Durante las últimas semanas, hemos visto tremendo pleito público entre las dos grandes televisoras y el grupo más poderoso de México, Grupo Carso. El pleito de ambos es por la intención de tener mayor presencia y juego en el sector de las telecomunicaciones, en donde cada uno es líder y monopolio, en términos de competencia de mercado cada uno de ellos tiene dominancia de mercado, en los sectores de la televisión, la telefonía celular. En el fondo el pleito es por el cuádruple play, que la tecnología actual permite empaquetar telefonía fija, televisión, internet y telefonía celular.
Es una lucha de gigantes en donde las partes están invirtiendo sin ningún límite recursos en el juego de la opinión pública a la mexicana, y de alguna u otra manera estamos siendo espectadores de una campaña política entre privado; a ver quién gana a hacerse más daño y a ver quién hace quedar más mal al dominante de enfrente. Cual vil campaña de cualquier politiquillo, con más libertad, y muchos recursos están pagando por demostrar quién es peor.
No cabe duda que hay creatividad, basta ver todos los esfuerzos en los medios, unos utilizan a los medios electrónicos, de ahí viene su fuerza, anuncios y noticias electrónicas, toda una fuerza editorial lanzada a demostrar cómo se violan las leyes de México, mientras que los de enfrente utilizan los medios impresos para demostrar su poderío.
En medio, por un lado, los medios que están recibiendo los beneficios económicos de la inversión, felices me imagino, pero medio cooptados, por no tener tanta libertad en el tratamiento los contenidos editoriales, ya que corren el riesgo de que corten la inversión publicitaria. Por el otro, los consumidores, unos felices de poder externar sus quejas de un monopolio contra el otro, pero hartos, por ver dos graves problemas; el primero que no pasa nada, y que la lucha sin cuartel no soluciona el problema de los precios, ni de mayor competencia y, menos el de mayor calidad en servicios o programación. Y el segundo problema que vemos como espectadores, que en esta lucha de gigantes, nadie puede controlarla y, no hay resolución para ningún lado.
Lo más grave, y no estoy seguro si es la intención de alguno de los participantes en estos pleitos, es que el que verdaderamente está quedando mal ante todos, es la autoridad, y me refiero a todo el gobierno desde el Presidente de la República, el secretario del ramo, los de la COFETEL, los legisladores y todas las demás instancias, ante ojos de la ciudadanía, en material de telecomunicaciones y de comunicaciones, se ve que sí existe un estado fallido, ya que tres agentes económicos de la máxima envergadura en el país se están matando y nadie en el país es capaz de poner orden.
Esta situación también está causando una distorsión muy grave en la opinión pública, que aunado a los pleitos político-electorales y a la inseguridad, traen de cabeza a la sociedad en general.
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