Las noticias del mundo están en video y, desafortunadamente, nos
muestran una gran saga de violencia como si fuera una masa de alimento dirigida
a un gigante de opinión pública que come morbosamente esas imágenes.
Desgraciadamente, nuestra sociedad mundial sólo está reaccionando a estas
imágenes de violencia.
Y “para muestra, sólo un botón”, dice el refrán. En una rápida visita
a las imágenes del mundo de esta última semana, pudimos ver, entre otras, la
golpiza que un padre le da a su hija hace nueve años y que la muchacha decide
subir a Internet; el padre era un juez en los Estados Unidos y causó el repudio
mundial.
En otras imágenes, se pudo ver la persecución, por parte de unos
policías, a una avioneta con supuestos delincuentes en donde los guardianes del
orden estrellan el vehículo con el ala de la aeronave y terminan deteniendo a
los pasajeros; parecía película de acción, pero era la vida real. En otras reseñas
visuales más desafortunadas, un camarógrafo de la televisión brasileña se
encontraba grabando un enfrentamiento a balazos entre delincuentes y policías y,
colocado detrás de ellos, fallece al recibir un balazo en el pecho.
Esto viene al tema porque que las noticias, principalmente, están
hechas de imágenes llenas de violencia. Como sociedad, no nos hemos podido
liberar de esta tendencia de consumir brutalidad y horror y, lo peor, es que
nos basta con las imágenes reales que se ven en las noticias; como ejemplo,
podemos decir que en la semana dedicada a los muertos, todos los canales de la
televisión solamente exhibían películas de horror, muertos andantes, vampiros y
demás aberraciones de violencia en contra de los mismos humanos, como si no
fuera suficiente ver las noticias a diario.
Bien dice el dicho que violencia genera violencia; como humanidad,
estamos retroalimentando barbarie mediante
todos los medios que están a nuestro alcance, ¿será que esto exacerba los
ánimos y por eso no salimos adelante en éste nuestro mundo? Lo malo es que las
buenas noticias y las buenas imágenes no contienen sangre o degradación y, por
lo tanto, no venden. Nuestro morbo humano, desafortunadamente, sólo come lo
malo.
Ojalá empecemos por atender las buenas noticias, para generar entornos
un poco más libres de violencia y nuestra conciencia se autogenere del bien, no
partiendo de malas imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario