En el fondo de nuestro sistema social, económico y político, estamos presenciando un cambio generacional, lo que significa un enfrentamiento entre las viejas generaciones y las nuevas ideas de los jóvenes. Esto es muy significativo dentro del contexto de la situación mundial, ya que es un factor que incide en la lucha por el poder en todos aspectos.
En la política, estamos viendo que en todos los partidos uno de los principales factores es que los jóvenes quieren desplazar a las viejas generaciones, las antiguas mentalidades y, por supuesto, a las viejas prácticas, protocolos y costumbres de poder.
Lo que hoy vemos en el PAN, es parte de ese juego. Las nuevas generaciones, gracias a su dinamismo y más rápida adaptabilidad a las situaciones mediáticas, a las tecnologías de la información y el contacto con los jóvenes ciudadanos a través de las redes sociales, pueden estar ganando en contra de la parsimonia política de los dinosaurios panistas. Curiosamente, en ese partido tenemos que hay casos, como el de los dos últimos presidentes que por exceso en su juventud han cometido algunos errores, pero hoy se repite la historia en un partido en donde la juventud es la que empuja a los más viejos del partido. Aún no se ve quienes son los ganadores al final de la contienda.
En el PRI, qué decir, la nueva ola de la política representada por Peña Nieto, Ivonne Ortega y algunos otros de los nuevos gobernadores que rayan entre los 28 y 35 años, están naturalmente en contra de los grandes dinosaurios como son Salinas, Madrazo, Beltrones y Beatriz Paredes. Al igual que en el PAN, la lucha por el control del partido ya se desató y Moreira, un político de corte juvenil, está logrando más que los grandes tiradores a esa posición como fueron Ulises Ruíz de Oaxaca o Fidel Herrera de Veracruz. El verdadero enfrentamiento se dará si se mantiene Moreira en contra de Emilio Gamboa, otro gran dinosaurio priista de largos y grandes colmillos en la labor partidista.
En el PRD, la situación es parecida, aunque no con el mismo calibre de enfrentamientos. A otro nivel la lucha, de AMLO contra Marcelo Ebrard es otro nivel de edad, aunque Marcelo es más joven, los dos representan a la misma camada política; técnicamente son contemporáneos y pasa lo mismo con Jesús Ortega, todos son coetáneos, políticamente hablando. Para el caso de la Ciudad de México, quien da la batalla por los jóvenes es la Diputada Alejandra Barrales, que se menciona para dirigir el gobierno o para liderar el partido en el DF.
Curiosamente, en el mundo del narcotráfico está pasando lo mismo, parte de lo que estamos viviendo no sólo es un reacomodo en las pandillas por la supuesta guerra, sino que también es un cambio generacional obligado, los viejos capos están dejando los puestos a las nuevas generaciones de narcotraficantes.
En los negocios y en los medios, pasa algo similar. Las nuevas generaciones están desplazando a las cabezas empresariales y a los líderes de opinión y, más que en otras épocas, debido los avances en las tecnologías de la información y a los efectos de esta tercera revolución industrial, las generaciones de personas de mediana edad en adelante están sufriendo un retiro involuntario o un tipo de segregación de la vida, por la velocidad y avance tecnológico.
Hoy, estas generaciones batallan día a día para reaprender de los negocios, la política y la misma vida social, los nuevos códigos que impone la vida moderna y, de alguna u otra manera, son un factor que también está generando presión a la vida social, política y económica.
Las nuevas generaciones están imponiendo a velocidades muy aceleradas y nuevos códigos de actuación en todos los ámbitos, por lo que las viejas generaciones, aún en el poder, pelean por mantener sus tiempos, códigos y viejas prácticas.
Innegablemente, los jóvenes ganarán y en todos los ámbitos, hasta en el de política pública, ya se empieza a percibir que los tiempos de reacción de las generaciones del poder ya no están generando soluciones eficaces a los problemas. Hoy, las decisiones de un Estado moderno para todos los ámbitos, tanto sociales, como económicos, requiere de decisiones y tiempos de respuesta que las antiguas generaciones no están acostumbradas.
En cualquier sucesión de las principales posiciones en una empresa, institución o Estado, hoy se debe de pensar si la persona que va quedar al frente para dirigir y tomar las decisiones para un periodo supuesto del 2012 al 2016, tiene la visión y el entendimiento de los jóvenes de esa época y si está capacitado para enfrentar y entender las situaciones que se vivirán en esos momentos.
Por supuesto, en muchos casos la resistencia de los viejos es muy grande pero, irremediablemente, en esta lucha siempre ganarán los jóvenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario