miércoles, 6 de junio de 2012

Colaboración: Revista CAMBIO

El peso de la imagen


Por Cirse Vargón

En una época donde prevalecen las imágenes, el lenguaje corporal y la presencia física, es importante considerar algunas reflexiones de especialistas sobre el tema, máxime cuando se trata de los candidatos que aspiran a ocupar la Presidencia de México, lo cual no desmerita reforzar la parte “externa” con las ideas y propuestas de fondo para una ciudadanía atenta a cada gesto, mirada, palabra y, por supuesto, forma de vestir y conducirse ante el auditorio.

 Sólo siete por ciento de un mensaje hablado se recibe a través del tono de la voz, 38 por ciento se entiende por medio de otros detalles vocales, el resto —55 por ciento— se transmite por medio del lenguaje corporal.

 Lo anterior lo definió el psicólogo y antropólogo Albert Mehrabian de la University of California, Los Ángeles (UCLA) quien en 1967 realizó una de las investigaciones sobre comunicación no verbal más famosas de la historia.

 Tal como lo describiera Charles Darwin, quien definió que el lenguaje corporal nunca mentía, ya que la mayoría de las veces es inconsciente. Cuando la persona es espontánea se corre el riesgo de que su palabra contradiga a la expresión corporal de quien habla, pero si trata de interpretar los gestos en forma aislada, seguro cometerá errores de interpretación.

 Por tal motivo en un debate donde se enfrentan personalidades de alto nivel es importante los mensajes que emiten desde el inicio de la transmisión.

 Marco V. Herrera experto en Política Estratégica y en Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) expresa que para en el impacto de la imagen “tenemos que ver el conjunto ya que el humano percibe a nivel holístico. Lo primero que se detecta en los candidatos electorales es a nivel visual, después habrá una conexión empática por cada uno de los candidatos. Todo esto sucede en cuestión de segundos, cuando el ser humanos se encuentra una persona o imagen, empieza a analizar, y pasa a la parte racional y decide”.

 EL BUEN VESTIR
 Por su parte, la doctora Mireille Roccatti Velazquez, profesora emérita del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, considera que en un debate, por ser un acto protocolario, es importante vestir en forma adecuada.

 En el caso de los varones, con traje sastre oscuro, corbata y camisa sencilla; las mujer, de preferencia sin joyería.

 “Todo impacta desde la forma de vestir, la personalidad la forma en que se paran, la persona que se para erguida con los hombros rectos es una persona segura de sí misma”, explica.

 Marco V. Herrera, consultor y analista político, destaca que básicamente lo que tiene que hacer un candidato es obedecer a la estrategia definida de su campaña política.  “En cuestión de imagen física, tiene que presentarse en primera instancia con sobriedad y elegancia, para verse como un líder, eso es lo primordial, verse como un líder estadista”, subraya.  “Cuando un candidato se presenta ante un debate lo que tiene que demostrar o proyectar es una visión de un gobernante, entonces tiene que presentarse sobrio elegante, limpio, pulcro, lo que se ve generalmente son trajes oscuros, corbatas acorde a color de los partidos”.  De igual forma, la presencia femenina tiene que estar a la altura de sus contrincantes, verse como una estadista, tiene que plantearse sólida ante los demás candidatos y ser contundente en sus propuestas.

 EL MENSAJE

 El también miembro del Foro de Mercados Emergentes y de la Comisión Mundial de Investigación del Institute for Public Relations, explica que el segundo punto a destacar para un buen debate es el mensaje ya que “hoy en México spotisamos los mensaje, nos hemos ido en nuestro sistema al mensaje fácil y corto del spot y la población es consciente de que no hay propuestas” Por lo anterior, los candidatos deben trabajar sus propuestas.  “Hoy la gente tiene que oír propuestas verdaderas, oír el hacia dónde nos quieren llevar, cómo lo van a hacer y eso es todo lo que los candidato necesitan decir, pues estamos en el momento en que todos dicen lo mismo en los spots”, comenta.  Agrega que “por eso en el debate tienen que profundizar en ese tipo de cosas. Habrá candidatos que querrán despedazarse a uno o al otro, quienes quieran pelearse con todo pero depende de la estrategia de cada uno”.  Asegura que de acuerdo al momento en que se encuentre la campaña electoral se tiene que ahondar en los temas específicos que se deben posicionar al momento de debatir, es decir, colocar mensajes en función de la coyuntura.  “De esta forma todos deben de ir preparados con sus mensajes para saber lo que van a decir. En caso dado que alguien le replique algo a otro candidato, éste debe tener la respuesta adecuada para poder regresar a su mensaje central que será su propuesta, ante la cual se tiene que posicionar”.  Destaca que la forma de contestar, debe ser de una manera correcta, “según lo que estén planteando, cada uno tendrá la necesidad de hacer una pequeña replica y seguir contestando, pero eso irá en función de la estrategia que cada uno de los contendientes tenga tanto en sus campaña como en el momento en la coyuntura”.  El fundador y presidente de Grupo Public, puntualiza que al empezar las reacciones se debe ser muy cuidadoso, pues aunque “los debates no cambian la intención del voto, si orientan el gusto de los electores, porque además todavía estamos muy lejos para tomar una decisión, lo que hay que recordar que la gente va a definir si le gustó cómo contestó, cómo se dirigió un candidato y definirá, si no le gusta cómo habla, lo que puede hacer que ratifique si orientación”.  “Es muy curioso porque hoy los candidatos le están apostando mucho a las expectativas del debate. Cuando entras a un debate los que van abajo son los que quieren debatir, porque necesitan esa exposición pública y los que van a la cabeza en realidad no lo necesitan y van a tratar de protegerse, lo que permea en el votante, quien también tiene expectativas. Hay gente que sólo va a ver cómo se defienden los candidatos”.

