Lo único continuo es
el cambio y lo más importante es aprender cómo manejar ese cambio. Para lograr
cambios radicales, como el del día de hoy, , el presidente requiere poder y
legitimidad.
Turín, Italia.- Estando en Europa, se puede percibir la verdadera situación que está
sucediendo por estas tierras y en todo el mundo; todos sabemos de las crisis,
pero hasta que no conocemos las historias reales, platicadas por las personas
que las sufren, no tenemos la verdadera dimensión. Aquí, en el Centro
Internacional de Entrenamiento de la Organización Mundial del Trabajo, se dan
cita ejecutivos, estudiantes y profesionales de Europa, África, Asia y Latinoamérica, éstos últimos, los menos. Esta variedad de países,
opiniones y experiencias ayuda a entender las diferentes ópticas y necesidades
del mundo. El enfoque del curso al que asisto es aprender a manejar el cambio
en las organizaciones, tanto públicas como privadas.
Y cuando hablamos de cambio, se vienen a la
cabeza muchas ideas, el cambio de las instituciones, el de las empresas y hasta
el de los gobiernos. Todo es cambio y es la única constante, el mundo se
encuentra en medio de un gran cambio y pocos se están dando cuenta. Aquí, en
Italia, se vive una situación dual por una parte, por el efecto en las
elecciones, hay desesperación ya que no hay coalición ganadora aún, y se habla
de un gobierno de pocos meses para volver a realizar elecciones, nadie sabe lo
que va a pasar o si regresa Berlusconi al poder, hay desesperanza. Por la otra
parte, mal o bien en su territorio está el Vaticano,
así que la moral de los italianos también está en juego, por todo lo que está
pasando en la Iglesia Católica.
Qué decir de los griegos, españoles, los
mismos Italianos, los franceses e ingleses, con sus economías derrumbadas, los jóvenes sin encontrar
trabajo y sin un futuro claro; no se siente a Europa con esa economía boyante, todo pasa en cámara lenta, hay
mucha preocupación.
El mundo está en medio de un gran cambio y,
hoy, me despierto con la gran noticia de que la maestra Elba Esther Gordillo
está en la cárcel, lo que trae a la mesa un sinfín de asuntos que analizar; se
va a terminar la tinta, el papel, los bytes y los bits, de todo lo que se va a
escribir al respecto y de todas sus interpretaciones. Una ventaja de estar de
este lado del mundo, despierto a la hora que duermen los mexicanos, es que en
horas calmadas ve uno las tantas cosas que se dicen y lo que en algunas horas
se dirá sobre el tema.
Importante es el hecho de que digan lo que digan,
el gobierno de Peña Nieto está
actuando y con mano firme. Nadie pensó que se pudiera tomar esta decisión; el
hecho que hace algunos días la lideresa no estuviera presente en la firma de la
Reforma Educativa, ya mandaba un
mensaje muy claro. Si el Sindicato
es importante, no lo es todo y aquí sale a relucir el hecho que para los
gobiernos del PAN representaba todo
y hasta un poco más, ya que, para decirlo con todas sus palabras, sí se había
convertido en un contrapeso en contra de la mentalidad de derecha en la
educación, asunto no menor, ya que el PAN
giró mucho a la derecha en la política educativa. Ahora, el PRI da un balance y un gran golpe de
timón.
También se caen las mentiras repetidas por
parte de la izquierda sobre los acuerdos con el SNTE, no eran sostenibles, pero
se usaron en campaña; ahora aquellas declaraciones quedan como siempre lo
fueron, una clara mentira. Hoy, la izquierda se está quedando sin argumentos,
ya no está el PAN en el gobierno,
tiene enfrente a un PRI con todo un despliegue de poder y usándolo al máximo,
como queda demostrado con este acto de autoridad.
Por otra parte, tenemos el asunto del uso del
poder para lograr legitimidad; hay que entender que una cosa es un acto de
poder, que es lo que acaba de hacer Peña
Nieto, y otra cosa es la legitimidad, la cual no necesita ya que la mayoría
de los votos se la otorgó, la duda es sólo para algunos de izquierda, los
perdedores, quienes siguen quedándose sin argumentos. La legitimidad es un
asunto de comunicación; el poder es para usarse y poner a los enemigos en su
lugar.
Ante este movimiento político del Presidente Peña Nieto, habrá que ver si
Napoleón Gómez Urrutia, el de los
mineros, tiene algo que decir o si Romero
de Champs tiene algo en contra de la reforma energética.
Es una perfecta jugada de billar: con un solo
tiro, el gobierno se quita de encima la presión de los maestros y los pone en
regla, manda un aviso al sindicato petrolero, por si quiere tomar un camino en
contra de la reforma energética y, por otro lado, deja muy claro que no importa
en qué sector esté lo que daña a México,
si del PRI o de otro lado. ¿Seguirá
algún otro rojo, o azul o amarillo? El procurador dijo que habrá otros casos.
Desde Turín,
sólo puedo ver que lo único continuo es el cambio y lo más importante es
aprender cómo manejar ese cambio.
Analista Político
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