Como aire
fresco para un panorama electoral que se sentía viciado, aparecen
organizaciones ciudadanas y empresariales que piden respeto a los
resultados que se generen. Con esto queda claro que la ciudadanía estará
al pendiente y no permitirá ninguna acción política que vaya en contra
de la sociedad misma.
A
dos semanas de la votación, entramos en la fase final de la campaña
electoral. Desafortunadamente, siguen las amenazas previas de fraude y
considero que faltarán todavía más ataques entre candidatos. También,
hemos visto que en el movimiento estudiantil empiezan a haber
filtraciones y problemas entre sus integrantes, el debate entre
candidatos será el evento más llamativo de la semana y, sobre todo, con
la ausencia de Peña Nieto.
Como
un aire fresco de conciencia ciudadana, aparecen organizaciones
empresariales y de ciudadanos que piden a los candidatos, partidos
políticos, autoridades electorales y medios de comunicación, respeto a
las reglas, al proceso y a los resultados que se generen. Esto cambia el
panorama electoral, ya que no sólo son los partidos los que cuidarán las elecciones
para proteger sus intereses y, al final del día, usar esa información
políticamente en el juego de la competencia electoral; la ciudadanía
organizada está pendiente del proceso y se pretende no permitir ninguna
acción política que vaya en contra de la misma sociedad.
Estas
acciones ciudadanas implican un gran crecimiento de nuestra democracia;
hoy no sabemos cuál será el resultado final de los comicios, pero los
ciudadanos no queremos escándalos, ni cierres de calles, ni berrinches
políticos por no haber ganado la elección. Esto es un gran avance.
En las pasadas elecciones,
las izquierdas nos tomaron por sorpresa y, primero, fomentaron
enfrentamientos y polarización previos a la jornada electoral; ahora, a
pesar de los escándalos y gritos electorales, no han pasado a mayores
confrontaciones, pero, pudiera ser que la estrategia, en caso de que
pierdan, sea, de alguna manera, buscar un conflicto post electoral y
levantamientos populares.
Por eso, estas iniciativas cívicas de llamado a respetar las elecciones son el mejor esfuerzo de la ciudadanía para no ceder a chantajes.
Por todos lados hemos visto que las elecciones y sus procesos están
blindadas como procedimiento; claro, esto no quita que no se puedan dar
todas las típicas acciones de coacción, inducción del voto y el conocido
mapachismo afuera de las casillas, ya que es, desafortunadamente, parte
de la cultura electoral de todos los partidos en México. Pero eso es
parte de las campañas y sucede fuera de las casillas; ya registrado el
voto, su proceso está protegido y se va a poder revisar bajo
procedimientos legales.
Ante esto, sólo nos queda ejercer nuestro voto,
estar vigilantes de los resultados y aceptar los mismos, sean cuales
sean, y no dejarnos chantajear, que la sociedad organizada estará
vigilante de todo el proceso.
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