jueves, 21 de agosto de 2014

El verdadero impacto de las reformas

Las reformas recién aprobadas, en mi opinión, tienen cuatro impactos directos en todo el sistema político y social de México. El primero, el natural por la materia de cada reforma; el segundo es sobre la administración pública; el tercero sobre la población; y un cuarto sobre el sistema político. Déjeme explicarle cada uno de ellos.

En el primer caso, estamos hablando de que cada una de las reformas pretende cambiar las reglas de actuación de un sector en especial, cambia las diferentes relaciones del Estado con los principales  actores y las prácticas sociales: en el caso de la de Educación, se cambiaron, modernizaron y ajustaron las relaciones del gobierno federal con los estados, los maestros, los sindicatos, etcétera; en el caso de la energética, se cambiaron 11 leyes y se estableció un nuevo sistema energético, se cambian empresas paraestatales, el pago de impuestos, los ingresos de las rentas petroleras, etcétera; también, en el caso de las de Telecomunicaciones, se cambian las relaciones y los balances entre el Gobierno y las empresas concesionarias, además se modifican los servicios al público. Digamos que se modelaron sectores políticos y económicos, se cambiaron las reglas económicas para que cada uno de los sectores se modernice, se adecue a las nuevas tecnologías y situaciones de los cambios mundiales en las materias. Técnicamente, el país se modernizó, los impactos para cada sector serán graduales y poco a poco, todos los integrantes deberán de ir adecuando sus prácticas para modificar su actuación a estos nuevos esquemas.

En el segundo caso, el de los impactos a la administración pública, estas reformas implican que cada una de las dependencias o entidades gubernamentales en todo el país y en los tres niveles de gobierno, deberán de cambiar sus procesos, reglas de actuación, funciones y modernizar lo que internamente les corresponda en cada uno de los departamentos que administran las leyes de las reforma. Ya hemos comentado aquí mismo, que en mis consultorías a algunas dependencias de gobierno, me he encontrado que los funcionarios aún no leen o entienden las reformas y no saben cómo aplicarlas en su vida diaria, pero tarde o temprano lo deberán de hacer para cumplir con los mandatos y la modernización del aparato burocrático. Esto implica que estas reformas también representan intrínsecamente un gran cambio en la operación del poder ejecutivo, poco a poco irá cambiando la cara de las dependencias gubernamentales.

 Es importante entender que el gran factor que realmente puede hacer que las reformas se den a buen tiempo, es el factor humano de los funcionarios públicos, aquí se verá si México como sociedad burocrática puede lograr la productividad gubernamental y brincar el reto de la burocracia, la corrupción y el sindicalismo de gobierno, ya que estos males son los que pueden destrozar cualquier buena reforma administrativa.

El tercer impacto es para la población. Las reformas, al cambiar los sectores económicos y las dependencias gubernamentales, también cambiarán los servicios que se ofrecen por parte de empresas y dependencias gubernamentales, lo que implicará que los ciudadanos al mismo tiempo, y poco a poco, se irán enterando de los beneficios que le traerán estas reformas, al tener nuevos servicios y opciones de competencia. También verán que los servicios públicos en algunos casos se tendrán que modernizar y modificar, en este caso los cambios y adecuaciones serán más lentos, ya que primero, en el orden que aquí describo, los sectores irán absorbiendo y desarrollando las reformas, hasta que se puedan verdaderamente convertir en beneficios al ciudadano o consumidor. Por otra parte, el ciudadano tiene la obligación y el derecho de informarse para poder exigir que los cambios se apliquen y  se den de manera como se había descrito en la ley.

Y finalmente, el que se refiere al del sistema político, al final del período de las reformas: el balance político cambió. Todo proceso de reforma en cualquier país tiene costos, para el partido y la persona que las impulsa. Hoy, según los últimos datos de las encuestas de imagen presidencial, el Presidente Peña Nieto está pagando el costo de la implementación de las reformas, pero hay que entender que esto siempre sucede, en este caso él lo quiso correr y está jugando sus cartas a que cuando venga la recuperación serán otros tiempos políticos. Pero a pesar de esto recordemos que él no fue solo en este proceso, se creó el Pacto por México y si se lograron las autorizaciones en tan poco tiempo es porque existió voluntad política de varios actores y partidos políticos, esto a su tiempo tendrá una repercusión favorable para el Presidente.

