México está
programado para crecer el doble de lo que se creció en el 2013. Con el inicio
de las obras de infraestructura y de la inversión provocada por el ánimo de las
reformas, tal vez podamos iniciar un desarrollo económico mejor.
Mucha gente en México piensa que el bajo crecimiento económico de este año se debe
solamente a una mala administración durante el primer año del Gobierno de Peña Nieto; olvidan los factores
externos y el bajo desempeño de la economía global y, en especial, la de los Estados Unidos que nos arrastró durante
este año a un estancamiento en las condiciones económicas.
La CEPAL
acaba de publicar su Balance Preliminar de las Economías de America Latina y el Caribe, en donde se
prevé, de entrada, que el entorno económico externo será más favorable, pero
que seguirá persistiendo una volatilidad financiera y que habrán nuevos
desafíos en la política económica de la región. Otro gran desafío que la zona enfrentará
será la búsqueda de inversiones extranjeras.
Según este primer Balance, los países de la región crecerán, en promedio, 3.2%, y Panamá
encabeza la lista con el mayor crecimiento con 7%, seguido por Perú y Bolivia con promedios de 5.5%. Nicaragua
y República Dominicana crecerán 5%,
mientras que Colombia, Haití, Ecuador y Paraguay,
crecerán 4.5%. Guatemala, México y Uruguay están en el rango de crecimiento del 3.5%.
Como dato curioso, en el 2013 el país que detonó el
crecimiento regional fue Paraguay,
con un 13%. Después, Panamá con 7.5%
y Bolivia con 6.4%. En la
expectativa, Paraguay se contraerá
hasta el 4.5% mientras que los otros dos países mantienen su crecimiento.
Como podemos ver, los factores externos serán los
que dominaran los mercados. México
está programado para crecer el doble de lo que se creció en el 2013 y esperemos
que, con el inicio de las obras de infraestructura, adicionado por algo de
inversión provocada por el ánimo de las reformas y con el país ya en cierta
calma política, ya sin tantos pleitos políticos, podamos iniciar un desarrollo
económico mejor.
Estamos a punto de tener una reforma energética
autorizada, uno de cuyos impactos es romper los micro monopolios creados dentro
del gran monopolio de Pemex, el
sindicado, las gasolineras, la distribución, etc. Esperemos que este cambio de
paradigma rompa las inercias y se puedan tener las inversiones y el flujo
monetario necesarios para generar la confianza y el crecimiento. México es un país en donde la confianza
es uno de los principales factores de crecimiento. Ojalá
así sea.
Consultor y Analista Político
Twitter: www.twitter.com/@Marcovherrera
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