En el centro de la geometría política nacional, se encuentra el PRI desde hace más de ochenta años, según las corrientes de influencia dentro del partido y las demandas sociales del país y, del mundo se mueven en esa banda de la política mexicana. Ahora como resultado del deterioro del PAN en la presidencia, el PRI ve cercano su regreso a los pinos, por lo que, hace que los grupos internos estén enfrentados en una lucha fratricida entre ellos.
Si las versiones de que Moreira llega a la presidencia del partido por el total apoyo de Peña Nieto, se puede suponer que entonces una gran parte de las fuerzas del partido, estarán apoyándolo en su candidatura para el 2012 y con esto, Peña va en caballo de hacienda a la elección presidencial. Esto implica que también el apoyo está en gran mayoría de los diputados y algunos de los Gobernadores.
Por otro lado, esta Manlio Fabio Beltrones con el apoyo de la CNOP y otros sectores del partido, que como estrategia de posicionamiento han estado trabajando en construir desde el Senado las grandes reformas que México necesita, y que con propuestas y el apoyo de los sectores industriales y económicos del país, van a tratar de forzar a la otra parte del PRI, a ser los que rechacen las propuestas para mostrarse retrogradas y anticuados.
Esta situación hace que el centro de la geometría política nacional, entre en un gran conflicto y que en mi opinión es lo que está causando un gran desbarajuste en todo el escenario político. Primero, porque de alguna manera este pleito político hace que estos dos grupos traten primero de ensanchar el espacio que ocupan para quitar en cada uno de sus lados, la derecha y la izquierda, espacios a la oposición para minimizarlos, este pleito ha arrinconado al PAN en el poder y está destruyendo a la izquierda para pulverizarla.
Al mismo tiempo, los partidos de las extremas al verse afectados, no les quedó otro camino más que tratar de aliarse para contrarrestar el efecto, pero en sus grandes diferencias esenciales y con el poco entendimiento de las bases y los grandes intereses que no se están logrando cumplir las alianzas, están siendo insuficientes para poder establecerse en el poder.
Este choque de trenes entre los grupos del PRI, que además tienen a dos ex presidentes enfrentándose en esta batalla, está haciendo que cada uno de ellos trate de buscar las alianzas de grupos políticos, que les den fuerza para enfrentar el proceso del 2012, y bajo estos acuerdos salir por cualquiera de las estructuras partidarias que estén disponibles en el momento, y hasta podríamos ver con candidatos ciudadanos que caigan bien al elector.
Parte de este gran juego es la promoción de la destrucción del PRD, para hacer una purga de los grupos y definir si esa estructura podrá ser útil o no, además que de paso, ayuda a arrinconar a algunos enemigos políticos de ciertos grupos de la Ciudad de México.
Antes, cuando en el PRI estábamos acostumbrados a que el sistema definía las reglas para la siguiente elección; debemos de entender que eso sucedía cuando existía un partido hegemónico en el poder y, para evitar la destrucción se establecían las reglas. Hoy, desde que el PAN esta en el poder, no ha sido posible establecer las reglas, ya que ellos mismos son grandes jugadores para no perder la contienda, y es por esto que, estos pleitos entre los grupos internos de los partidos, vienen siendo de alguna u otra manera, un símil al establecimiento de las reglas para jugar la elección del 2012.
La pregunta que se mantiene en el aire, ¿es ésta la democracia que queremos, o la que necesitamos?, ya que lo único que está realmente pasando es que, por un lado, los agentes económicos están cayendo en enfrentamientos por los grandes contratos y licitaciones públicas, los grupos delincuenciales están siendo las armas para hacer fallar al Estado y, los partidos se están convirtiendo en las pieles de cordero que usan los lobos para buscar el voto, y con esto poder regresar al poder.
En medio el ciudadano viendo cómo se matan todos y como se destruyen las instituciones generando una impunidad, desigualdad y zozobra en la población.
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