Sao Paolo es una ciudad grande, tiene 11 millones de habitantes y
su zona metropolitana, que conjunta otras 38 ciudades a su alrededor, congrega
casi 19 millones; la ciudad destaca por los altos edificios de apartamentos por
todos lados. Ciudad amplia de grandes
avenidas y guarda la grandeza europea traída a América, en este caso por lo
portugueses, y como muchas capitales latinoamericanas, ya tiene un infierno de
tráfico.
Es una ciudad limpia, el metro es muy amplio y bien diseñado, cosa
que deberíamos de aprender los mexicanos de la Ciudad de México, es muy
sencillo de entender y tiene muy buena señalización, no hay forma de perderte.
Un detalle curioso, me tocó
venir en invierno, y es la primera vez que en un vagón del metro con el aire
acondicionado siento verdadero frío; los vagones son amplios y los andenes en
su mayoría con salidas por los dos lados, lo que significa estaciones amplias y
bien planeadas, impresionantemente limpio y ordenado.
Los brasileños después del mundial están tristes pero tranquilos,
me tocó escuchar comentarios que afirman que después del tercer gol, sin
creerlo, ya no querían saber nada y lo único que los mantuvo a flote fue que
argentina no fue campeón, cosa que hubiera sido peor que perder por 20 goles,
por lo que al final del mundial se sintieron a gusto con que ganara Alemania,
sólo por ver que Argentina no fuera campeón: en el fútbol, la rivalidad con sus
vecinos es total. En contra posición a esto, ahora están expectantes por el Default
económico de Argentina, ya que una crisis de sus vecinos, con los cuales tienen
grandes lazos económicos, no es algo que quisieran enfrentar por el momento.
Por otra parte están muy cerca del proceso electoral en dónde
elegirán entre otras autoridades al nuevo presidente de la República Brasileña,
en tres meses tendrán elecciones generales y la presidenta Dilma Rousseff busca
la reelección, pero al parecer es algo complicado, a la fecha no se acaba de
entender si el ex presidente Lula está a favor o en contra de ella, a pesar de
que son del mismo partido. De hecho, en los comparativos del sondeo popular,
los números alcanzados por Dilma en estos momentos son bajos en comparación con
los que tenía Lula cuando compitió en el último periodo presidencial, y en algunos
casos hay candidatos en la ciudad de Sao Paulo de la oposición que presenta
mejor imagen y mayor intención de voto que ella. También en los últimos días,
la Presidenta entró en un pleito con el reporte que emitió el banco más grande
de Brasil, Banco Santander, en el que estableció que la economía del país
carioca seguiría en malas condiciones de ser el reelegida; se ve en los medios
muchos pleitos públicos por estas declaraciones y la presidencia inició una
guerra de declaraciones en contra de dicho banco.
La ciudad de México, tendría algunas cosas que aprender de esa
ciudad.
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