Sin darnos cuenta, nuestro sistema político se ha convertido en una maraña, nuestros políticos durante muchos años se han encargado de hacer del sistema democrático e institucional mexicano un enredado sistema de complicidades y complicaciones que a cualquier ciudadano le resulta confuso, en ocasiones, entender las implicaciones de cualquier decisión o propuesta.
Digo esto, primero, porque, por una parte, ahora que la sociedad está harta de la situación de inseguridad e incertidumbre que se vive en México, nacen líderes obligados por la lacerante situación, los cuales quedan, de alguna u otra manera, de frente a la ciudadanía, tratando de hacer propuestas que a todos nos suenan coherentes, pero que ya en el análisis del impacto de su implementación, sale a relucir nuevamente la complejidad en que se ha convertido el sistema político. Es imposible tomar decisiones a la ligera, porque, como dijeran en una de nuestras tantas crisis económicas, nuestro sistema esta agarrado con alfileres y pues no hay que quitárselos porque se nos cae.
En segundo lugar, después de lo que vivimos la semana pasada donde se enfrentaron, de manera feroz, los poderes internos del PRI, no queda más que decir que fue la semana en que vivimos en peligro político; por suerte no pasó a mayores, pero quedó demostrado que en este complejo mundo político, todos juegan pero hay actores que no pintan por más que peguen de gritos.
En tercer lugar, en el marco de todo este pleito político, se están cocinando una serie de leyes antimonopolios, además de que en las últimas semanas ha habido una cadena de multas millonarias para las empresas de Carlos Slim. Y para reforzar estas iniciativas, el presidente, en paralelo con Slim, anunciaba desde Estados Unidos leyes antimonopolios. Slim, por su parte, anunciaba nuevas inversiones en el mercado español, ¿entiende el mensaje y se va a invertir a otro lado? Complejo el México que hoy vivimos.
Esto me lleva a la conclusión de que las famosas candidaturas ciudadanas, por una parte suenan muy bien, dentro del marco de buscar una nueva democracia, pero por el otro lado son una trampa para el que intente llegar, ya que siempre serán presa del sistema y su complejidad. ¿Cómo hará un candidato ciudadano para lograr consensos sin conocer los enmarañados sótanos de la política mexicana y de sus complicados partidos políticos si hoy, ni el Presidente, ni Manlio Fabio, ni Peña Nieto, pueden lograr consensar ninguna reforma para sacar al país del atraso que esta maraña política lo tiene metido? México se encuentra en un impasse muy peligroso.
¡Si usted tiene una solución, compártala por favor, le urge a México!
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