Dos ejes
conforman los principales intereses del humano en el planeta: la primera es la
economía y todo lo que conlleva en el contexto mundial, incluyendo a la
política; la segunda es la religión que es todo un tema que con la visita del
Papa me hacen reflexionar en dos dimensiones, la nacional y la mundial.
En el
contexto nacional, un breve recuento de lo que nos deja. Para empezar, el Papa
vino a hablar de corrupción, y principalmente de la corrupción en la iglesia;
la curia mexicana hizo como que le hablo la Virgen y no se dio por enterada, es
más, según ellos se lo dijo a los políticos no a ellos, pero en fin, el Papa
les dijo en pocas palabras “lo estoy viendo” y seguramente habrá cambios en
breve. Lo curioso, el presidente Peña Nieto dice que tenemos una cultura de
corrupción y el país se cae a pedazos por la ofensa; cualquier editorialista lo
retoma, y le caen a palos; viene el Papa y lo repite, incluyendo a los
sacerdotes, y el palenque enmudece y no le dicen nada. ¿Somos o no somos? punto
a reflexionar, ya hasta podríamos incluir en la lista a los sacerdotes, el Jerarca
se quejó de ello.
Otra
reflexión importantísima que deja la visita es la pobreza de la interpretación
en nuestro país en los medios de comunicación, y lo peor es que no sé quien fue
peor o a quién echarle la responsabilidad ¿a los medios, a los opinadores, a
los locutores, o a los reporteros? Las trasmisiones estuvieron plagadas de comentarios,
opiniones, dichos y notas vánales, sin fundamento y generaron hasta pleitos al
aire, lo que demuestran la pobreza de los medios y la falta de respeto de los mismos
a sus audiencias.
Las
interpretaciones de los medios, periodistas y opinadores a lo que decía el Papa
fue de risa, cada quien tomaba lo que le convenía y lo relacionaba con temas de
todos tipos, por eso vimos metido al Papa y sus discursos en el espectáculo, la
seguridad nacional, la política, el narcotráfico, y quién sabe qué más temas.
Fue un champurrado informativo e interpretativo de temas y conceptos que por
falta de información y contexto fueron tratados con una ligereza que da miedo
pensar en el nivel de discusión pública que tenemos. Venimos de un mundo de narcos
y guerra en el sexenio de Calderón y pasamos por una discusión de incredulidad
a todo lo que pasa, espero que sea parte de una transformación social para
tener discusiones más serias como país.
A nivel
mundial y por la emoción de la visita, perdimos un detalle de magnitudes
planetarias, la reunión del Papa con el
Jerarca de la iglesia Rusa, en Cuba. Estas dos iglesias no se reunían
públicamente desde la división de la iglesia en el año 1054, cuando se
separaron las capitales religiosas más importantes del planeta, Roma con la
religión Católica y Bizancio con los Ortodoxos. ¿Por qué es importante? Por la
sencilla razón de que el Papa representa algo así como 1,254 millones de fieles
y el Patriarca Ruso, Kirill, casi 300 millones.
Y esto es
muy importante por dos factores que están enlazados: el primero es que las
proyecciones de crecimiento de población mundial vienen a la baja y en el 2050
se estancará; y el segundo es que en las proyecciones sobre las religiones
mundiales, en ese mismo año, pronostica el mismo número de musulmanes que de
católicos en sus diferentes formas, además de que los agnósticos y ateos
seguirán creciendo, lo que implica que en diferentes países están cayendo las
preferencias hacia la principal religión; en México hace 20 años la población
era en un 93% Católica, hoy el número es de 80%. En Estados Unidos y Europa,
igual están a la baja.
La importancia
de esta visita quedó en los acuerdos que firmaron en conjunto, que también
definen las preocupaciones de estas dos organizaciones y que básicamente se
resumen en: a) llamado a la comunidad internacional a poner fin a la violencia,
el terrorismo y proteger a los cristianos perseguidos ¿en dónde? en Oriente
Medio; b) ayuda humanitaria a los refugiados ¿dónde está sucediendo esto? en
Oriente Medio y África; c) llaman a negociaciones de conflictos regionales; d)
llaman a un diálogo interreligioso, las diferencias no deben impedir la vida en
paz y armonía en una época turbulenta; e) llamado a no ser indiferentes al
consumo desenfrenado, que agota los recursos naturales del planeta y lanzan una
crítica a la desigualdad en la distribución de bienes que aumenta el
sentimiento de injusticia, impuesto por el sistema de relaciones
internacionales que se impone; y f) critican la crisis de la familia creada por
otras formas de convivencia que quieren igualar al matrimonio entre un hombre y
una mujer lo que hace respetar el derecho a la vida de niños que son privados
de la oportunidad de nacer.
Va a ser
importante dar seguimiento a este acuerdo con la óptica de lo que proponen, ya
que, finalmente, el pleito entre Oriente y Occidente, hoy, se da en el terreno
de lo económico, principalmente por el petróleo, después será por agua, pero no
quitemos de la ecuación el tema religioso que es lo que mueve en el fondo la fe
de los humanos.
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