Algo está pasando a nivel mundial, y dirían
algunos clásicos que los 4 jinetes del apocalipsis al parecer andan sueltos. La
economía mundial está de cabeza, las bolsas de valores suben y bajan teniendo
al filo de la histeria a todos los inversionistas mundiales, de los precios de
las monedas ni qué decir, las fluctuaciones y su paridad con los precios del
petróleo vuelven locos a los ministros de finanzas y banqueros centrales de
todos los países. Las crisis de los países pobres europeos generaron rescates
multimillonarios más por necesidad que por gusto y esto hace que se necesiten
recursos extras para afianzar sus débiles economías.
En medio de esto, África enfrenta una
terrible hambruna y un ya casi éxodo de su población tratando de llegar de
cualquier manera a las costas europeas para evitar la muerte por asedio o por
hambre. En otras latitudes, Siria específicamente, la locura del movimiento Yihadista
atenta contra la cultura mundial haciendo explotar las ruinas de siglos de
antigüedad y decapitando igual a arqueólogos o a periodistas anteriormente
raptados, los más grave es que el mundo ya se empieza a acostumbrar a este tipo
de ejecuciones y nadie toma cartas en el asunto.
Aunado a esto, los macabros hallazgos de
migrantes muertos en un camión en carreteras de los Balcanes, desnudan un gran
problema que Europa había subestimado y
empieza a rebasarlos, obligándolos a sentarse a la mesa a tomar decisiones por
primera vez en conjunto sobre la migración hacia su continente.
Por su parte, los chinos también enfrentan
una gran desaceleración de su economía y las recientes explosiones en el Puerto
de Tianjin dejan al descubierto debilidades en los protocolos de manejo de mercancías, lo que
podría dar señales de que su crecimiento esta rebasando sus capacidades,
mientras que por otra parte sus índices de pobreza extrema están
llegando ya a cien millones de chinos.
Estados Unidos no se salva de esta locura que
atraviesa todo el mundo, cuando personas dañadas mental o moralmente se les ocurre asesinar a otras, todo esto en
medio de grandes movimientos racistas que han enfrentado a poblaciones enteras
contra la policía. Todo esto queda al centro de las elecciones primarias de
ambos partidos para nominar a sus candidatos a la Presidencia, lo que ha
generado grandes campañas mediáticas en donde por un lado Donald Trump, con sus
declaraciones en contra de migrantes, ha levantado el nacionalismo racista y en
percepción supuestamente está ganando la batalla con declaraciones explosivas
en contra de Jeff Bush y los demás candidatos republicanos y que de paso está
de alguna manera opacando a Hillary Clinton y a los demócratas.
América Latina no canta mal las rancheras,
Brasil con su problemas de corrupción y el sorpresivo anuncio de Lula de querer
regresar a la escena política; Venezuela al borde del conflicto fronterizo con
Colombia como una salida para distraer sus problemas internos y Evo Morales ya
endiosado como dirigente Boliviano; ello
aunado a los problemas Argentinos en la preparación de sus futuras elecciones,
hacen que la región de alguna u otra manera enfrente los impactos de la crisis
mundial que enfrentamos.
Por nuestra parte, estamos sufriendo con la
incertidumbre del tipo de cambio, el petróleo por los suelos, enfrentaremos
ajustes en los presupuestos del gobierno, altos niveles de inseguridad y
corrupción. Y mientras todos están obstinados en sólo ver los cambios en el
gabinete con la exclusiva visión para el 2018, olvidándose que México estará en
elecciones permanentes durante los próximos tres años, situación inaudita en la
historia del país.
Todo esto es parte de la transformación
mundial que estamos enfrentando, la democratización de todas las cosas, la
economía, la innovación, la comercialización, está cambiando el modelo tanto
del capitalismo como del sistema democrático, por lo que sólo me restaría decir
que el mundo oficialmente esta es una severa crisis y no veo que nadie tenga la
voluntad de sentarse a discutir el futuro el mundo.
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