El juego de cartas que la maestra Gordillo está jugando pegará directamente a la imagen del partido, mientras se corre el riesgo del pegarle también al candidato, Quadri. Sin embargo, al final de todo el único y gran perdedor en esto será, como siempre, el sistema educativo en México.
En
toda elección hay ganadores y perdedores. Para los sectores alrededor
de la política nacional, jugar con un candidato o con otro siempre es
una apuesta, de ahí que en México, por lo que sabemos, los grupos
siempre juegan con varios: uno, para no perder y dos, para no quedar
mal.
A principios del proceso de la elección presidencial, el Sindicado de maestros, el cual tiene un partido político y un candidato en plena campaña,
anunció que su gremio no estaba dispuesto a llevar a cabo la evaluación
a los maestros, misma que ya se tenía planeada para el próximo mes de
junio.
El
anuncio causó estupor en diferentes sectores sociales y la reacción no
se hizo esperar, asociaciones civiles ya están juntando firmas para
quejarse al Sindicato, más lo que se acumule. El candidato Quadri, del PANAL,
en una presentación ante estudiantes universitarios, afirma que está de
acuerdo con la evaluación, esta declaración suena contraria a lo que
dicen los dueños del partido, ¿incongruencia?
A
nivel imagen y en la población abierta, me quiero imaginar que la
noticia de la negativa del Sindicato ha causado mucha indignación
mientras que la posición de su candidato suena incongruente con la línea
de su partido, pero hay que entender que es netamente para minimizar el
riesgo y los daños, más ante un auditorio estudiantil.
Es importante analizar cuál es el escenario actual para poder entender lo que pudiera estar pasando. A la maestra Gordillo,
el PRI le rompió la alianza, la obligó a lanzar un candidato y a entrar
a una elección directa; también, debemos recordar que a raíz de este
rompimiento, la CNTE salió a la calle en diversas
manifestaciones que desquiciaron la ciudad, y que esta semana está
amenazando al Estado y Gobernador de Oaxaca con una paralización masiva,
por lo que hoy, en ese Estado, el Gobernador está llamando a un pacto
social para tratar de evitar el daño que este movimiento le puede volver
a causar a dicha entidad. Además, en este proceso la maestra Gordillo
se ha convertido en el chivo expiatorio de la elección, todos la atacan.
Días
atrás, la maestra Gordillo en una entrevista con Pepe Cárdenas, trataba
de explicar una vez más su posición y su historia ante la opinión
pública, pero en esta crisis estoy seguro que está jugando sus cartas
para posicionarse en el juego de los grupos de poder; el problema es que
a nivel imagen pública y ante los electores, no va a ser fácil salir
avante, el partido está quedando muy mal ante el elector y, aunque es
algo que no le importa mucho, cada día es más difícil lograr el registro
solamente con el voto duro de los maestros del sindicato. Recordemos
que en las elecciones pasadas, ganaron por muy poco margen.
Por lo que, paradójicamente, el daño colateral va ir directamente a la imagen del partido mientras se corre el riesgo del pegarle también al candidato.
Otro
daño colateral se le causa a los niños del país, a las escuelas y al
sistema educativo nacional, que sigue sin poder levantar la cabeza y, lo
más sorprendente, es que son los que más pierden, cuando uno de los
principales (y de mayor importancia) ejes de trabajo en las campañas, en
las propuesta y en los programas de gobierno de todos los candidatos,
es el cambiar la educación.
Es paradójica esta situación: al
final del sexenio y en plena campaña electoral, el daño colateral de
este proceso, entre otros tantos, va a ser padecido por la educación.
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