Finalmente inicia el 2012 y estamos en
la recta final para iniciar la madre de todas las elecciones. A pesar de que no
ha iniciado el proceso y todo lo que estamos viendo es solamente preparativos y
algunos leves escarceos, la población ya se siente en campaña y empieza a
padecer la presión de los anuncios, la información, las encuestas, los gritos y
algunos ligeros sombrerazos, pero lo que se vive ahorita no es nada comparado
con lo que se iniciará en marzo, ya formalmente con las campañas.
Lo importante es lo que bajo el agua
está sucediendo en todos los partidos y que no se alcanza a ver del todo como noticia;
estamos ahora en el último ajuste de cuentas en cada uno de dichas
organizaciones, en donde se están alineando las posiciones a nivel nacional
para las candidaturas de diputados y alcaldes locales, diputados federales,
gobernadores y senadores, por lo que está generando una serie de
enfrentamientos soterráneos en cada uno de los partidos, es el jala y estira de
cada seis años.
Y esto tiene una lógica muy poderosa en
nuestro sistema político, ya que, en cada caso y según el partido, se busca
obviamente a los mejores candidatos, finalmente bajo diferentes enfoques, el
primero es llevar “el carro completo”, pero hay algunos partidos en donde
también se debe vislumbrar lo que pasaría si pierden la elección y algunos
candidatos pues se quedarán en su casa, sin gubernatura ni diputación.
Por otra parte, las candidaturas (sobre
todo para las posiciones legislativas) funcionan bajo dos lógicas específicas,
premio de actuación y/o consolación, y la búsqueda de fuero para evitar persecuciones;
con eso los partidos crearán sus equipos para enfrentar desde el congreso la
situación política con la que queden después de las elecciones. Hasta ahí, el raciocinio
aplica dentro de la normalidad.
Pero bajo lo que se vive en los partidos
hacia adentro, hay otra lógica adicional; en el PRI, por ejemplo, el pleito
entre los dos bandos que tratan de comandar al partido está haciendo estragos
hacia la fuerzas internas, los Peñistas se enfrentan a los Beltronistas, pero
estos últimos, según los cambios en el partido, ya ganaron posiciones muy
importantes, desde donde seguramente podrán mover sus piezas para colocar a sus
hombres más cercanos. El último ejemplo lo representan las largas y ríspidas
negociaciones que se llevaron a cabo en las últimas dos semanas por los
candidatos de Tabasco y en donde se puede inferir que el poder de Beltrones
ganó con sus candidatos, faltará ver que pasa con los electores, pero esa
guerra ya la ganaron. Igual, en otros estados, ya cada bando puso a sus mejores
hombres para luchar hacia adentro del partido.
En el PAN, en pocos días deberá pasar la
misma situación, cuando se defina qué candidato queda y de ahí se busque
iniciar la lista en donde seguro, como premio de consolación, mandarán a los
candidatos perdedores, sobre todo ahora que, como en el caso de la Ciudad de
México, por ganar posición en la plaza y no quedar borrados, sacrificaron a su
voto duro al darle la candidatura a una ciudadana, que a pesar de ser una
excelente luchadora social, no tiene la menor idea de cómo gobernar. ¿Será que
aplicó la regla que de lo perdido lo que aparezca?
En el caso del PRD, primero deberán de
pasar la aduana de los candidatos para la jefatura de la Ciudad de México para,
después, empezar a hacer las listas y el reparto para los damnificados, eso
seguramente creará una segunda ola de pleitos, aunque ya hay algunos que se
empiezan a candidatear en búsqueda de fuero. Ahí el problema es que la arrebatinga
entre Morena, el DIA, las muchas mil bandas y los dos partidos como son el PT y
el antiguo Convergencia, no les va a dar para todos y va a estallar otro de
esos pleitos monumentales, como bien acostumbran.
En este ya merito, también estamos
viendo los caminos alternos, los pleitos, los desamores y las alianzas por las
que debemos de empezar a preocuparnos, porque son señales de la verdadera
campaña electoral. Algunos priistas que no obtuvieron sus candidaturas
renuncian al partido y se van a la Morena, que ahora sale es lo más cercano a
la ideología del nuevo PRI. ¿Será que se está formando un ala, dentro de
Morena, que se pueda convertir en la facción “Todos en Contra de Peña Nieto”?
Y a nivel de los ciudadanos y correligionarios,
¿Por quién van a votar o adónde se van a alinear si no quedaron sus candidatos.
¿Se convertirán en indecisos para decidir su voto de última hora con castigo y
con desprecio, o será que la querencia partidista será la que domine? Bajo esta
lógica, hoy por hoy cuando ya merito empiezan las campañas, no hay nada para
nadie.
Pero como decía el buen mexicano: México,
ya merito estará en las grandes ligas.
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