miércoles, 5 de marzo de 2014

¿Qué nos pasa?

En estos últimos días, consultando la prensa nacional me encontré que algunas figuras públicas, no confundir con líderes de opinión, hicieron una serie de folclóricas declaraciones que encierran la verdadera esencia del mexicano. Para muestra, un botón:

Cuauhtémoc Blanco, futbolista, comentando sobre la Selección Nacional y su desempeño: “A Rafa Márquez le falta ser más c…”

Ernesto Cordero, político del PAN, al anunciar su candidatura por la presidencia del PAN: "En ninguna democracia es bueno que los partidos de oposición sean comparsas del gobierno en turno."

Tomas Boy, director Técnico del Atlas, refiriéndose al nuevo entrenador de la selección nacional: “Miguelito es tan ingenuo que cree que está en la silla por su capacidad."

Nuvia Mayorga, Titular de la Comisión de Pueblos Indígenas, al equivocarse al pronunciar algunos nombres de pueblos michoacanos: “Es que luego sus nombres son medio raros.”

Federico Döring, Diputado del PAN, al referirse al hecho de haber entregado los videos de Bejarano recibiendo dinero: “Cárdenas  y Rosario estuvieron detrás  de los video-escándalos de hace diez años.”

Gregorio López,  Sacerdote de Apatzingán, al entrar los grupos de autodefensa a sacar al Presidente Municipal: “No soy yo, es el pueblo que está reclamando.”

Al leer esto, sólo se me pudo venir a la mente el antiguo chiste de los cangrejos mexicanos, que cuenta cómo unos pescadores que atrapaban cangrejos en el mar, a la altura de la frontera entre México y Estados Unidos, uno le preguntaba al otro por qué sólo se preocupaba por tapar la cubeta con cangrejos americanos; el pescador explicaba desenfadado: los cangrejos americanos y de otro países hacen pirámides y se salen, los mexicanos, cuando uno quiere salir, los demás lo bajan.


En estos pleitos públicos, nos podemos dar cuenta que aún nos falta mucho para ser dejar atrás los pleitos y las escusas, siempre nos la pasamos echando culpas y no tomando las riendas de la construcción de nuestro futuro. El país está tratando de cambiar, pero nuestras “figuras públicas”, al parecer, no se dan cuenta. Como decía el comediante Héctor Suárez en su programa de crítica social, ¿Qué nos pasa?

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