Oficialmente podemos
decir que lo único permanente en estos tiempos son las crisis y no hablamos
solamente de México, el mundo está en una severa crisis de la cual no estoy
seguro que nos estemos dando cuenta: sólo basta dar una vuelta por las
noticias, después del anuncio de que hay agua en Marte, lo cual ya el mundo
asimilo. Vemos que los rusos bombardean más de doscientos puntos de guerrilla
en Siria del estado Islámico, ¿son a favor o en contra del actual régimen?,
nadie lo sabe; por otra parte los estadounidenses también bombardean Siria y
tampoco nadie sabe a qué le están apuntando. En Europa siguen con los problemas
de los asilados Sirios y se empiezan a ver acciones xenofóbicas en su contra,
ya se habla de riesgos de empleo, incendios de refugios y el tema no se
resuelve.
Por otra parte, la
discusión sobre el uso de la marihuana se está generalizando en varios países,
a este respecto lo que vemos es una mezcla de lo que pasó en la época de la
guerra del opio y la prohibición del alcohol en los Estados Unidos. Y en otro
contexto tenemos una gran negociación del acuerdo del TPP.
Para acabarla de
amolar, el día de ayer, la Organización Mundial de la Salud anunció que la
carne y los embutidos son proclives a producir cáncer en el cuerpo humano y se
desata la locura en todo el mundo, aquí en México ya los carniceros se empiezan
a poner en contra de las empresas de embutidos diciendo que ellos no, los de
enfrente sí; se pueden ver notas en los medios de comunicación llevando al
extremo las comparaciones de un dilema sobre si fumar o comerse una carne genera
una muerte segura.
Mientras,
localmente, acabamos de pasar una terrible amenaza del primer huracán más
peligroso del Pacífico (lo del primero es una acotación mía, porque con aquello
del cambio climático es seguro que
partir de ahora así serán los huracanes y habrá que cambiar la escala
que los mide), un monstruoso fenómeno natural que por suerte terminó bajando su
intensidad al estrellarse con la Sierra Madre, no obstante las buenas noticias,
hubieron voces que quisieron decir que todo era una mentira. Para los desinformados,
después del sismo del 85, México se ha vuelto un referente en cuestiones de
protección civil y es reconocido no sólo en toda América Latina sino en todo el
mundo. Por primera vez nos sale bastante bien las cosas, después de las
anteriores experiencias y todavía hay gente que se queja.
Y a manera más
local, tenemos el caso de acoso por parte de un conductor de Televisa de
Chihuahua contra su compañera que entre broma y broma la ofende frente a las
cámaras y ella se sale de cuadro muy molesta, para después grabar un video
diciendo que no había pasado nada, para posteriormente ser corridos los dos de
la televisora y para terminar la conductora aceptando que la forzaron a
declarar que nada había pasado. Y así podríamos seguir con ejemplos.
¿Cuál es la constante
en estos casos?, que son situaciones que no estaban planeadas, lo que se
reconoce como una crisis y que los involucrados trataron de resolver la
situación al ahí se va, sin ninguna preparación, ni un objetivo y ahora, con la
rapidez de la información y la viralidad de las redes sociales, no sólo se
agravo el problema si no que además quedan mal públicamente por las malas
decisiones tomadas.
Las empresas,
desafortunadamente, siguen cayendo en los eternos problemas cuando enfrentan
una crisis: no quieren reconocer que están involucrados, toman decisiones que
vulneran el interés de sus empleados y de la sociedad, tratan de ocultar los
hechos o de echar culpa a algún externo. Hoy, gracias a la tecnología y la
viralidad de las redes sociales, es imposible detener que todo el mundo se
entere.
El pecado más grande
de las crisis sigue siendo enfrentarlas sin estar preparado, creyendo que
cualquiera internamente puede tomar decisiones y que es muy fácil manejar estas
situaciones ante los medios de comunicación.
Hay crisis en el
mundo, el planeta se está transformando, la humanidad está cambiando valores y
formas de actuar y ver las cosas, pareciera que estamos en una tercera
revolución industrial y nadie se da cuenta, lo único seguro es que las crisis
serán más continuas, mas grandes y más complicadas, por lo que hay que estar
más preparados que nunca; busque especialistas que los ayuden a lidiar con
ellas, hoy la reputación de cualquier persona o empresa se puede ir a la
cañería en menos que canta un gallo.
Pero en el fondo lo
que debemos de entender como mexicanos y como humanos de este planeta y en
estos tiempos es que las crisis hoy más allá de algo inesperado, nos están
avisando que algo tenemos que cambiar y transformar en nuestras operaciones,
ante crisis permanentes el cambio es lo único que nos va a salvar.
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