jueves, 6 de septiembre de 2012

Transición con ancho de banda



Al revisar los nombres del equipo de transición de peña Nieto, hay dos cosas evidentes: es un equipo fresco y tiene ancho de banda en el espectro político nacional.

El Presidente Electo, Peña Nieto, dio a conocer su equipo de transición. A través de esta acción y en conjunto con las que está haciendo el Presidente Calderón por su parte, empieza a mandar señales muy claras al sistema político de México.

 Primero, hay orden y coordinación absoluta en la transición, se da a conocer el equipo y un día después se llevan a cabo reuniones entre los equipos en los Pinos; segundo, estoy seguro que todas las acciones que se enuncien a partir de este proceso, en ambos bandos, está pactado, medido y bien coordinado; tercero, la comunicación a la ciudadanía es una prioridad y la van a estar cuidando en todas las formas posibles; de hecho, es curioso que nombren a un Director de Comunicación Social y, por separado, a un Vocero de la Presidencia; cuarto, sigue la lucha contra la delincuencia, esto lo demuestra el anuncio de la captura del hermano de Osiel Cárdenas, inmediatamente después del anuncio de Peña Nieto; quinto, se van a seguir los procesos legales en contra quien se los merezca, es el caso de la liberación de la orden de aprehensión en contra de Tomas Yarrington; y, sexto, en el equipo de transición y en el futuro gabinete hay pluralidad, no cabe duda.

Queda claro, al revisar los nombres del equipo de transición y escuchar la aclaración de Peña, de que estos funcionarios no necesariamente serían los secretarios del gabinete, aunque, en su mayoría, estos personajes pueden ser o los coordinadores del sector o los oficiales mayores de las dependencias, pero hay dos cosas evidentes: es un equipo fresco y tiene ancho de banda.

Y cuando me refiero al concepto de ancho de banda, significa que, tradicionalmente, en el sistema político mexicano, los partidos cuando toman el poder reafirman su posición geométrica de ser de izquierda a derecha; en esta primera acción, el mensaje pareciera ser que, en este gobierno, no se define una posición o movimiento hacia alguno de los extremos tradicionales. Lo que pareciera querer mandar como mensaje es que es un partido de centro, pero que estaría ampliando sus extremos de igual manera para la izquierda que para la derecha.

Esto lo demuestra muy claramente al nombrar a Rosario Robles como una de sus Vicecoordinadoras y, sobre todo, que será la que estará a cargo de la política social. Este nombramiento tiene a su vez un doble mensaje, es una funcionaria tradicional de izquierda y está aprovechando su experiencia y conocimiento para que en un momento dado pueda ser una interlocutora con izquierdistas progresistas. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que es enemiga de AMLO, por la persecución que le hiciera éste después de que salió del Gobierno de la Ciudad y del PRD.

Tenemos a otros funcionarios que también están ligados con otros grupos políticos, sólo hay que revisar los nombres que indican que está teniendo lazos y está siendo incluyente con diferentes grupos de poder del país. Un ejemplo es el rescate de Roberto Campa, ampliamente conocido por ser muy cercano de la Maestra Gordillo. Otro factor importante de este equipo es la combinación de juventud con experiencia: ahí tenemos el caso de Emilio Lozoya, nombrado Vicecoordinador y que su especialidad se encuentra en los asuntos internacionales. Cuando un equipo esta incluyendo a talentos de diferentes grupos, lo que quiere demostrar es que está balanceando ambos lados y eso le da el concepto de que su gobierno lo va a posicionar en el centro de la geometría política con una posición muy ancha hacia ambos lados, con el fin de estar bien centrado con brazos hacia la derecha y hacia la izquierda.

Es seguro que Peña Nieto buscará, también, que cada una de las acciones que ejecute durante la transición, construyan un mensaje implícito y claro de la legitimidad de su gobierno, esto con el fin de evitar el tener que tomar acciones espectaculares que, por un lado le puedan ser reprochadas como actos de poder excesivo y, por el otro, que puedan causar cualquier acercamiento con la vieja imagen dinosáurica del PRI.

Si Peña Nieto, de esa manera fácil y sin sobresaltos, logra construir su legitimidad, es muy probable que los pobres arranques de berrinche que hemos visto por parte de algunos diputados de la oposición vayan demostrando el ostracismo y lo retrograda de su mentalidad política y que, poco a poco, estor grupos vayan quedando relegados de los acuerdos parlamentarios. ¿O será que simple y sencillamente están encareciendo su voto? En cualquiera de los dos casos, al final de cuentas demuestran que su única intención para llegar a la actual legislatura era satisfacer una ambición económica y de poder.


Consultor
 

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