Al revisar los nombres del equipo de transición de peña Nieto, hay
dos cosas evidentes: es un equipo fresco y tiene ancho de banda en el espectro
político nacional.
El
Presidente Electo, Peña Nieto, dio a conocer su equipo de
transición. A través de esta acción y en conjunto con las que está haciendo el Presidente Calderón por su parte,
empieza a mandar señales muy claras al sistema político de México.
Primero, hay orden y coordinación absoluta en
la transición, se da a conocer el equipo y un día después se llevan a cabo
reuniones entre los equipos en los Pinos;
segundo, estoy seguro que todas las acciones que se enuncien a partir de este
proceso, en ambos bandos, está pactado, medido y bien coordinado; tercero, la
comunicación a la ciudadanía es una prioridad y la van a estar cuidando en
todas las formas posibles; de hecho, es curioso que nombren a un Director de Comunicación Social y, por
separado, a un Vocero de la Presidencia; cuarto, sigue la lucha
contra la delincuencia, esto lo demuestra el anuncio de la captura del hermano
de Osiel Cárdenas, inmediatamente
después del anuncio de Peña Nieto; quinto, se van a seguir los
procesos legales en contra quien se los merezca, es el caso de la liberación de
la orden de aprehensión en contra de Tomas
Yarrington; y, sexto, en el equipo de transición y en el futuro gabinete
hay pluralidad, no cabe duda.
Queda
claro, al revisar los nombres del equipo de transición y escuchar la aclaración
de Peña, de que estos funcionarios
no necesariamente serían los secretarios del gabinete, aunque, en su mayoría,
estos personajes pueden ser o los coordinadores del sector o los oficiales
mayores de las dependencias, pero hay dos cosas evidentes: es un equipo fresco
y tiene ancho de banda.
Y
cuando me refiero al concepto de ancho de banda, significa que,
tradicionalmente, en el sistema político mexicano, los partidos cuando toman el
poder reafirman su posición geométrica de ser de izquierda a derecha; en esta
primera acción, el mensaje pareciera ser que, en este gobierno, no se define
una posición o movimiento hacia alguno de los extremos tradicionales. Lo que
pareciera querer mandar como mensaje es que es un partido de centro, pero que
estaría ampliando sus extremos de igual manera para la izquierda que para la
derecha.
Esto
lo demuestra muy claramente al nombrar a Rosario
Robles como una de sus Vicecoordinadoras y, sobre todo, que será la que
estará a cargo de la política social. Este nombramiento tiene a su vez un doble
mensaje, es una funcionaria tradicional de izquierda y está aprovechando su
experiencia y conocimiento para que en un momento dado pueda ser una
interlocutora con izquierdistas progresistas. Sin embargo, hay que tomar en
cuenta que es enemiga de AMLO, por
la persecución que le hiciera éste después de que salió del Gobierno de la
Ciudad y del PRD.
Tenemos
a otros funcionarios que también están ligados con otros grupos políticos, sólo
hay que revisar los nombres que indican que está teniendo lazos y está siendo
incluyente con diferentes grupos de poder del país. Un ejemplo es el rescate de
Roberto Campa, ampliamente conocido
por ser muy cercano de la Maestra
Gordillo. Otro factor importante de este equipo es la combinación de
juventud con experiencia: ahí tenemos el caso de Emilio Lozoya, nombrado Vicecoordinador y que su especialidad se
encuentra en los asuntos internacionales. Cuando un equipo esta incluyendo a
talentos de diferentes grupos, lo que quiere demostrar es que está balanceando
ambos lados y eso le da el concepto de que su gobierno lo va a posicionar en el
centro de la geometría política con una posición muy ancha hacia ambos lados,
con el fin de estar bien centrado con brazos hacia la derecha y hacia la
izquierda.
Es
seguro que Peña Nieto buscará,
también, que cada una de las acciones que ejecute durante la transición,
construyan un mensaje implícito y claro de la legitimidad de su gobierno, esto
con el fin de evitar el tener que tomar acciones espectaculares que, por un
lado le puedan ser reprochadas como actos de poder excesivo y, por el otro, que
puedan causar cualquier acercamiento con la vieja imagen dinosáurica del PRI.
Si
Peña Nieto, de esa manera fácil y
sin sobresaltos, logra construir su legitimidad, es muy probable que los pobres
arranques de berrinche que hemos visto por parte de algunos diputados de la
oposición vayan demostrando el ostracismo y lo retrograda de su mentalidad
política y que, poco a poco, estor grupos vayan quedando relegados de los
acuerdos parlamentarios. ¿O será que simple y sencillamente están encareciendo
su voto? En cualquiera de los dos casos, al final de cuentas demuestran que su
única intención para llegar a la actual legislatura era satisfacer una ambición
económica y de poder.
Consultor
Twitter: www.twitter.com/@Marcovherrera
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