Estamos entrando en un nuevo ciclo y aquel político que no se
modernice, seguirá quedándose en el ostracismo.
Un noticia que no pasó desapercibida al principio
de esta semana fue el fallecimiento de Joaquín
Hernandez “La Quina”, ex líder
petrolero, que, en los 80´, detentaba un gran poder dentro de la empresa más
grande y poderosa de México;
empoderado por el avance de nuestra industria petrolera, construyó un gran
liderazgo.
De su época es cuando nace el gran poder del
sindicato. Cuentan las historias urbanas que traficaba con armas, que tenía
grupos de choque, que amenazaba Presidentes y un sinnúmero de otras tantas y
más aventuras que lo único que reflejaban eran dos cosas: el poderío económico
de Pemex como empresa y el poder
político que se desarrolló a través de los liderazgos sindicales. No olvidemos
que en la Presidencia de Salinas
casualmente se dieron las dos grandes caídas de los líderes sindicales más
fuertes y complicados que ha tenido México
en la época de los 80´s, La Quina en
Pemex, y Jongitud en el SNTE.
Hace poco todavía, en las últimas entrevistas que
le hicieran a La Quina, aún seguía
amenazado a Carlos Salinas por su caída del liderazgo del Sindicato de Pemex. Qué lejos está hoy Pemex de aquella bonanza de antaño y
del líder en turno de ese poder político que generaba el sector; cabe mencionar
que sigue habiendo un poder económico del líder actual, ya que el sindicado ha
seguido manteniendo sus prebendas y de todos es conocida la capacidad económica
de él y sus hijos, pero el poder político se ha ido minando.
No cabe duda que con la muerte de La Quina entramos definitivamente en un
nuevo ciclo, se van acabando los viejos políticos y, con ellos, las viejas
ideas que fueron vigentes durante los años 70´s y los 90´s, pero, a más de 20
años, esas prácticas y costumbres de la política, digamos imperial y
plenipotenciaria de México, ya
pasaron a mejor vida.
Hoy, los políticos viejos tienen que remojar sus
barbas, como dice el dicho popular, porque el mundo es un lugar muy distinto al
de aquellas viejas glorias y aquellas prácticas no van a volver. Si queremos
seguir impulsando las viejas maneras, el país se seguirá rezagando y todos los
demás avanzarán más rápido que nosotros, la desigualdad en el país seguirá creciendo,
así como la pobreza.
No queda de otra, estamos entrando en un nuevo
ciclo y aquel político que no se modernice, seguirá
quedándose en el ostracismo.
Consultor y Analista Político
Twitter: www.twitter.com/@Marcovherrera
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