El mundo está llegando a un momento
crítico. Hoy, más que nunca, es importante que la conciencia sobre los actos de
la humanidad y sus repercuciones morales sean revisadas profundamente.
Hoy fue lanzado por el Foro Económico Mundial
el Informe sobre riesgos globales 2013,
el cual se basa en una encuesta anual en donde se pide a mil expertos de la
industria, la administración pública, el mundo académico y la sociedad civil,
que examinen y califiquen un conjunto de 50 riesgos globales.
Éste es un documento que he tenido la suerte
de seguir desde hace más de tres años. Es una herramienta muy valiosa para
todos aquellos que nos dedicamos al análisis político, el manejo de crisis y la
comunicación estratégica; es un documento público y puede ser consultado en la siguiente
página de Internet: www.weforum.org/risk.
Lo que los especialistas consultados
consideran como el riesgo más probable en los próximos diez años es la
existencia de graves diferencias de renta,
mientras que el riesgo que consideran tendría mayor impacto mundial, si se
materializa, es el de un fallo sistémico importante del sistema financiero. De
los riesgos que aparecen entre los más probables y los de mayor impacto son:
los desequilibrios fiscales crónicos y una crisis de abastecimiento de agua;
este último va de la mano con el pronóstico de la ONU acerca de que, en el
futuro, las guerras en el mundo serán por el agua.
Dos aspectos del Informe me llamaron mucho la
atención. En primer término, tres casos de riesgo que podrían afectar al mundo
y que, desafortunadamente, no están muy lejos de hacerse realidad: primero, que
se ponga prueba la resiliencia económica
y ambiental, lo que significa que, por los deterioros económicos, los
líderes no cuiden las decisiones tomadas y se pierda de vista los problemas
ambientales; estos dos factores, en conjunto, pueden generar la “perfecta
tormenta global” con consecuencias insuperables para el sistema mundial;
segundo, que se generen incendios
digitales en nuestro mundo ya hiperconectado, que significa que se puedan
dar casos en donde Internet pueda ser la fuente de pánico generalizado, como
sucedió en 1938 con la adaptación radiofónica de la novela de H.G. Wells, La
guerra de los mundos, en donde cundió el pánico en los Estados Unidos por creer
que el país estaba siendo invadido por marcianos; y, tercero, los grandes peligros de la complacencia respecto a la
salud humana, que significa que, ante nuevas pandemias, los descubrimientos
científicos hayan creado una sensación falsa de seguridad y que los
antibióticos creados por la ciencia cada día sean menos efectivos ante las
nuevas bacterias, creando un ciclo interminable de resistencia en donde podemos
llegar a un mundo en donde un rasguño pueda ser fatal.
El segundo aspecto que llamó mi atención es
una sección en donde se analizan factores especiales derivados de la naturaleza
y que en el informe se denominan “factores X”. En esta sección, con la ayuda de
científicos editores de una de las revistas científicas más respetadas en el
mundo, la revista Nature, se alerta
de cinco factores de riesgo emergentes que son de llamar la atención por su
importancia, gravedad e implicaciones, en especial la última, y son: a) la fuga del cambio climático, el planeta
puede ser que ya haya pasado el punto de no retorno; b) el aumento significativo de conocimientos, en la vida laboral
cotidiana podrían aparecer cada día más dilemas éticos parecidos al dopaje en
los deportes y que, por otra parte, siga la carrera armamentista; c) el uso sin escrúpulos de la geoingeniería,
en donde el desarrollo de tecnologías para manipular el clima pueda ser
utilizado por personas o Estados de manera unilateral; d) los costos del aumento de la esperanza de vida, en donde los
avances médicos que prolongan la vida pueden hacer que los costos de los
cuidados paliativos, a largo plazo encarezcan de manera peligrosa el manejo de
la población de la tercera edad y; e) el
descubrimiento de vida alienígena, que puede representar profundas
afectaciones psicológicas en el sistema de creencias de la humanidad. Es
importante mencionar que este último punto, que ha sido tabú durante muchos
años y que ha ocasionado un sistema de negaciones absolutas por parte de
gobiernos, autoridades y científicos, aparezca ya como algo posible en el
sistema de creencias de los futuros riesgos mundiales.
Como podemos ver, el mundo está llegando a un
momento crítico: las decisiones de los líderes mundiales no tienen ya
únicamente que ver con los asuntos económicos; hoy, la complejidad que hemos
creado como humanidad estará exigiendo de toda la capacidad y atención de los
gobernantes, científicos, empresarios y de toda la sociedad civil; hoy, más que
nunca, es importante que la conciencia sobre los actos humanos y las decisiones
morales sean revisadas profundamente.
Consultor
Twitter: www.twitter.com/@Marcovherrera
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