lunes, 1 de julio de 2013

La primera elección del sexenio



Ésta es una elección de resultados locales, pero lo más significativo es que es la primera elección después de la presidencial del año pasado y es en donde se conocerán ciertas tendencias para elecciones futuras.

Hoy cierran las campañas electorales en 14 estados del país. En una semana más tendremos el resultado de la primera elección de este sexenio. La elección más importante es la del gobernador de Baja California, en donde además de jugarse la candidatura, podríamos decir que se está jugando, de alguna u otra manera, el futuro del PAN.

Ésta es una elección de resultados locales, en donde cambian presidentes municipales y algunos congresos, pero lo más significativo es que es la primera elección después de la presidencial del año pasado y es en donde se conocerán ciertas tendencias para elecciones futuras. Es una elección que medirá dos cosas a nivel general: el ánimo de los electores ante los partidos políticos en general y el impacto de la nueva alternancia presidencial.

Cada partido, a su vez, tiene una importante prueba con esta elección: el PAN medirá el verdadero impacto de haber perdido la presidencia y, también, el daño que le ha causado los últimos escándalos entre senadores y la dirigencia del partido, así como el dilema de la alianza vs. la selección de candidatos. El PRD medirá si hay pérdida de militantes con la formación del nuevo partido Morena y, también,  el éxito de las alianzas. Por su parte, el PRI medirá si su maquinaria electoral ya quedó bien aceitada y si logró conformar de nuevo su famosa aplanadora electoral; además, se medirá si hay un impacto por los primeros seis meses de la administración de Peña Nieto.

El país en general y el sistema político, también medirán el impacto de la actuación de los políticos durante estos seis meses; podríamos decir que es la primer elección sin dinero federal ya que, por diferentes razones, no fluyó el recurso de los programas de infraestructura y, de alguna manera, las quejas planteadas en el Pacto por México por el PAN y el PRD detuvieron, también, una parte de los recursos de los programas sociales. Estamos a una semana de saber cómo una elección intermedia (sin votación de Gobernadores (sólo uno), Presidente, Diputados Federales o Senadores) se va a comportar. Los esfuerzos mediáticos no ocuparon la atención nacional y todo quedó en ámbitos locales; ya veremos los resultados.

Otro aspecto que va a ser interesante analizar es que, al ser elecciones locales, pudimos ver quejas en contra de todos los partidos, vimos el reparto de despensas, el manejo de dineros locales por parte de todos los partidos y quejas de todos contra todos. Además, puede haber un efecto social curioso: no habrá un gran movimiento para decir que un solo partido fue el gran fraudulento en la elección porque es muy seguro que todos los partidos, en los catorce estados, se acusen de todo tipo de chapucerías electorales. Esto generará un resultado positivo que, aunque usted no lo crea, pueda llevarnos a mejorar los procesos electorales. Este escenario se dará cuando empiecen a denunciar a los diferentes candidatos generando la posibilidad de que se cancelen algunos procesos o se invaliden cierto número de candidaturas; lo interesante de esto es que entraremos en un mejor ámbito legal y, con suerte, los partidos y candidatos entiendan que si siguen haciendo campañas fuera de la ley, no importa que ganen la elección, en procedimientos legales posteriores perderán la elección. Esto va a ir siendo sano para nuestra democracia.

Si esto llegara a pasar, los tribunales electorales quedarán también a prueba al tener que manejar una gran cantidad de procesos judiciales y probar tanto su eficacia como si estamos verdaderamente en un estado de derecho.

Considero que esta elección, que se considera de dimensiones pequeñas porque no es en todos los estados, verdaderamente pone a prueba a todo el sistema político; ya veremos en qué termina.

Ahora bien, también habrá que analizar el saldo electoral, pero sin tomar en cuenta quien gane o quien pierda; habrá que ver el acomodo de los grupos de poder dentro de cada partido y los ajustes que estos mismos harán con el desempeño de sus bancadas, la reanudación del Pacto, pero, sobre todo, las grandes discusiones por la reformas más complejas que vienen en camino, la energética y la hacendaria.

Técnicamente, ya se debieron de acabar las grandes negociaciones para estas reformas, sólo habría que ajustar ciertas cosas muy importantes y, también, habría que esperar que, después de las elecciones, se inyecten los recursos de los programas sociales y de los programas de infraestructura para que la economía retome su rumbo en un nuevo camino con un nuevo balance electoral en los dos niveles de gobierno, el municipal y la mitad del estatal, que, a fin de cuentas, serán los que se beneficiarán con los dineros del presupuesto.




Consultor




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