martes, 6 de diciembre de 2011

Lectura


Una campaña política es algo muy serio y ser aspirante a una candidatura más. El candidato debe conocer muy bien sus fortalezas y debilidades con el único fin de estar al tanto sobre los escenarios en los que puede entrar con toda su capacidad y sortear todas las situaciones y, también, obtener la seguridad de saber en qué terrenos no debe de meterse ni salirse del guión. Al final del día, es un problema de la lúcida lectura que se haga de las situaciones que se tienen frente a uno.

Durante los últimos años, he visto a muchos candidatos fallar en sus aspiraciones y destrozar las preferencias electorales a su favor o, por lo contrario, no subir en las preferencias por errores tácticos y estratégicos en sus campañas; creen que las tienen todas consigo y se meten en muchos problemas por el manejo de sus presentaciones en público, en donde ellos mismos se confían y creen que lo pueden manejar. Normalmente, cuando enfrentan a los medios es cuando más fácil se comete este error.

Hay algunos casos en los que, no basta un buen entrenamiento de medios, lo importante es, también, el manejo de la información y el entendimiento de los temas, aspectos que son básicos para poder enfrentar a grandes auditorios, pequeñas presentaciones o conferencias de prensa.

En México tenemos muchos casos de este tipo; es más, muchos de los políticos normalmente pasan a la posteridad por fallas de comunicación en entrevistas de prensa, los cuales los marcan para siempre, de ahí muchas frases famosas de los políticos mexicanos que han sido dichas en entrevistas.

Por otra parte, sale a colación también el caso cuando los aspirantes quieren llegar a una candidatura y logran alcanzar los índices adecuados de conocimiento, por lo que quieren, en un plazo muy corto, lograr lo que no han hecho en meses; recuerdo que dando un taller sobre campañas políticas, un candidato me preguntaba cómo lograr un suficiente conocimiento de su persona. Se asombró cuando le contesté que tenía que acabarse las suelas de sus zapatos al estar caminando en el distrito que le correspondía, tocando puertas y preguntando qué tipo de problemas había en la población, y no sólo organizando eventos los fines de semana y tratando de salir en los medios. Claro, además de tener una congruencia de lo que se es, lo que se dice y lo que se hace.

Ahora bien, hay varios factores muy en el fondo que es lo que verdaderamente acaba a los aspirantes a candidaturas, el primero de ellos, la arrogancia, el confiarse de que todo se arregla de manera fácil y, por lo tanto, no prepararse; el segundo es salirse del script y/o no hacer caso a los asesores.

Peña Nieto lleva dos problemas durante la última semana; primero, en la presentación de su libro y, segundo, en el ya muy conocido caso de la Feria del Libro. Se nota que lo suyo no son las presentaciones en corto o las entrevistas personales, por lo que debe de alejarse de este tipo de situaciones, los suyo son los discursos ante grandes auditorios.

Lo complejo de la campaña para él, van a ser los debates. Si mantiene las preferencias electorales, no los necesita, pero los demás ya sabiendo su debilidad los van a buscar, además de que ahora el deporte nacional va a ser preguntar cosas difíciles para hacerlo resbalar, va a tener que aguantar vara un buen rato y ser más disciplinado, que recuerde el caso de Montiel a quien, técnicamente, en dos días se le cayó la candidatura.

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