Lo que en el fondo también causó todo este proceso es que por primera vez en mucho tiempo, vimos como la política ha tenido un balance positivo. En el sexenio pasado veníamos de contar la ineficiencia de los políticos de los partidos y de los diputados y senadores, hoy, mal que bien, esos términos de crítica no se pueden aplicar, al contrario, hemos visto como trabajaron en marchas agotadoras, sin retrasos, cumpliendo tiempos y compromisos. Como pueblo entendimos y hemos visto, nos guste o no, a una clase política positiva, con ganas de cambiar a México, con pocos escándalos (salvo sus honrosas excepciones y que en su caso han seguido la ruta trazada desde los tiempos que llegó el PAN al poder, ya que por su parte, el PRI ha cesado fulminantemente a los funcionarios que han caído en casos bochornosos). Pero en síntesis y haciendo un balance, la misma política se ha podido dignificar en este esfuerzo reformista.

Claro que a nivel partidos políticos el resultado es también de purga y limpia, hoy vemos a un PRI muy acomodado en el centro de la geometría política, en una banda muy ancha hacia la izquierda y derecha; por su parte, en la extrema derecha, vemos a un sector del PAN muy cercano al PRI y con grupúsculos de poder moviéndose hacia el extremo; la derecha recalcitrante está muy desaparecida, pelando solo internamente hacia dentro de su partido. En la extrema izquierda, vemos acomodos en los partidos políticos, primero hay un grupo tratando de darle un sentido más moderno a su movimiento con políticos y una tendencia que está más cercana al centro de la geometría política, el riesgo es que pueden perder su base, pero lo mejor pudieran ganar a sectores más pensantes y no tan radicales. De ahí en fuera, la aparición de MORENA y los pleitos entre las bandas perredistas hacen que pueda haber una desbandada y desintegración, por lo que podemos decir que toda la izquierda se va a reconformar en las próximas elecciones, el efecto Mancera también ha sido un factor determinante para crear esta nueva izquierda y radicalizar a su base.


Como podemos ver las reformas no sólo son los cambios de leyes para adecuar sectores, en el fondo, a esto es a lo que se le llama un gigantesco cambio en el estatus quo de todo el país, la sociedad y la política. La pregunta final creo que sería ¿quién es el gran ganador en todo este juego? Y en mi opinión la respuesta es: México, México en su totalidad.

jueves, 14 de agosto de 2014

Ya se acabaron las reformas

Puede gustarnos o no, pero fue una promesa de campaña, fue una iniciativa de su gobierno y le puso todo el peso del gobierno, se creó el Pacto por México y para variar lo boicotearon y supuestamente se acabó y hasta lo enterraron, pero el día de hoy, a un año de distancia, se da por terminado el periodo reformista del Gobierno de Peña Nieto, con la promulgación de la más compleja de las reformas: la energética.

Lo avisaron desde campaña, nadie lo creyó; lo dijeron en la toma de protesta; todo el mundo lo dudó; lo dijeron cuando se firmó el Pacto; nadie le hizo caso; le repetían cada vez que se promulgaba una nueva reforma, y la duda siguió. Hoy, a un año de distancia, a la hora de escribir esta columna la reforma es un hecho, y no se acabo el país, ni hubo muertos, ni gritos, ni sombrerazos, al parecer por primera vez desde hace muchos años, hubo un dialogo real y una mayoría contundente en el Congreso.

Hace un año realice un análisis sobre el camino de las reformas, en ese documento mencioné que la estrategia no era sólo de sacar reformas por sacarlas, tenía un mapa de ruta muy claro; por una parte, el ir destrabando sector por sector que tradicionalmente representaban un monopolio o una concentración económica, y por el otro, cada uno de esos sectores tenía un grupo económico, político o social que representaba un freno, no en balde al parejo del trabajo de las reformas, vimos como fueron cayendo líderes sindicales, empresarios o hasta mismos gobernadores o políticos. Hemos presenciado en el último año y medio, una de las operaciones políticas más completas y sofisticadas que se hayan tenido en México.

