Para tener crédito a bajos costo y bien utilizado es importante que los
Pyme-empresarios cambien esa vieja mentalidad del empresario mexicano que
radica en querer hacerse ricos en el primer negocio, hay que decir adiós a la
mentalidad de ”empresas pobres y empresarios ricos”.
Ahora que
viene la gran discusión sobre Reforma
Financiera, habrá mucho que hacer en cuestión de cultura. Y no solamente la
financiera, sino también la que se refiere a la empresarial, están muy ligadas
y, como país, tenemos muchos retos.
Como había
mencionado en mi anterior post, esta reforma financiera la he llamado la
reforma de la confianza, ya que lo que trata de hacer es disminuir la
desconfianza que existe entre las instituciones financieras, los empresarios (clientes)
y el sistema legal; trata de darle certeza jurídica a las tres partes para que
pueda funcionar el sistema de créditos y evitar de tajo los abusos de las tres
partes, unos por no poder/querer pagar los créditos, otro por tratar de amarrar
al cliente con todo tipo de productos, tasas y garantías, y otros por tardar
años en dar decisiones judiciales. Ésta es parte de la cultura en la que nos
movemos en México y que, ojalá, con
la reforma se pueda corregir.
Otro de los
retos que se tiene que modificar, es el hecho de que todo el sistema
empresarial y financiero está diseñado en la lógica de las empresas grandes y
multinacionales que desatan dos grandes tendencias; uno, son las grandes
empleadoras y la lógica de los servicios bancarios es acorde al tamaño de las
empresas. Y dos, cuando entramos en la lógica de las verdaderas pymes y microempresas, estamos hablando
de otro razonamiento que, hoy por hoy, no cubre los requisitos del sistema
bancario; esto no es un problema de México
solamente, es una lógica que los bancos no han podido entender tan fácilmente.
Es por eso
que, en diferentes países en desarrollo, han crecido los movimientos de
financiamiento social, con una mecánica diferente de prestar dinero, tanto a
personas, comunidades o microempresas, bajo esquemas basados en confianza y
entendiendo la naturaleza de proyectos más pequeños, tiempos y condiciones
diferentes a los sistemas bancarios tradicionales. El problema es que,
finalmente, todos se mueven con el costo del dinero y terminan queriendo ganar
lo que las instituciones grandes y, poco a poco, se van convirtiendo al sistema
financiero de los grandes. Hoy, México
es un mercado de pocas y caras opciones.
Otra
situación que se debe de cambiar es el hecho de que las grandes empresas se
recargan en los proveedores, dejando los costos financieros a las Pymes, mientras ellos, en algunos
casos, se encuentran en el juego financiero de las tesorerías. El problema para
las empresas proveedoras es que, por las condiciones actuales del sistema
bancario, no encuentran financiamiento o es inalcanzable por caro o por no
contar con las garantías que los bancos piden y ahí se crea un círculo vicioso.
Ojalá el equipo de Luis Videgaray
tome en cuenta esta situación en la negociación de la Reforma.
También, va
a ser importante que los Pyme-empresarios cambien esa vieja mentalidad del
empresario mexicano que radica en querer hacerse ricos en el primer negocio y
manejar la antigua lógica de no querer absorber los costos de producción, ni
pagar impuestos, ni estar en regla, de pagar bajos sueldos, etc., etc. Debemos
dejar atrás la famosa mentalidad de empresas pobres y empresarios ricos; ahí,
la Secretaria de Economía, de Idelfonso Guajardo, deberá de cerrar la pinza
para que, vía programas de capacitación, se pueda cambiar el espectro de la
forma de implementar negocios en México,
creando una nueva cultura empresarial con un fuerte sistema financiero que
genere el crecimiento y solidez de las micro empresas y las Pymes, que en el futuro serán las
grandes generadoras del desarrollo económico y el empleo.
Consultor y
Analista
Mail:marco.herrera@grupopublic.com
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