El chivo Expiatorio
Es verdaderamente penoso y
denigrante el espectáculo que presentan los políticos al presentar las pruebas
fehacientes (según ellos) de la compra del voto, no queda otra cosa que pensar
que estamos ante personas que no son serias y que no tienen la altura de miras
que se necesita para ser estadista y presidente de este país.
Nuestro sistema electoral va de mal en peor; ahora,
los políticos no cansados de rebajar el pleito postelectoral al nivel de una
exposición publicitaria en el Zócalo
de la ciudad de México, deciden llevarlo
al nivel de la presentación de animales, mismos que supuestamente fueron
regalados en la pasada elección. Es verdaderamente penoso y denigrante para los
que hicieron las presentaciones, el espectáculo del conteo de los animales por
parte de un notario público para demostrar ante la nación, los artículos que
son (según ellos) pruebas fehacientes de la compra del voto.
Esta acción ha sido severamente criticada por la
opinión pública y tomada a chunga por la población en general. Hoy, se pueden
leer titulares en toda la nación como: “El
arca de Noe”, “La granja”, “Democracia de mercado” y un sin número
más de adjetivos al respecto de las pruebas que intenta este partido presentar
para demostrar la compra del voto.
Ha sido muy tortuoso este proceso, ya que la opinión
pública ha visto que todas las pruebas presentadas han demeritado la seriedad
de la impugnación, del proceso, del partido y de sus mismos integrantes, quienes
no se han dado cuenta que ahora con lo del
ya famoso chivo berreando en
la conferencia de prensa, fue el colmo de burla para los presentes, la
audiencia y todo el país.
Ayer, un amigo resumió en una frase que considero
resume lo que una gran parte de los ciudadanos están pensando de todo este
proceso: “esta impugnación es una burla, ya no es serio lo que están haciendo”
y, en efecto, el ver al ex candidato y sus asesores en medio de una conferencia
de prensa muy trajeados y serios, con el ruido de los animales de granja, no
pudo haber más que generado estallamientos de risa generalizada. Si sumamos la
imagen de otra de las pasadas conferencias de prensa en dónde se presentaron sentados
en un puesto lleno de tarjetas de Soriana,
no queda otra cosa que pensar que estamos ante personas que no son serias, que
están desesperados, que no toman en serio su posición y que no tienen la altura
de miras que se necesita para ser estadista y presidente de este país.
Y hablando del pobre chivo, pues ahora nada más nos faltaría que nos dijeran que es el
verdadero chivo expiatorio, aquel,
que en el viejo rito del Antiguo
Testamento es enviado al desierto cargando con todas las culpas e iniquidades
del pueblo, y que, pensándolo bien, a lo mejor, ante la negativa del tribunal
para invalidar la elección bien podrían echar la culpa de todas las inequidades
electorales, enviarlo al matadero y, entonces, asumir las
posiciones ganadas en la pasada elección y así, seguir su camino.
Habrá que ver, ya después de la instalación del Congreso, cuál es la posición de los
perredistas ya con puestos, fuero y en sus sillas de legisladores ante la
decisión del Tribunal, el cual ya
habrá analizado hasta el ADN de los
pobres animales, incluido el chivo,
para saber si es el famoso Chivo
Expiatorio de la elección del 2012 en México.
Consultor y analista político
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