La Responsabilidad Social es un término que se acuña a principios del siglo XX. Nace, por una parte, bajo la premisa de que el bienestar social ya no puede ser, del todo, generado solamente por parte de los gobiernos y que la iniciativa privada y la misma sociedad tienen que tomar parte de esta responsabilidad. Y por la otra, nace ante el entendimiento mundial y la adopción de conceptos y prácticas como son el desarrollo sostenible y la sustentabilidad.
Hoy, es una práctica que se ha desarrollado de manera importante en la iniciativa privada, y más allá de un simple donativo o del sencillo concepto del apoyo filantrópico que, por años, se basó en el regresar a la sociedad algo de las utilidades que se ganaban. Actualmente ha pasado a desarrollar conceptos más elaborados donde las prácticas corporativas han sido modificadas para procurar la inversión social, el respeto y cuidad de los empleados, la integración y desarrollo económico de comunidades, la gobernabilidad corporativa, el cuidado del ambiente, entre otras.
De una manera importante, el desarrollo de este concepto no sólo generó que los empresarios se involucrarán más con la sociedad que los rodea, de hecho en las mismas reuniones del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), ante los problemas sociales mundiales, se han generado grandes iniciativas y un gran consenso mundial para continuar y promover programas sociales en todas las empresas globales.
Como efecto colateral, el crecimiento del concepto de responsabilidad social también ha logrado dos cosas adicionales. En Primer término, que la misma sociedad se organice para ayudar y gestionar estos apoyos. Hoy, las ONG´s, Fundaciones y Asociaciones Civiles, han crecido y mejorado su gestión, tanto en organización como en transparencia. Y, en segundo lugar, se ha generado la misma conciencia de manera individual, y esto no sólo ha sido por que los empleados de las corporaciones se han visto involucrados en apoyos a las comunidades de las empresas donde trabajan, sino que, al mercadearse algunos programas, se ha involucrado a la misma sociedad, por lo que el concepto de responsabilidad se ha logrado generalizar en los individuos de las sociedades donde, además de colaborar, también se logra generar participación u organización en procesos de apoyo social.
Otro buen ejemplo de cómo el concepto de responsabilidad social va avanzando, es el hecho de que las universidades públicas en México estén ampliando y trabajando intensamente en la incorporación de la responsabilidad social dentro de sus prácticas educativas y como un gran objetivo de sus actividades, planes de estudio y filosofía de gestión.
En esta carrera a favor del crecimiento y procuración de cuidados a la sociedad y la generación de un mayor bienestar social por parte de toda la comunidad, los únicos que se han quedado rezagados, curiosamente, son los gobiernos y las mismas autoridades. Esto puede deberse a que el entendimiento intrínseco de su función tiene que ver con “la generación del bienestar social” y, por lo mismo, aún no han dado el paso hacia la comprensión de que la responsabilidad social es una filosofía de actuación y de gestión y, aunque suene un poco repetitivo, las entidades tienen que enseñar a sus funcionarios y empleados a ser responsables con los empleados, a respetar al medio ambiente y a generar prácticas responsables con la sociedad que los rodea, independientemente de que su labor esté enfocada a crear políticas públicas y a ejecutar su implementación.
Las autoridades deben de entender que, además de su objetivo y obligación por el hecho de ser gobierno, también su gestión debe ser enfocada bajo los principios básicos de ser responsable con la sociedad para la cual trabajan. Ese es un reto muy importante para las autoridades de los tres niveles de gobierno en México, avanzar en el terreno de tener una gestión administrativa responsable.
Por otra parte se cree que la responsabilidad social es una término universal y único, pero ya ahora y ante las diferentes prácticas empresariales, gubernamentales, universitarias y hasta las de la sociedad misma, la responsabilidad social corporativa se debe de entender bajo diferentes conceptos, esto de manera que se pueda seguir desarrollando ante los cambiantes entornos globales.
Por ese motivo y con la finalidad de analizar la materia y su futuro desarrollo, la Asociación Mexicana de Profesionales de Relaciones Públicas, PRORP, en su congreso anual, que se llevará a cabo el próximo 27 de mayo en el Centro Banamex, trae a la mesa de discusión a varios expertos Internacionales para exponer las diferentes prácticas de la Responsabilidad Social Corporativa.
Para mayor información pueden visitar la página http://www.prorp.org.mx
El desarrollo de la responsabilidad social nos involucra a todos y tiene que ver con la noción de la problemática social frente a la gestión empresarial, social o gubernamental. Toda actividad humana tiene consecuencias en la sociedad misma, por lo tanto es una cuestión de actuar de manera consciente ante la generación de problemas, de impactos sociales y ambientales, de trasparencia y de involucramiento con los demás.
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