Acaba de llevarse a cabo la 15ª Conferencia Internacional de Investigación sobre Relaciones Públicas en la ciudad de Miami, Florida. Durante tres días, investigadores, profesores, alumnos de maestrías y doctorados, así como practicantes de las Relaciones Públicas de 15 diferentes países, estuvimos reunidos para escuchar las diferentes investigaciones realizadas durante el año pasado, haciendo un total de 108 trabajos los que fueron revisados durante estos tres días.
Todo tipo de temas fueron presentados, pero las redes sociales se llevaron este Congreso: el 38% de las investigaciones tuvieron que ver con esta cuestión, mientras que el siguiente tópico en importancia fue el de las investigaciones que involucraron el tema de crisis con un 18%; de ahí, ocho investigaciones fueron sobre evaluación y medición de las Relaciones Públicas, y nueve sobre responsabilidad social y el resto hablaban sobre temas variados. Cosa curiosa es el boom de las Relaciones Públicas en los mercados asiáticos, se presentaron ocho ponencias realizadas por investigadores asiáticos.
No cabe duda que el fenómeno que más ha cambiado la vida de los publirrelacionistas es el nacimiento y desarrollo de las redes sociales; la mayoría de los trabajos sobre este tema tratan de descifrar el gran misterio del uso de esta herramienta para el proceso de comunicación entre corporaciones y la sociedad. Hoy, hablar de opinión pública sin hablar de redes sociales es algo imposible.
De hecho, el fenómeno de las redes sociales ha significado un “renacimiento o redimensionamiento” de la actividad; el efecto es de tal magnitud que ha generado entre la comunidad de publirrelacionistas un efecto reenergizador para la profesión: en todo el mundo su ejercicio va a la alza, su crecimiento en los mercados orientales de Europa y Asia, ha sido muy dinámico en estos últimos años. Hoy, la materia en el mercado Chino es todo un fenómeno, a pesar de las restricciones en el mercado de internet.
Esta situación me hace pensar que el quehacer de las Relaciones Públicas se encuentra en un momento de gran importancia, ya que, por una parte, venimos arrastrando a una generación que ha luchado durante años para que a la profesión se le dé la importancia debida y, por el otro lado, tenemos ya en las nuevas generaciones un entendimiento establecido de la misma como una materia de vital importancia para el mundo de los negocios y un dinámico generador de su desarrollo total, sin ninguna de las viejas trabas contra las que se lucharon durante años y en donde el pleito básico fue contra los medios de comunicación tradicional.
Hoy, esos medios tradicionales también se encuentran en una lucha por su supervivencia ante las grandes audiencias que les arrebataron el control de la opinión pública y que, sin avisarles, se metieron por la puerta trasera de la tecnología y se adueñaron del control; hoy las noticias salen de la sociedad y son tomadas de las redes sociales, creando un fenómeno tangencial a los medios de comunicación. Es más, hoy hasta celebran haber perdido el control.
Es momento de que esa vieja escuela de publirrelacionista deje de sufrir un mundo que ya no existe, donde se gastaba más tiempo explicando a qué se dedicaba la profesión, que a realmente lograr objetivos en las empresas. Hoy ya no hay duda, teorías tan importantes como el manejo de asuntos y el manejo de expectativas sociales son los nuevos temas en la agenda de los CEO´s, las empresas y los publirrelacionistas, las cuales, además, demuestran por sí mismas lo importante y necesario de la profesión.
Para efectos prácticos, ya no hay duda en el mundo ni de la importancia ni de la efectividad de la profesión. Debemos de dar vuelta a la hoja y dejar atrás hasta la eterna duda existencial del debate del nombre de Relaciones Públicas, la misma especialización le irá dando la respectiva dimensión de la función y el alcance del objetivo que se defina ante las nuevas circunstancias, ya que, como en toda profesión madura, simple y sencillamente cuenta con profesionistas de todo tipo.
Consultor
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