No cabe duda que el capitalismo como sistema económico está
en una profunda crisis mundial. Hemos visto como en diferentes países este
modelo económico ha generado severas crisis, estancamientos económicos,
inequidad y hasta pobreza extrema, cosas que ya vemos hasta en Estados Unidos
mismo.
Pero estas situaciones no viajan solas, no es sólo el problema
del modelo económico, también tiene
mucho que ver con el sistema político involucrado. En nuestro modelo
institucional creado a raíz de la postguerra, el sistema Bretton Woods le
vendió al mundo un sistema económico y político que tiene mucho parecido en mi
óptica con aquella vieja golosina conocida como twinky- wonder, la cual consta
de dos pastelillos de un sabor determinado, juntos en una bolsita, en esta
reflexión un pastelillo correspondería al sistema económico: el capitalismo, y
el segundo pastelillo sería el sistema político: la democracia. Así se ha
aplicado la receta en muchos países del mundo, pero los resultados a más de 70
años de su instalación, no han sido los mismos y hoy sus efectos son muy
dispares.
Y podemos analizar diferentes casos rápidamente. Venezuela es
una supuesta democracia, con tintes comunistas y un modelo económico de Estado,
el resultado es un desastre; Estados
Unidos mismo no ha logrado establecer un crecimiento continuo; Europa en
general está económicamente detenida, hoy Alemania sufre de la mayor huelga
aérea en su principal aerolínea aérea, la cual algunos expertos pronostican que
es la huelga que más daño hará a la industria aérea mundial. Y así podemos
seguir con más ejemplos en diferentes continentes. Los últimos acontecimientos
de actos terroristas en París independientemente del horror causado, también
tendrán un efecto económico que puede ser devastador a los, ya de por sí,
débiles procesos económicos mundiales.
Al mismo tiempo tenemos casos como Rusia, Corea del Sur y
China en donde se han combinado una serie de factores distintos en regímenes
políticos diferentes; hoy los adinerados de Rusia y China se mueven por el
mundo comprando de todo, y en el caso de China basta ver que el pasado 11 de
noviembre se llevó a la cabo el día del soltero, una venta vía online
equivalente al Black Friday de Estados Unidos y que según los últimos números
se reportan ventas por 14 billones de dólares, es la venta online más grande del
planeta, y la comunidad china es la más grande del mundo, además es el país de mayor crecimiento
económico sostenido.
En el caso de China su modelo político es un modelo comunista
que se ha transformado en los últimos años y que ha permitido muchas "libertades"
y que aunado a un modelo semicapitalista controlado ha generado un gran
crecimiento económico y riqueza para su gente. ¿Será que esa famosa receta de los dos
pastelillos juntos de un solo sabor ya no es aplicable para el mundo?
Estando en días
pasados de visita por primera vez en China, en la ciudad de Beijing, y teniendo
mi teléfono un sistema android, viví la experiencia de que ninguna aplicación
de Google servía. Es curioso ver todo lo que nuestra vida depende ahora de este
tipo de aplicaciones. Por otra parte, me encontré un sinnúmero de restaurantes
McDonald´s en la ciudad, lo que me hizo
recordar que en un tiempo el precio de las hamburguesas de esta marca se
convirtió en un indicador económico mundial, que se convirtió en una referencia
sobre la inflación en los países; al mismo tiempo, un día antes de salir, leí
la noticia de que Google estaba en platicas con el gobierno chino para regresar
al mercado, bajo dos premisas, una, que Google
quiere colaboración no confrontación, y dos, al ser China el mercado on-line más
grande del mundo no pueden no estar ahí. Todo esto me hizo pensar y me dio la
idea de que a lo mejor hoy la presencia de Google en países se pueda convertir
en un indicador de democracia, así como lo fue el de McDonald’s para asuntos económicos.
Esto puede ser que de acuerdo con el nivel de servicios que
el país acepte de Google, entendiendo el mayor número las aplicaciones y
servicios, como la libertad total y por ende una democracia total, y de ahí
para abajo, hasta llegar a países en donde no se permita el acceso, lo que significaría
nula democracia o inexistencia de libertad.
En el caso de China, habría que esperar en que queda la nueva
situación y en qué se convierte en un caso para analizar. ¿Será que de manera
inversa se podría aplicar a este país asiático lo que Mario Vargas Llosa dijo
de México alguna vez sobre la dictadura perfecta, será que China se perfila
como una democracia perfecta del futuro?
El mundo se encuentra en una gran dilema, por una parte el
sistema capitalista está en crisis, la
democratización de las cosas y los modelos digitales han roto con su balance
natural y hoy el sistema económico está pasando sus peores momentos, así mismo
el sistema democrático, por lo que tenemos una crisis en una bolsita de
pastelillos, ¿qué será lo que sigue?
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