Hoy se inauguró
el Laboratorio Político de la AMAI, como bien lo dice el nombre, fue un buen laboratorio
sobre política al que asistieron, por diferencia de horas, los tres principales
candidatos a la Presidencia de la República: Josefina Vazquez Mota, Enrique
Peña Nieto y Andres Manuel López
Obrador. Ahí estuvieron para hablar sobre los beneficios de la
investigación de mercados y de cómo sirven en gran parte a la estrategia de una
campaña electoral.
La primera en
llegar fue Josefina, demostró gran soltura y un buen dominio del escenario,
sorteó bien el tema de la veda electoral y soltó una propuesta que no se le
conocía y puede considerarse una primicia: propone un esquema de coaliciones en
caso de llegar a la Presidencia, una gran coalición entre partidos y sociedad para
lograr lo que no se ha podido hasta ahora, curioso el asunto, ya que el
contrario interno del candidato del PRI, el Senador Beltrones es quien también lo propone y Peña Nieto no lo ha
tomado como parte de su campaña. Es un buen tema para iniciar el proceso
electoral y puede poner en aprietos al candidato priista.
Después llegó
Peña Nieto, instalado bajo toda la
ortodoxia detrás del pódium, firme, con un discurso preparado y tratando de
improvisar algunas partes. El problema que tiene Peña Nieto es que como viene
de ser Gobernador, no se le quita esa costumbre y bajo ésta óptica se le quita
un poco la frescura de un candidato. Le cuesta mucho trabajo improvisar, y si
se sale del script se siente a disgusto, se nota a leguas.
Al final de su
alocución me vino a la mente que la gran diferencia entre Josefina Vazquez y Peña Nieto, es que, la primera se
conecta con la audiencia y al segundo lo conectan con la audiencia, esto puede
ser una pequeñez pero pudiera impactar en ciertos auditorios ya estando en
campaña.
Finalmente llego
AMLO, con toda su intención de ser amoroso, pero qué creen, su credibilidad
está en entredicho. Primero hizo una declaración para establecer que no está
peleado con las encuestas, después, dejó la duda de que el problema está en
quién y cómo las usan (cucharean) en su contra, como siempre amenazó que no iba
a decir más y rompiendo la veda electoral, a la cual ni siquiera se refirió,
lanzo su programa de gobierno de diez puntos más uno, por si llega a la
Presidencia. En ese momento el tono el discurso se convirtió en una evocación a
los viejos Presidentes del PRI cuando daban su informe Presidencial, datos,
cifras, números y propuestas que suenan bien, pero que por la naturaleza de
quien lo dice, se oyen lejanas, en posibilidad y en tiempo; como contra
discurso promesas de no atacar ni perseguir a nadie y, al final, para rematar y
en donde el asunto se puso peor, lanzó su decálogo de principios éticos, que
suenan más lejanos que sus propias propuestas y que, además, es como escuchar a
un predicador que en el fondo sabemos que dice el discurso pero que de ninguna
manera va a cumplirlo.
Los demás paneles
fueron de excelente calidad, con especialistas y con información muy valiosa
para empezar las campañas, felicidades a la AMAI, a Gabriela de la Riva y a Francisco
Abundis, líderes de la asociación por su excelente organización.
Después de
oír toda la información de la industria
y de ver a los tres principales candidatos, confirmo mi veredicto: antes del
inicio de las campañas, no hay nada para nadie, lo único que me queda claro es
que AMLO y Peña Nieto, son lo que tienen el mayor número de negativos en su
contra y Josefina tiene todo por ganar, sobre todo por el asunto de género.
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