No cabe duda que el mundo está cambiando rápidamente; haciendo una reflexión al borde del inicio del famoso año 2012, considero que poco a poco se han ido generando revoluciones silenciosas que han modificado rápidamente la faz del mundo, contra la manera que lo habíamos conocido durante los últimos 20 años. Revisemos unos ejemplos.
Hace dos años, el territorio árabe parecía relativamente tranquilo; hoy, tras vertiginosas revueltas sociales, algo inaudito pasó en los países del Medio Oriente que está ocasionando la caída de los principales líderes que, supuestamente, eran amados por sus pueblos. La gente se cansó y poco a poco salió a las calles y armó una revuelta. Al ver las noticias en la televisión, las imágenes de Libia se ven muy parecidas a las de las revueltas de Irak en 2003, grupos de rebeldes, con camionetas pick-up, con metralletas montadas, peleando en contra de un gran ejército, ganando espacios manzana por manzana, hasta derribar las míticas estatuas del supuesto y querido líder amado por más de 40 años. Se vieron las grandes celebraciones típicas con los rebeldes disparando al aire como un acto de valentía y demostración de fuerza individual.
La reflexión que se me viene a la mente es, ¿quién está financiando estas guerrillas que han estado acabando con los viejos regímenes, ya obsoletos e impopulares? ¿Son grandes empresarios locales, o fuerzas políticas internas, o gobiernos extranjeros, o empresarios internacionales y/o multinacionales? Porque el gasto en armas es muy alto y alguien lo tiene que estar pagando. Pero, a fin de cuentas, haya sido Juana o Chana, como decía mi abuelita, ya son hechos consumados. Revolución social pura que tira a los antiguos y viejos líderes, ahogados de poder y ciegos a los cambios sociales.
En otro orden de ideas, nos encontramos con la revolución de género. Hoy, ya varias mujeres están gobernando exitosamente en diferentes países: Australia, Canadá, Brasil, Argentina y Costa Rica. También, lo podemos tomar como un gran cambio en el orbe.
Por otra parte, el problema con el calentamiento global y la presión para salvar el medio ambiente, en conjunto con el vertiginoso avance de tecnologías de la información y las telecomunicaciones, implica una revolución tecnológica que nos está cambiando la vida por segundos. Y qué decir de la información, los medios de comunicación, las redes sociales, el Twitter y Facebook; representan una revolución cognoscitiva de un impacto inimaginable de quien nadie, a ciencia cierta, conoce los alcances, lo único que nos queda claro es que, como resultado, se está generando una nueva conciencia humana global.
Los países industrializados no escapan a esta neo conciencia mundial, ya vimos en Londres a jóvenes de las clases medias y bajas salir a enfrentarse a la policía, lo que demuestra que algo está pasando con la sociedad mundial y que no es tan fácil ocultarlo. Tenemos en Europa otro caso inaudito también: el hecho que en España, como resultado del la crisis Española, una simple visita del papa Católico ha creado un caos y un enfrentamiento entre una sociedad desesperada y agobiada por la crisis. Esto, a la larga y aunado con las demostraciones en contra de los políticos, significa una revolución silenciosa. Mismo caso el de Grecia.
En varios países, los estudiantes se quejan por modificaciones sobre los esquemas de educación y, en el fondo, porque el sistema económico mundial no está generando los trabajos necesarios ni las oportunidades para el desarrollo. En Chile, varios estudiantes están al borde de la muerte después de una larga huelga de hambre, estos actos están generando una silenciosa revolución educativa y social.
Como podemos ver, éstos sólo son unos pocos ejemplos de los movimientos sociales en diversos puntos del planeta; si aumentamos la crisis económica y financiera, en el mundo está pasando algo que tendrá que desembocar en situaciones de cambio global. Yo no sé si realmente vaya a pasar algo extraordinario en el mundo por el año 2012, pero lo que me queda claro es que los humanos, en el fondo, necesitan un cambio de rumbo, el cual es probable que, por muchos factores que se están conjuntando, se dé para el próximo año. De ahí, se piensa que éste puede ser fatídico o, simplemente, el escenario donde se harán los cambios necesarios para que el mundo y la humanidad encontremos nuevos caminos para vivir de mejor manera.
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