La
palabra crisis en japonés está compuesta por dos caracteres, uno significa
“peligro” y el otro “oportunidad”.
Desde
la crisis de la influenza, México no
había tenido una situación de emergencia tan grave; en general, la situación
actual es la siguiente: hay 312 municipios declarados en estado de emergencia y
250 municipios declarados en estado de desastre. En total, hoy están afectados
562 municipios de los 2,440 municipios que tiene el país, lo que implica que
tenemos, al día de hoy ,14 estados afectados por los meteoros de las 32
entidades federativas. Esto, en estadísticas, significa que el país tiene
afectaciones en el 23% de los municipios y en el 43% de los estados. La
situación es más grave que los terremotos del 85 y de la misma influenza en el
2009.
El
gobierno está actuando bien, digan lo que digan; hay coordinación, acciones
claras, se busca la transparencia del manejo, hay declaratorias de emergencia,
el Presidente está personalmente
atendiendo y visitando las zonas de desastre, etc. Escuchando la sesión de la
Reunión de Evaluación con todos los secretarios es cuando uno se puede dar
cuenta de la magnitud del problema y de las acciones que se están efectuando
por parte del gobierno; falta mucho, aún hay zonas que están inundadas y sigue
lloviendo, en otras, empiezan ya las labores de limpieza y, en breve, deberá
iniciar la etapa de reconstrucción. Una vez más hemos visto que la solidaridad
y nobleza de los mexicanos es enorme, la
ayuda fluye y hay voluntad para resolver.
Se
destruyeron casas, la infraestructura carretera se dañó severamente, hay muchas
presas con niveles máximos, otras, están debajo del agua, otras más, dañadas,
hay comunidades que se tendrán que reubicar, no se podrán pagar créditos ni
impuestos, no habrá actividad económica, ni trabajo, se han perdido cosechas y
animales, a futuro se tendrán que importar granos. Dentro de todo esto, la
única noticia buena y que hoy está perdida, porque es lo totalmente contrario a
la desgracia, es que el problema de la sequía, quedo atrás. Decía el Secretario
de Agricultura que, gracias a que se había adquirido un seguro contra la
sequia, se tiene cubierto el daño de lo que antes era sequía y hoy está anegado
de agua, pero no va a alcanzar, hay una parte que no está cubierta; de lo malo,
lo menos.
Viendo
la situación con la óptica de la cultura japonesa, dentro de toda esta
desgracia que hoy estamos viviendo, existe la gran oportunidad para el gobierno
de Peña Nieto de reconstruir las
zonas urbanas que fueron afectadas con las más moderna directriz en materia de
urbanismo, o creando zonas rurales con visión de desarrollo económico a futuro,
es posible a lo mejor y de crear un programa de reubicación de población bajo
una lógica de desarrollo rural y semi urbano, creando zonas de desarrollo
económico planeado y, así, evitar que la población se siga asentando en zonas alejadas y riesgosas, situación que encarece el
tendido de servicios públicos y la posibilidad de siniestros.
Ahí
está la gran oportunidad que México tiene dentro de la gran desgracia que
estamos viviendo.
Analista Político
Twitter: www.twitter.com/@Marcovherrera
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