jueves, 15 de julio de 2010

La cena de la fantasía

Ayer tuve un sueño y, tal vez fue como el de Martín Luter King, éste empezó como una fantasía. Soñé que Calderón, haciéndole caso a Camacho, solicitó a dos operadores organizar una cena con el fin de iniciar el diálogo para salvar al país. La encomienda no ha podido ser realizada porque el real politik mató el diálogo. He aquí la historia de mi sueño.

Vamos a hacer la lista, dijo un operador a su compañero de encargo, el presidente debe de ir con sus dos principales interlocutores, Gómez Mont y Nava. A lo que el otro contestó, pero… no se pueden ver ni en pintura, y ahora menos, uno renunció al partido por la firma del acuerdo de las alianzas con el PRI, y Nava ahora está muy gallito porque grita a los cuatro vientos que es el salvador del PAN, por su estrategia de alianzas. Cierto, dijo el segundo operador, y siguió, el otro problema es que Gómez Mont no representa al partido y lo están desacreditando como interlocutor del gobierno, y hasta el jefe deja que lo ninguneen los del equipo cercano y hasta le mandan obuses desde la Secretaría del Trabajo, ¿Qué hacemos?. Mira, vamos a ponerlos en la lista y a ver qué pasa en estos días. Ok, con esto el PAN y el gobierno están representados.

Ahora el PRI. Mira, dijo el funcionario, invitamos a Beatriz Paredes, ni modo, es la presidenta del Partido y de la Cámara de Diputados. De acuerdo, asintió el otro, indudablemente a Manlio Fabio por el Senado. Sí, él es obligado, para balancear necesitamos a otro, ¿quién se te ocurre? Pues a Peña Nieto, dijo el operador más joven, tiene control sobre la mayoría de los diputados y gobernadores, además, es el mayor posicionado para 2012. Sí, es el indicado, pero… y se quedó pensativo el que escuchó el argumento, pero no estoy seguro que puedan estar en la misma mesa Beltrones y Peña Nieto, son enemigos políticos y, además, ¿a quién le va a hacer caso Beatriz? Y los dos políticos se quedaron pensativos.

Por otro lado, Beatriz, no se va a poder ver las caras con Nava…, dijo el joven. ¿Y, tú crees que Peña Nieto pueda ver a Gómez Mont, si le falló con las alianzas? Es cierto, y siguió comentando, ¿no será que a lo mejor ninguno quiera aceptar la invitación cuando además de haberles ganado a Oaxaca, Puebla y Sinaloa, quién sabe si ni siquiera entre ellos se han acabado de echar la culpa de perder en estados en donde estaban segurísimos que iban a ganar?

Cierto, dijo el operador con más experiencia, además, quién sabe si ellos se quieran sentar a la misma mesa juntos, ¿no? Tienes razón y, quién sabe si acepten venir juntos para negociar con Calderón. Y, con cara de incertidumbre comentó uno de ellos, ¿tú crees que los priistas quieran sentarse con los del PRD?, si viene Camacho y Marcelo, muy ufanos, a lo mejor no.

Bueno, ya tenemos a tres del PAN y a tres del PRI, sólo quedan los tres lugares para el PRD, ¿a quiénes invitamos? Ésos son un chorro, dijo el joven. Bueno, vamos descartando, dijo el otro operador, y empezó, mira AMLO ni pinta, aunque pegue de gritos, deséchalo, necesitamos a Navarrete, del Senado, Chucho Ortega es el del Partido y ni modo, tiene que estar. ¿Qué hacemos con Cuauhtémoc? Y de manera rápida contestó el operador, si no viene AMLO, él, menos y, además, quién sabe si a Camacho le convenga que vengan, con eso ya quedó. Ahhh, perfecto, dijo el otro, entonces la bronca está entre Marcelo y Camacho ¿no? Pues si, pero, ¿quién lo va a decidir, ellos o nosotros? Híjoles, no sé, ¿qué será políticamente correcto? Marcelo no ha estado y se dice dispuesto al diálogo, ¿se vería bien no? Pero, ¿tú crees que Camacho se sacrifique?, y después qué bronca le va a hacer AMLO, ni quién lo aguante. Újule, dijo uno de ellos, y volvieron a quedarse absortos.

Bueno, ya casi está listo, pero… ¿y si se nos levanta el PRI de la mesa al ver cuatro del PRD o, de plano al saber quiénes van, ni se presentan? Sí… tienes razón, además, quién sabe si con las broncas postelectorales vayan a querer estar en la misma mesa, ¿no?

Falta la IP ¿no te parece? Cierto, dijo el otro asintiendo, tienen que estar los empresarios, ¿cómo le hacemos? ¿Qué opinas de que uno de ellos invite a todos a su casa? ¿Quién te gusta, Slim, o Claudio X. González?, además si los incluimos, quién sabe si no se nos van otra vez los del PRI, ya vez que unos apoyan a unos y el otro a los demás.

Mira, no los invitamos y listo, pero ¿y entonces? ¿Quién invita la cena y en casa de quién la hacemos? Pues no sé, ¿qué te preocupa, carajo? Y, ¿qué van a decir los que no estamos invitando? De pronto, uno de ellos alcanzo a decir… ¿y si lo hacemos en la casa de la Maestra Gordillo?, ganó algunos estados, ¿no?

De repente, como en película de Hollywood sonó el despertador y me desperté. Más tarde, leo en los periódicos los chismes y los rumores de que va a haber cambios en el gabinete; más vale, si no, el diálogo será imposible.

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