jueves, 24 de enero de 2013

El problema del dinero



Ante la inauguración del encuentro anual del Foro Económico Mundial, en la ciudad de Davos, Suiza, vuelve a la discusión el dilema entre la sola producción simple de dinero y la verdadera generación de riqueza que mitigue los problemas de la humanidad.

El mundo está en una crisis económica, hay desaceleración, falta de empleo, poco crecimiento y una gran deuda en todos los países, ámbitos económicos y niveles de gobierno. Las grandes noticias que hemos escuchado a este respecto es que países como Grecia, Portugal y España tienen un gran desbalance en sus finanzas y no producen lo suficiente para pagar su deuda; si seguimos revisando por niveles, Estados Unidos está en la misma posición, la deuda del Japón es enorme y qué decir en nuestro país,  los gobiernos estatales y una gran parte de los municipales, están quebrados, todo por falta de dinero.

El motor de la economía del mundo hoy no es la satisfacción de necesidades, ni el desarrollo tecnológico, ni la creación de un mejor bienestar; el foco está perdido en la medida de generar, conseguir y producir dinero es la energía que está moviendo todo es la producción de dinero, es, de alguna manera, como si toda la actividad económica fuera una maquinaria para producir dinero.

El problema es que es un simple cambio de enfoque; en otros tiempos, las necesidades del mundo eran la prioridad y para resolverlas se necesitaba dinero. Ahora, el enfoque es producir dinero para tener la capacidad de resolver la problemática económica; mucho de este cambio de enfoque está en la excesiva necesidad de producir altas cantidades de ganancias. En el centro de todo, la especulación por la especulación misma; esta necedad ha creado uno de los problemas de fondo más grandes en el mundo, la inequidad. Cada día se incrementa el número de los pocos ricos que existen en el mundo, en ocasiones con la capacidad económica de mover  o frenar economías de países, mientras que, por el otro, aumenta la enorme cantidad de pobres, hambruna y enfermedades, en el centro el poder vicioso del dinero.

De alguna manera el mundo está llegando a un nivel en donde el dinero se está convirtiendo en un incentivo negativo; al parecer, hay momentos que por el gran débito acumulado, sólo se está trabajando para pagar y no para producir. Un ejemplo muy simple de esta situación, es lo que se anunció hace algunos días en el municipio de Acapulco: la buena noticia es que había pagado su deuda de 50 millones de pesos, ya había superado el estar en el Buró de Crédito; la  mala es que, con esta situación, ya está listo para poder recibir créditos por 400 millones para seguir enfrentando los adeudos con proveedores, empleados y demás servicios públicos retrasados en pagos. Mismo caso que le pasa a Grecia, los institutos financieros  mundiales le prestan dinero para poder pagar los adeudos a las grandes empresas de los países financiadores de estos organismos financieros. Hoy, la economía se parece más a un mercado de sustitución que de inversión y producción, la maquinaria de producción mundial está solamente cubriendo su deuda, no está produciendo bienestar, gran dilema tiene el mundo y, con esta problemática, ayer se inauguro la reunión del Foro Mundial en la ciudad de Davos, en donde hoy nadie tiene una respuesta.

Esta situación pone al mundo en una serie de dilemas; mientras que alguna vez los ricos del mundo se juntaron bajo la iniciativa de donar una parte de sus ganancias para mitigar la inequidad y el hambre, se levantó la polémica de cómo la economía absorbería esta determinada cantidad de dinero, se dijo que el sistema económico podría colapsar. Otro gran dilema hoy es, por ejemplo,  las enormes ganancias que produce una de las actividades más productivas del mundo, misma que es ilegal, el narcotráfico; sería imposible pensar cómo eliminar la gran cantidad de dinero que se lava a través del sistema económico, de nuevo se causaría un cisma en él. Otra opción que se ha planteado sería la de borrar la deuda de los países pobres; de alguna u otra manera igual generaría un desbalance en la economía mundial. Dilemas al fin de cuentas que suenan imposibles, el mundo está atado al dinero y su sistema. Como respuesta soterrada del  problema mundial, bajada al mundo real, hoy el humano común y corriente recurre al concepto básico del intercambio, te cambio lo que a mí me sobra, por lo que necesito y a ti te sobra, o lo que yo sé hacer, por lo que tú sabes hacer, principio básico de la economía.

Ante este panorama, volvería a la mesa de la discusión mundial la eterna utopía de la humanidad: eliminar el dinero para que el mundo entre en una dinámica distinta, que toda la energía que se produce por la elaboración, distribución, mantenimiento y control del dinero, se dedique a producir, inventar y generar soluciones a los problemas de la humanidad, tecnologías para un mejor vivir y, sobre todo, para mantener el planeta y su ambiente. Y, todo esto, en lugar de estar tratando de generar riqueza.  

¿Será momento de resolver mediante utopías?

Analista Político

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