México se va perfilando hacia un destino que es incierto, la fecha será 2012, año en el que se tendrán las elecciones, anunciadas ya desde ahora, como las más decisivas e importantes para nuestra democracia. Ya empezamos a ver cuáles serán las posibles opciones en este juego de poder.
Por el PRI, hay dos jugadores principales: el conocido y ampliamente anunciado Peña Nieto y el nuevo, ya en franca carrera electoral, Manlio Fabio Beltrones; el primero representa a las nuevas corrientes del PRI, el segundo a las corrientes tradicionales del partido. Peña Nieto es gobernador en funciones, la ventaja es que tiene el recurso y la posición para exhibirse y dar resultados, la desventaja es que en un ejercicio del poder siempre se corren riesgos y puede haber asuntos que le pueden explotar en la cara y ser usados por sus enemigos.
Beltrones, en cambio, goza de ciertas ventajas que son cómodas en esta carrera; por una parte la prerrogativa de ser Senador, lo que implica tener información privilegiada y no tener el riesgo de una administración con fallas. Su posición anterior fue la de Diputado y su puesto de Subsecretario de Gobernación está ya muy lejos, a los ojos del elector, y sus resultados como gobernador, aún más. Lo que se debate en este partido es una mentalidad del nuevo PRI, contra una corriente más tradicional que incluye a todos los dinosaurios.
Por parte del PRD tenemos al eterno AMLO, que ya por el desgaste es el candidato que sirve de golpeador al sistema, pareciera que su función es ir a desgastar al candidato puntero, sin importar si gana o no. Las desventajas de AMLO son que polariza, enfrenta, además de no tener puesto político, por lo que todos sus apoyos económicos para hacer campaña, sembrarán duda y la edad no le ayuda ya mucho con los nuevos votantes.
El candidato del partido amarillo con más posibilidades es Marcelo Ebrard, que está haciendo una buena administración en la Ciudad de México y tiene una imagen más joven. Claro, tiene sus riesgos, un pasado priista, relaciones con los más cuestionados en la política, Carlos Salinas y Manuel Camacho. Una gran duda en este partido es qué van a hacer con la figura de Juan Ramón de la Fuente: si lo mandan al Estado de México, al DF o lo guardan para la grande, si es que llegaran a eliminar a Marcelo.
El que parece estar al momento en una seria desventaja y puede llegar un poco tarde es el PAN, no se ve ningún candidato que lleve la delantera, se piensa que podría ser Lujambio, y más ahora que fue a mostrar sus dotes de sapiencia política al Foro en España, en donde fue directamente a enfrentar a Ebrard y Salinas en un panel sobre México, y que por una parte, el primero no se presentó y al segundo lo mandaron a pasear por la ciudad ya que la política mexicana estaba por descarrilar el famoso Foro. También está Josefina Vázquez Mota y el otro eterno candidato, Santiago Creel, que si hiciéramos el paralelismo con el PRD, estaría jugando el mismo papel de su enemigo político AMLO, que además le ganó en la elección del DF hace algunos años. Salvo que salga algún otro candidato y/o las presiones de la ultra derecha empujen a alguien más, por el momento no se ve visible alguna otra candidatura panista.
Al día de hoy, finales del 2010, estos son las opciones para México. Ahora bien, ¿cuáles son los retos que tienen estos candidatos? Primero, unir al país, el encono que se ha generado desde la alternancia ha generado que no se dejen gobernar y que estén jugando con las variables de la gobernabilidad, de las políticas públicas y con el control de los monopolios públicos y privados. Como resultado, tenemos que ha aumentado la inseguridad, se ha deteriorado la imagen del país y no se han tomado las grandes decisiones necesarias para generar una mayor competitividad y tener una mejor posición en el escenario mundial para salir adelante.
Por la parte política, se sigue jugando al control de los pobres como botín electoral, a la dependencia económica de la acción de los gobiernos locales y al control de la democracia. Estos factores han generado un aumento en la corrupción, de la inseguridad y estancamiento de la certidumbre jurídica en los ciudadanos y las empresas, además generan incertidumbre para los millones de pobres y de jóvenes que no encuentran en sus sueños un futuro de ninguna manera.
El juego del poder avienta licitaciones públicas, modernización de los medios, leyes para poner al día la actividad económica y, todo esto, frente a los ojos complacientes de los partidos políticos, los ciudadanos y los medios de comunicación.
El resultado, hoy, es un México deteriorado, sin visión de un futuro, ni caminos de conciliación. Esas opciones, estos hombres y mujeres que hoy tenemos como candidatos para gobernarnos en el futuro, tienen que enfrentar todos estos problemas. ¿Realmente tendrán soluciones y propuestas o solamente se entregarán al juego de la componenda del poder? Por el bien de México, ojalá tengan una visión de Estado.
Nota final: La transparencia en manos del PAN está totalmente reprobada. Se ha deteriorado enormemente en estos últimos 10 años, no caben más comentarios.
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