 LOS PEQUEÑOS DETALLES
 Roccatti Velazquez, también titular de la división de educación continua de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) resalta que existen detalles que pueden ser importantes tanto en el vestir de los candidatos como en las forma de su actuación.

 Ejemplo de lo anterior es el caso de una debatiente mujer, el uso de joyas, las cuales son adornos que “pudieran parecer frívolos al dirigirse al público mexicano, donde la gran parte de la población se encuentra en carencia económica. Es muy importante no ostentar la frivolidad frente alguien que no tiene ni para un plato de frijoles, no es correcto incluso ofensivo ostentar accesorio superfluos”.

 Marco Herrera agrega que los detalles deben de ir de acuerdo a la imagen global del candidato, y recuerda el debate entre John Fitzgerald Kennedy por los demócratas y Richard Nixon por el Partido Republicano, donde Nixon era una persona a quien le crecía muy rápido la barba, lo que ensombreció su imagen, haciéndolo ver como sucio, cansado, mientras Kennedy se veía pulcro, impecable, aunado esto a su gran poder de oratoria, pues se pudo bastante”.  En ese sentido, para los candidatos presidenciales en México, los detalles van en función de lo que ellos hayan determinando, como su imagen no necesariamente tiene que entrar a detalles, es un conjunto, con un buen saco adecuado con la piel, mantener y reforzar la imagen que tienen en lo que han usado en sus anuncios de campaña y estar pulcros, sin entrar en más detalles.  “Si tú quieres mostrar el tipo de presidente que vas a ser y lo que esperas ser como tal, debes mostrar una imagen de mandatario. Es como una entrevista de trabajo de un puesto muy importante, para eso no irás de mezclilla o despeinado. Tienes que ir impecable porque eso es lo que eres, así como tampoco puedes inventarte, si no se verá falso”.  Expresa que más allá de la imagen física, que tiene mucha importancia y va a jugar un papel muy importante, “la expectativa de la gente es ver de que están hechos los candidatos, y las propuestas”.
 Empero, Mireille Roccatti Velazquez, menciona que existen pequeños símbolos que indican inseguridad en los candidatos, los cuales se pueden agregar a la lista de detalles que para algunos pueden pasar desapercibidos.

 “Cuando se apoyan del atril es una forma de inseguridad de buscar un apoyo, una seguridad mayor, denota que no están muy seguros de sí mismos”, explica.

 “Algunas cosas como lentes y cabello ya son parte de la personalidad de los candidatos, y no pueden cambiarse, en el caso de las mujeres el cambiar constantemente de look y presentarse con uno nuevo en el debate podría hablar de una persona que no ha encontrada su personalidad, lo mismo sucede con un varón que se pinta el pelo, pues indica que es inseguro.

 TIPS PARA CANDIDATOS
 Existen diversos estudios que hablan de la imagen de un político, en donde se exponen algunos rasgos interesantes que se deben tomar en cuenta al momento de presentarse frente a un público.

 La mayoría coincide en mantener una imagen con el rostro limpio y descansado, cuidado en uñas y manos, bien peinado, ropa limpia y no vieja, mantener un peso ideal, zapatos limpios, vestimenta acorde a la ocupación, color de ropa según la edad, no entallada, así como dientes limpios y en buen estado.

 Se recalca que la posición o postura es importante, mirando siempre de frente, pues es símbolo de verdad.

 El mentiroso utiliza pronombres — ustedes, nosotros, ellos—, suda en exceso, mueve mucho los ojos, pide que le repitan las preguntas y utiliza frases como: “¿Quiéres que te diga la verdad?” y “Para serte sincero” o es evasivo y se pone a la defensiva; una persona honesta coopera y da explicaciones.

 Por otro lado, en un texto realizado por el abogado Pablo Kangiser se destaca que en la actualidad destaca que la información se transmite no sólo con las palabras, sino a través de los movimientos corporales, las posturas, la mirada, la tensión del cuerpo, las posiciones, las distancias hacia los otros, la forma de sentarse, de andar.

 En resumen, la comunicación más importante es la que emite los gestos. Ésta es la comunicación no verbal que va más allá de las palabras, es la que transmite los verdaderos sentimientos y el verdadero estado interior.

 El lenguaje no verbal es el lenguaje corporal que no miente nunca, a diferencia de la palabra que sí puede mentir. De hecho, a menudo sucede que las palabras dicen algo, que se contradice con lo que comunica la expresión corporal y los gestos de quien habla.

 Sin duda, un buen manejo de la imagen es fundamental para ganar preferencias electorales.

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