Ya estamos casi listos, así como todos los que deberían estar, para conformar el proceso de la elección interna en los partidos políticos. Lo que falta, ya es mero formalismo.
Por el PAN, partido en el poder, se apuntan tres: Josefina Vázquez Mota (las damas primero), Santiago Creel, que se esta convirtiendo en el AMLO del PAN, quiere pero no puede y repite y repite, y, finalmente, Ernesto Cordero, la crónica de un candidato anunciado, quien por fin ya salió y, en sus primeras apariciones, con un estilo muy combativo. El Gobernador de Jalisco, quien sabe si llegue, ya viene muy tarde.
En el PRI, no hay sorpresa: Peña Nieto termina mañana y Manlio Fabio ya se abrió de capa y espada, ya avisó sin ocultamientos que va directo y está listo. Nadie más se apunta, sería una locura.
En el PRD, también sin sorpresas: va Ebrard, solo por el momento y AMLO, con o sin PRD, va por Convergencia y PT. Sólo faltaría ver si hay algún movimiento extraño o algún relevo que pudiera meter a algún candidato ciudadano.
En fin, sin sorpresas arrancan las internas.
Pero, ¿qué va a pasar? Las cosas se vienen complicando y ahora empezará la verdadera guerra, el problema es el desgaste que este proceso va a dejar y los daños que le puede causar al país. Veamos un acercamiento.
En el PAN, esta guerra les puede costar la afectación de la gobernabilidad al país, un desgaste muy grande al partido y una división que, si pierden, puede ser muy difícil que el partido lo soporte, por lo que después, pudiera ser que tengan que refundar casi, casi el partido; en los últimos casi 12 años, han ingresado al partido muchos políticos nuevos y el partido ha perdido sus bases, además de que no pudieron consolidar su crecimiento, el partido perdió su identidad y nunca se acercó al pueblo con una sólida base social, la cual nunca tuvo por filosofía.
En el PRI, por el contrario, la lección que aprendió después de 12 años fuera del poder, es que tenía que reorganizar sus bases, y lo ha logrado, el problema es que se rompió la cadena de mando y, en la gran guerra interna, se van a enfrentar la vieja estructura del partido central contra los nuevos poderes locales, formados por los gobernadores. Curiosamente, es un proceso igual que el del PAN pero a la inversa, mientras el PAN se centralizó, el PRI se descentralizó, hoy en eso radica su fuerza. Los grupos tendrán que negociar controles y repartos de poder, pero, definitivamente, no van a sacrificar de nuevo perder la Presidencia, lo que se enfrenta es una Vieja visión de la política vs. Una nueva tendencia política futurista.
En el PRD, ganó el egoísmo de todos, las bandas se apoltronaron en el poder del DF, quisieron gozar las mieles de lo que nunca antes habían logrado, la hambruna de poder no los dejo ver el futuro y partidariamente se han ido acabando todo a su alrededor. Les pasó lo que a los antiguos ejidatarios cuando querían sacar a los latifundistas, les dejaron el ejido y se comieron todas las vacas, los sembradíos y el terreno se quedó estéril y, ahora, se preguntan porqué. Además de pelarse entre ellos y dividirse, hoy toda la izquierda está corriendo para donde mejor futuro puedan tener y es probable que no quede nada, de los tres partidos grandes, éste va a ser el que más va a sufrir de vivir en el pasado. Después del proceso, según lo que pase, se tendrá que refundar porque puede quedar muy disminuido.
Pocos se han dado cuenta que este proceso interno, que inicia en estos días, así como las elecciones del 2012, van a dejar a los partidos muy disminuidos; primero, por el desgaste de todas las reformas mal aplicadas, la falta de toma de decisiones y el vandalismo político; una gobernabilidad muy acotada, por todas las negociaciones entre los grupos políticos y por los saldos del desgaste y enfrentamiento electoral, además de todos los escándalos que se van a desatar, ya pronto. Y, finalmente volveremos a un enfrentamiento entre hermanos de la sociedad, por la polarización a la que se puede recurrir para ganar la contienda electoral.
Cuiden al país para que puedan gobernarlo en 2013
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