de organizarse y generar una respuesta. Así, fue hasta el domingo a medio día que se organizaron para tomar decisiones y hacer marchas; ya por la noche corrían de noticiero en noticiero, intentando posicionar sus mensajes y amenazas y tratando de hacer un control de daños. El hecho estaba consumado y la situación los tomó por sorpresa.
Con el escenario planteado en las primeras 24 horas, el Gobierno lleva ganada la partida hasta ahora. Todo lo que veamos en los siguientes días será un asunto jurídico y mediático en donde se tratará de ganar los espacios en la opinión pública. Sin embargo, la consistencia del plan de comunicación, por lo que se ha visto, blindó de una muy buena manera la decisión, la acción de la toma de las instalaciones y las consecuencias. Tan es así que la opinión pública en las mediciones está más a favor de la decisión del Gobierno y el comentario general en los medios, es que fue un operativo limpio y legal.
Esta es la importancia de la visión de las relaciones públicas para este tipo de situaciones. En este caso es un gran trabajo de las áreas de comunicación social y de su grupo de expertos en comunicación y manejo de crisis, que hacen la planeación milimétrica, con el planteamiento de los diferentes escenarios y con las respuestas perfectamente dirigidas y medidas.
En subsecuentes días seguiremos viendo cómo se desarrolla el asunto y ganará el que tome las mejores decisiones y el que gane el espacio de la opinión publicada. En este caso podemos ver cómo la comunicación fue la luz para los que organizaron el apagón.
En una situación de este tipo, la comunicación se planea para cada una de las fases y es de tal importancia que, tomada la decisión y después de hacer el anuncio, el resto del proyecto se deja en manos de la comunicación. Si analizamos que la acción importante (el anuncio del decreto y la toma de las instalaciones) fue el sábado en la noche cuando medio México celebraba el pase al mundial, nos percatamos que ya estaban cerradas las ediciones de los noticieros (siendo además el día de descanso). Era obvio que la noticia no tendría gran difusión, la intervención había sido planeada de esa manera para minimizar el impacto; más tarde, el domingo por la noche, el anuncio en cadena nacional por parte del Presidente, perfectamente medido y cuidado, haría la segunda parte de la estrategia.
El lunes por la mañana, con los mensajes perfectamente definidos, los Secretarios de Gobernación y Energía, así como el Director General de la CFE, en entrevistas en todos los noticieros, con mensajes consistentes, daban certidumbre a los trabajadores de la CFyL y a la población en general. La mañana pasaba entre asombro para unos y resignación para otros. El refuerzo en los noticieros nocturnos, aclarando dudas y más conferencias de prensa el martes por la mañana, van llevando el asunto por los caminos planteados.
El sindicato, por su parte y con su arrogancia acostumbrada, celebraba el futbol y para cuando fueron avisados, asombrados e incrédulos trataron de organizarse y generar una respuesta. Así, fue hasta el domingo a medio día que se organizaron para tomar decisiones y hacer marchas; ya por la noche corrían de noticiero en noticiero, intentando posicionar sus mensajes y amenazas y tratando de hacer un control de daños. El hecho estaba consumado y la situación los tomó por sorpresa.
Con el escenario planteado en las primeras 24 horas, el Gobierno lleva ganada la partida hasta ahora. Todo lo que veamos en los siguientes días será un asunto jurídico y mediático en donde se tratará de ganar los espacios en la opinión pública. Sin embargo, la consistencia del plan de comunicación, por lo que se ha visto, blindó de una muy buena manera la decisión, la acción de la toma de las instalaciones y las consecuencias. Tan es así que la opinión pública en las mediciones está más a favor de la decisión del Gobierno y el comentario general en los medios, es que fue un operativo limpio y legal.
Esta es la importancia de la visión de las relaciones públicas para este tipo de situaciones. En este caso es un gran trabajo de las áreas de comunicación social y de su grupo de expertos en comunicación y manejo de crisis, que hacen la planeación milimétrica, con el planteamiento de los diferentes escenarios y con las respuestas perfectamente dirigidas y medidas.
En subsecuentes días seguiremos viendo cómo se desarrolla el asunto y ganará el que tome las mejores decisiones y el que gane el espacio de la opinión publicada. En este caso podemos ver cómo la comunicación fue la luz para los que organizaron el apagón.
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