11 reformas en total desfilaron por el Poder Legislativo y se aprobaron: Educativa, de Procedimientos Penales, de Amparo, Política Electoral, de Transparencia, Financiera, Laboral, de Competencia Económica; y las tres más complejas: la Hacendaria, la de Telecomunicaciones y, finalmente la joya de la corona, la Energética. No se podrá negar que es y será el periodo reformista más grande en la historia moderna del país.

Si todo sale bien, estas reformas le darán un giro a nuestra economía y al país entero, pero no todo es chamba del gobierno, a partir de ahora, el trabajo será de todos: del gobierno, sí, en su implementación, pero el resto está en manos de todos nosotros, habrá que informarse, cuidar que todo se implemente y ser parte del cambio, porque no sólo es un cambio en el gobierno, es un cambio de mentalidad en todos los mexicanos, las leyes son para todos, son derechos y obligaciones, retos y oportunidades, ahora es cuando con estos cambios nos toca a todos los mexicanos trabajar en conjunto, el nuevo marco legal ya está listo.


Empecemos por informarnos, cuidar las inversiones, los plazos y la transparencia, que se cumpla la ley y después ¿por qué no?, hay que analizar qué oportunidades de trabajo, asociación e inversión permiten las reformas, y también hasta qué oportunidades de trabajo para empresas o personas, se generan en los sectores reformados, ayudemos a generar oportunidades para todos, ya no es papi gobierno que regala cosas, hay mercado que debemos todos de ayudar a construir, trabajemos por nosotros y trabajemos al mismo tiempo por el nuevo México .

Lecciones de Brasil

Sao Paolo es una ciudad grande, tiene 11 millones de habitantes y su zona metropolitana, que conjunta otras 38 ciudades a su alrededor, congrega casi 19 millones; la ciudad destaca por los altos edificios de apartamentos por todos lados.  Ciudad amplia de grandes avenidas y guarda la grandeza europea traída a América, en este caso por lo portugueses, y como muchas capitales latinoamericanas, ya tiene un infierno de tráfico.

Es una ciudad limpia, el metro es muy amplio y bien diseñado, cosa que deberíamos de aprender los mexicanos de la Ciudad de México, es muy sencillo de entender y tiene muy buena señalización, no hay forma de perderte. Un detalle curioso, me tocó venir en invierno, y es la primera vez que en un vagón del metro con el aire acondicionado siento verdadero frío; los vagones son amplios y los andenes en su mayoría con salidas por los dos lados, lo que significa estaciones amplias y bien planeadas, impresionantemente limpio y ordenado.

Los brasileños después del mundial están tristes pero tranquilos, me tocó escuchar comentarios que afirman que después del tercer gol, sin creerlo, ya no querían saber nada y lo único que los mantuvo a flote fue que argentina no fue campeón, cosa que hubiera sido peor que perder por 20 goles, por lo que al final del mundial se sintieron a gusto con que ganara Alemania, sólo por ver que Argentina no fuera campeón: en el fútbol, la rivalidad con sus vecinos es total. En contra posición a esto, ahora están expectantes por el Default económico de Argentina, ya que una crisis de sus vecinos, con los cuales tienen grandes lazos económicos, no es algo que quisieran enfrentar por el momento.

Por otra parte están muy cerca del proceso electoral en dónde elegirán entre otras autoridades al nuevo presidente de la República Brasileña, en tres meses tendrán elecciones generales y la presidenta Dilma Rousseff busca la reelección, pero al parecer es algo complicado, a la fecha no se acaba de entender si el ex presidente Lula está a favor o en contra de ella, a pesar de que son del mismo partido. De hecho, en los comparativos del sondeo popular, los números alcanzados por Dilma en estos momentos son bajos en comparación con los que tenía Lula cuando compitió en el último periodo presidencial, y en algunos casos hay candidatos en la ciudad de Sao Paulo de la oposición que presenta mejor imagen y mayor intención de voto que ella. También en los últimos días, la Presidenta entró en un pleito con el reporte que emitió el banco más grande de Brasil, Banco Santander, en el que estableció que la economía del país carioca seguiría en malas condiciones de ser el reelegida; se ve en los medios muchos pleitos públicos por estas declaraciones y la presidencia inició una guerra de declaraciones en contra de dicho banco.


La ciudad de México, tendría algunas cosas que aprender de esa ciudad.