Ésta
es una elección de resultados locales, pero lo más significativo es que es la
primera elección después de la presidencial del año pasado y es en donde se
conocerán ciertas tendencias para elecciones futuras.
Hoy
cierran las campañas electorales en 14 estados del país. En una semana más
tendremos el resultado de la primera elección de este sexenio. La elección más
importante es la del gobernador de Baja California,
en donde además de jugarse la candidatura, podríamos decir que se está jugando,
de alguna u otra manera, el futuro del PAN.
Ésta es
una elección de resultados locales, en donde cambian presidentes municipales y
algunos congresos, pero lo más significativo es que es la primera elección
después de la presidencial del año pasado y es en donde se conocerán ciertas
tendencias para elecciones futuras. Es una elección que medirá dos cosas a
nivel general: el ánimo de los electores ante los partidos políticos en general
y el impacto de la nueva alternancia presidencial.
Cada
partido, a su vez, tiene una importante prueba con esta elección: el PAN medirá el verdadero impacto de
haber perdido la presidencia y, también, el daño que le ha causado los últimos
escándalos entre senadores y la dirigencia del partido, así como el dilema de
la alianza vs. la selección de candidatos. El PRD medirá si hay pérdida de militantes con la formación del nuevo
partido Morena y, también, el éxito de las alianzas. Por su parte, el PRI medirá si su maquinaria electoral
ya quedó bien aceitada y si logró conformar de nuevo su famosa aplanadora
electoral; además, se medirá si hay un impacto por los primeros seis meses de
la administración de Peña Nieto.
El país
en general y el sistema político, también medirán el impacto de la actuación de
los políticos durante estos seis meses; podríamos decir que es la primer
elección sin dinero federal ya que, por diferentes razones, no fluyó el recurso
de los programas de infraestructura y, de alguna manera, las quejas planteadas
en el Pacto por México por el PAN y el PRD detuvieron, también, una parte de los recursos de los programas
sociales. Estamos a una semana de saber cómo una elección intermedia (sin
votación de Gobernadores (sólo uno), Presidente, Diputados Federales o
Senadores) se va a comportar. Los esfuerzos mediáticos no ocuparon la atención
nacional y todo quedó en ámbitos locales; ya veremos los resultados.
Otro
aspecto que va a ser interesante analizar es que, al ser elecciones locales,
pudimos ver quejas en contra de todos los partidos, vimos el reparto de
despensas, el manejo de dineros locales por parte de todos los partidos y
quejas de todos contra todos. Además, puede haber un efecto social curioso: no
habrá un gran movimiento para decir que un solo partido fue el gran fraudulento
en la elección porque es muy seguro que todos los partidos, en los catorce
estados, se acusen de todo tipo de chapucerías electorales. Esto generará un
resultado positivo que, aunque usted no lo crea, pueda llevarnos a mejorar los
procesos electorales. Este escenario se dará cuando empiecen a denunciar a los
diferentes candidatos generando la posibilidad de que se cancelen algunos
procesos o se invaliden cierto número de candidaturas; lo interesante de esto
es que entraremos en un mejor ámbito legal y, con suerte, los partidos y
candidatos entiendan que si siguen haciendo campañas fuera de la ley, no
importa que ganen la elección, en procedimientos legales posteriores perderán
la elección. Esto va a ir siendo sano para nuestra democracia.
Si esto
llegara a pasar, los tribunales electorales quedarán también a prueba al tener
que manejar una gran cantidad de procesos judiciales y probar tanto su eficacia
como si estamos verdaderamente en un estado de derecho.
Considero
que esta elección, que se considera de dimensiones pequeñas porque no es en
todos los estados, verdaderamente pone a prueba a todo el sistema político; ya
veremos en qué termina.
Ahora
bien, también habrá que analizar el saldo electoral, pero sin tomar en cuenta
quien gane o quien pierda; habrá que ver el acomodo de los grupos de poder
dentro de cada partido y los ajustes que estos mismos harán con el desempeño de
sus bancadas, la reanudación del Pacto, pero, sobre todo, las grandes discusiones
por la reformas más complejas que vienen en camino, la energética y la
hacendaria.
Técnicamente,
ya se debieron de acabar las grandes negociaciones para estas reformas, sólo
habría que ajustar ciertas cosas muy importantes y, también, habría que esperar
que, después de las elecciones, se inyecten los recursos de los programas
sociales y de los programas de infraestructura para que la economía retome su
rumbo en un nuevo camino con un nuevo balance electoral en los dos niveles de
gobierno, el municipal y la mitad del estatal, que, a fin de cuentas, serán los
que se beneficiarán con los dineros del presupuesto.
Consultor
Twitter: www.twitter.com/@Marcovherrera
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