El Plan Nacional de Desarrollo de Enrique Peña Nieto dejó de ser un mamotreto no entendible y ahora es un documento con estrategias muy claras.
A principios
de semana, opacado por el escándalo del PAN,
se dio a conocer, vía el Diario Oficial de la Nación El Plan Nacional de
Desarrollo que regirá los destinos estratégicos del país durante los próximos
seis años.
El documento
está muy bien hecho y su planteamiento con una lógica estratégica muy bien
estructurado. Llaman la atención los comentarios que se incluyen, de la
consulta que se hiciera con más de 200 mil personas, unos que participaron en
las reuniones para tal fin en toda la república y otros por medio de la
aplicación vía Internet en la página que ex profeso se creó para la consulta
del Plan. Tuve la oportunidad de participar en ambos ejercicios, el primero en
la Ciudad de Querétaro en donde
participaron más de tres mil personas y, también llene el cuestionario vía
internet, una interesante aplicación que al final daba el resultado comparativo
de lo que uno había contestado contra el resto de las opiniones. Estos comentarios
complementan muy bien el ejercicio de la planeación participativa.
El Plan,
como ya lo mencione, está muy bien estructurado ya que, es corto, conciso y
sobre todo muy coherente. Con todo lo que se ha vendido negociando en cuestión
de las reformas y, los diferentes planes de gobierno, dejó de ser un mamotreto
no entendible para convertirse en un documento con estrategias muy claras. He
tenido la oportunidad de revisar los planes para tres distintos sectores, por
intereses de algunos de mis clientes, y el escrito da una muy buena guía de por
donde se desarrollaran los temas y los sectores.
En la semana,
encontré unas pocas críticas en algunos medios de comunicación respecto a que El
Plan decía los “que´s”, pero no los “cómos”, sin embargo, eso tiene una lógica
muy sencilla: se trata de, un plan estratégico, a partir de su publicación, en
donde cada una de las dependencias gubernamentales federales, así como las
contrapartes estatales, deberán alinear sus planes y acciones a los objetivos
del Plan Nacional para que en conjunto todo el país camine hacia la misma meta.
Una
característica que tiene el gobierno de Peña
Nieto, hasta este momento, guste o no, es que tiene una gran coherencia en
sus ejes estratégicos; el discurso de toma de posesión, los conceptos que se
tienen y persiguen dentro del pacto y ahora El Plan Nacional de Desarrollo cuentan
con una línea muy bien definida. Lástima que el pleito del Plan no permitió la
difusión adecuada.
Ahora sólo
falta que las entidades en todo el país trabajen para alinear sus planes e ir
todos hacia la misma meta
Consultor y Analista
Twitter: www.twitter.com/@Marcovherrera
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