Aunque no se crea,
en México la cultura del virreinato aún perdura en muchos de los estados de
la República, pero ante la inercia de todo lo que está pasando en el país
empezamos a ver los últimos estertores de una práctica que por suerte va
muriendo poco a poco.
Es importante tener en cuenta que con las últimas elecciones de 2015 y las próximas en el 2016 habrá 21 gobernadores nuevos. La diferencia de estos gobernadores es que inician sus administraciones en plena implementación de las reformas y no debería de haber forma que, como en el pasado, las eviten o se hagan locos. Aunque pudiera parecer una locura no alinearse, recordemos que hace poco aún había rebeliones por los controles que la Federación propuso para el control de manejo de recursos, endeudamiento estatal y revisiones a las cuentas públicas por parte de la Auditoría Superior de la Federación y los temas de anticorrupción y transparencia.
Vamos, para muestra un botón, el pleito por el mando único para las policías, desde los presidente municipales hasta los propios gobernadores se negaban a aceptarlo, no les convenía y buscaron la manera de evitarlo. Hoy, ya casi es imposible negarse y aunque esté puesto un recurso de inconstitucionalidad por el municipio de Morelos, la misma CONAGO acaba de solicitar que se suba a nivel de rango constitucional, ahí la fuerza de estos 22 nuevos gobernadores con otras miras.
Pero no podemos
cantar victoria en todos los estados, ahí vemos el pleito entre el INAI y el Estado
de Tabasco, en donde sobre la Ley estatal quiere imponer sus propios criterios
en contra de la Federación y ya se armó
otro pleito en la Suprema Corte de Justicia.
Nuestros gobernadores por historia y cultura se sentían virreyes y a la sombra de una soberanía entendida “muy a su modo” hacían y deshacían en sus administraciones, destrozando hasta el cansancio el estado, sin que nada ni nadie pudiera hacer nada.
Esta cultura hace que la mitad de los estados en promedio se encuentren por encima de la media de la tabla de crecimiento y la otra mitad por debajo con crecimientos negativos, provocando que el país, en su conjunto, crezca poco con estados con crecimiento de dos dígitos y los del final de la tabla con crecimiento de hasta menos cuatro.
Este cambio en la cultura estatal es en el fondo un choque generacional, en las nominaciones para la elección de este año en todos los partidos se ven los antiguos movimientos dinosáuricos contra los nuevos políticos más apegados al estilo de Peña Nieto. En esta lógica, los gobernadores salientes, en su gran mayoría, buscan dejar a su sucesor, no necesariamente joven, para tratar de que nada cambie y no los afecten. A lo que los candidatos con visión joven y modernista responden vía la amenaza de ser candidatos independientes. Veremos en unos días como quedan las nominaciones y a mitad del año si fueron políticos jóvenes o viejos los que ganaron.
Por lo pronto, los
nuevos y jóvenes gobernadores se están poniendo las pilas. Hace unos días tuve
la oportunidad de visitar Campeche y saludar a su nuevo gobernador Alejandro
Moreno Cárdenas, a quien cariñosamente los ciudadanos llaman "Alito".
Por curiosidad profesional al revisar su Plan Estatal de Desarrollo (PED) me
llevé una muy agradable sorpresa, es un plan muy moderno y bien estructurado y
presenta dos grandes ventajas: primera, está totalmente alineado al PND, y
segunda, tiene toda la convicción de apoyar el nuevo pacto federal en donde se
encuentran implícitas las nuevas reformas estructurales.
Un detalle curioso
del documento, y que considero es parte de esta nueva visión, es que se deja
muy claro que el estado de Campeche en el pasado, no se estuvo de acuerdo con
el Pacto Federal, aunque el Gobernador fuera del mismo partido, por lo que hace
mucho énfasis en que parte de la estrategia para salir de un bajo desarrollo va
a estar en el apoyo del Pacto Federal. Deseo que el querido Estado en donde
pase infinidad de vacaciones infantiles con mi abuela, en breve pueda salir de
los bajos lugares de nulo crecimiento económico.
Para los que se
matan desgranando la margarita del 2018, les recomiendo que en lugar de perder
el tiempo abonando a la incertidumbre del proceso, mejor analicen a estos
nuevos gobernadores que ya iniciaron o están por iniciar, ya que serán los
políticos que construirán la candidatura del 18 para ser los jugadores del
2024, en donde se respiraran nuevos tiempos estatales ya sin esa terrible
cultura virreinal y sobre todo entendiendo que el desarrollo económico de
México es responsabilidad y depende en gran medida del trabajo de los gobernadores,
no solo del Presidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario