Días atrás se desató una polémica entre empresarios del rubro turístico y el gobierno mexicano ante sí es conveniente utilizar, todavía, la marca México o alejarse de ella para promover los distintos destinos en el extranjero. Un pleito inverosímil y estéril porque existen variedad de formas para resolver el asunto sin entrar en esa polémica.
Lo triste del asunto es que la autoridad federal, que anteriormente tenía muy buenos planes de hacer una comunicación bajo estándares mundiales y con profesionales en la materia hoy, no lo ha hecho. La campaña que supuestamente iba a implementar entre varias Secretarías de Estado, entre ellas Relaciones Exteriores, ProMéxico y Turismo, no existe.
Lo peor del asunto es que los empresarios turísticos mantienen la misma actitud de siempre, prefieren renunciar a la marca México, en lugar de apoyar y juntarse para que enfrentar el problema entre todos. Como siempre el camino fácil: que el gobierno pague y se encargue.
Recuerdo hace algún tiempo, durante un diplomado de mercadotecnia para empresarios hoteleros en un estado de la república, que ellos tenían la misma actitud. "Que el gobierno nos resuelva el problema de la promoción", decían. Ya cansado de ver esa actitud, les hice unas preguntas simples ¿Quién es dueño del estado, ustedes o los funcionarios temporales del gobierno?, ¿Quién es dueño de sus hoteles y por ende de sus negocios?, ¿Quién debe de promover sus negocios y su estado? Nadie me pudo contestar y a partir de ese momento en el diplomado ya no volví a escuchar la frase de que el gobierno debería de hacerse cargo de la promoción del estado. No aplicaría de igual manera en este caso.
Es cierto que el gobierno debería de hacer algo, pero si desafortunadamente apenas pueden controlar la imagen y la comunicación aquí dentro del país, difícilmente podrán hacer algo mayor con la imagen en el exterior. Pero si todos los empresarios turísticos, profesionales de las relaciones públicas y medios de comunicación nos juntáramos para revisar el problema y dar soluciones, estoy seguro que por el bien del país, su imagen y los impactos económicos que esto tendría, seguro encontraríamos una muy buena solución.
Ya nos estamos dando cuenta del juego perverso de los grupos de poder y algunos medios de comunicación, que sólo hablan de muertos, ya están empezando a dañar terriblemente la imagen de México. Es necesario aclarar que en realidad tiene menos muertos y menores índices delincuenciales al año que Brasil, que es el país que en estos momentos obtiene las mayores inversiones extranjeras en América.
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